Un hombre y una mujer estaban a punto de reconciliarse después de una pelea, con una lágrima en los ojos de ella y palabras de perdón en los labios de él. Sin embargo, el orgullo intervino, ella enjugó su llanto y él no pronunció las palabras. Ahora cada uno va por su camino, pero al pensar en su amor perdido, él se pregunta por qué no se disculpó y ella por qué no lloró.