Este documento define la responsabilidad como un valor moral que permite reflexionar sobre las consecuencias de los actos y actuar de forma consciente. La responsabilidad se manifiesta en la vida ética a través del cumplimiento de obligaciones y deberes. Una persona responsable responde por sus acciones u omisiones y se hace cargo de las consecuencias de las mismas. El documento también analiza la responsabilidad desde perspectivas filosóficas, jurídicas y lingüísticas.
1. Responsabilidad
Un ejemplo de situación en la que se puede actuar con responsabilidad es aquella en la cual la
persona sabe que va a conducir y no toma licor.
La responsabilidad es un valor que está en la conciencia de la persona, que le permite
reflexionar, administrar, orientar y valorar las consecuencias de sus actos, siempre en el plano
de lo moral.
Una vez que pasa al plano ético (puesta en práctica), se establece la magnitud de dichas
acciones y de cómo afrontarlas de la manera más positiva e integral, siempre en pro del
mejoramiento laboral, social, cultural y natural.
La persona responsable es aquella que actúa conscientemente siendo él la causa directa o
indirecta de un hecho ocurrido. Está obligado a responder por alguna cosa o alguna persona.
También es el que cumple con sus obligaciones o que pone cuidado y atención en lo que hace
o decide. En el ámbito penal, culpable de alguna cosa, acto o delito. En otro contexto, es la
persona que tiene a su cargo la dirección en una actividad.
Etimología
La palabra responsabilidad proviene del latín 'responsum', que es una forma de ser
considerado sujeto de una deuda u obligación (ejemplo: «Los conductores de vehículos
automotores son responsables por los daños causados por sus máquinas»).
La responsabilidad vista desde la filosofía
En la tradición kantiana, la responsabilidad es la virtud individual de concebir libre y
conscientemente los máximos actos posibles universalizables de nuestra conducta. Para Hans
Jonás, en cambio, la responsabilidad es una virtud social que se configura bajo la forma de un
imperativo que, siguiendo formalmente al imperativo categórico kantiano, ordena: “obra de
tal modo que los efectos de tu acción sean compatibles con la permanencia de una vida
humana auténtica en la Tierra”. Dicho imperativo se conoce como el principio de
responsabilidad.
2. Principios de la responsabilidad
El cumplimiento responsable en nuestra labor humana, sea cual fuere, se regiría por principios
como:
1. Reconocer y responder a las propias inquietudes y las de los demás.
2. Mejorar sin límites los rendimientos en el tiempo y los recursos propios del cargo que se
tiene.
3. Reporte oportuno de las anomalías que se generan de manera voluntaria o involuntaria.
4.Planear en tiempo y forma las diferentes acciones que conforman una actividad general.
5. Asumir con prestancia las consecuencias que las omisiones, obras, expresiones y
sentimientos generan en la persona, el entorno, la vida de los demás y los recursos asignados
al cargo conferido.
6. Promover principios y prácticas saludables para producir, manejar y usar las herramientas y
materiales que al cargo se le confiere.
Ámbito jurídico
La responsabilidad jurídica surge cuando el sujeto transgrede un deber de conducta señalado
en una norma jurídica que, a diferencia de la norma moral, procede de algún organismo
externo al sujeto, principalmente el Estado, y es coercitiva. Son normas jurídicas porque
establecen deberes de conducta impuestos al sujeto por un ente externo a él, la regla puede
ser a través de prohibiciones o de normas imperativas inmorales. La responsabilidad es el
complemento necesario de la libertad.
El uso jurídico de la palabra proviene de poco antes de la revolución francesa, por influencia
del inglés. El término habría aparecido en el Derecho Constitucional inglés.