Una resonancia magnética de la cabeza utiliza imanes y ondas de radio para crear imágenes del cerebro y tejidos nerviosos. Se realiza para encontrar defectos en los tejidos suaves del cerebro y detectar posibles problemas. Permite diagnosticar y vigilar enfermedades y trastornos del cerebro. Los fuertes campos magnéticos pueden afectar marcapasos u otros implantes metálicos.