2. San Juan Macías es un modelo de Cristiano y de Religioso, cuya vida irradia y promueve entre sus admiradores el compromiso con los pobres, emigrantes y almas del purgatorio. Los tres amores de su vida, por los cuales ha sido reconocido: Padre de los Pobres, Patrón de los Emigrantes y Ladrón del Purgatorio.
3. Su Infancia: Juan Macías nació en Ribera del Fresno, provincia de Badajoz (España), el 2 de marzo de 1585. Sus padres, Pedro Arcas e Inés Sánchez, murieron víctimas de las epidemias del tifus y de la viruela, dejando en la orfandad a Juan y a su hermana Inés. Juan queda huérfano de padre a los cuatro años y medio, y de madre, pasados los cinco; Inés apenas contaba dos años, cuando murió su madre. En estas circunstancias, los niños pasaron a la tutela de sus tíos Mateo Sánchez e Isabel Salguera que habían oficiado de Padrinos el día de su bautismo.
4. A servicios de los Pobres: La amistad que unió a Fray Juan Macías, fray Martín de Porras y fray Pablo de la Caridad, ha dejado una huella profunda y luminosa en la vida cristiana de Lima. De acuerdo a los modos de pensar y practicar la caridad en la época, crearon verdaderos centros de asistencia social (aunque ellos nunca lo llamaron así), donde los niños huérfanos, las muchachas abandonadas, los indígenas marginados, los esclavos enfermos y hasta los sacerdotes sin beneficio, encontraban alimento, abrigo y asistencia médica.
5. La Glorificación: Con la muerte de fray Juan Macías se inició una nueva etapa de veneración de su memoria: Su sepulcro comenzó a ser visitado por mucha gente, y Dios exaltó a su "servidor bueno y honrado", obrando maravillas sin cuento, en favor de los pobres y necesitados. Treinta y seis años después de su muerte, los restos de fray Juan Macías fueron trasladados a un ataúd , de cedro y, para sorpresa de todos los presentes, los hallaron incorruptos. Ahora mismo, se pueden apreciar los restos de fray Juan Macías, disecados, más no corruptos.