El documento presenta lecturas bíblicas de la liturgia dominical que enfatizan la necesidad de confiar únicamente en Dios. La primera lectura describe a Sión lamentando haber sido abandonada por Dios, pero Dios promete no olvidarla. El salmo insta al alma a descansar sólo en Dios. La segunda lectura advierte que el Señor juzgará los corazones de cada uno. El evangelio relata las enseñanzas de Jesús sobre no agobiarse por las necesidades materiales sino buscar primero el reino de Dios.