El documento describe una experiencia en la que dos hermanos presidieron exámenes de graduación de artes marciales de forma remota desde España mientras el evento se llevaba a cabo en persona en Cancún, México, gracias a la tecnología de videoconferencia. Los alumnos recibieron diferentes grados de cinturones de colores y negro. El evento fue un éxito y contó con la supervisión de la Comisión Mundial de Certificación de Altos Grados en Limalama.