Halloween tiene su origen en la festividad celta del Samhain, celebrada para marcar el final del verano y el comienzo del invierno. Los celtas creían que en esta fecha, el velo entre el mundo de los vivos y los muertos se hacía más delgado. Modernamente, la tradición se ha popularizado en países occidentales a través de la influencia estadounidense, y se caracteriza por actividades como disfraces, truco o trato y fiestas.