Los ríos y arroyos albergan una gran variedad de vida acuática, incluyendo peces, crustáceos, moluscos y plantas. Los ríos se forman por el deshielo de las montañas o por manantiales subterráneos, mientras que los arroyos son más pequeños que los ríos y tienen menos caudal. Tanto la fauna como la flora de los ríos y arroyos dependen del flujo y la regularidad de sus aguas.