Sansón nació con una fuerza extraordinaria otorgada por Dios. Se enamoró de una filistea pero luego se casó con Dalila, quien lo traicionó revelando el secreto de su fuerza - que si le cortaban el cabello perdería su poder. Los filisteos le cortaron el cabello mientras dormía y lo capturaron, pero al final Sansón logró vengarse matando a muchos filisteos al derribar el palacio donde se encontraban.
1. SANSON Y DALILA
ANOAH el israelita sufría porque su esposa era estéril y no podían tener hijos.
Entonces Manoah rezó al Señor. El Señor lo escuchó y le respondió, y así fue como
nació Sansón. Sansón creció fuerte y alto, y el espíritu del Señor lo dotó de gran
cólera y de una fuerza extrema. Un día vio a una filistea y la deseó como esposa.
Pero, en esa época, los filisteos ejercían su poder sobre los israelitas, y sus padres
le preguntaron si no podía encontrar mujer entre las de su propio pueblo. Pero
Sansón estaba determinado, y promover su cólera podía resultar muy peligroso.
De modo que, al final, tomó a aquella mujer por esposa. Más tarde se cansó de ella
y se la entregó a uno de sus compañeros. Pero sucedió que cierto día Sansón fué a
visitarla y su padre no le permitió verla. Montando en cólera, Sansón quemó toda
la cosecha de cereales de los filisteos. Cuando estos averiguaron quién había sido el
autor de tal desmán, se vengaron quemando a su esposa y al padre de esta. En
represalia, Sansón mató a filisteos, los cuales intentaron vencerlo y capturarlo, si
bien no lo lograron. De este modo, el terreno estaba abonado para el odio amargo e
inacabable entre Sansón y el pueblo de su esposa. Cierto día, Sansón fue a Gaza y
vio a una prostituta. Se acostó con ella, y los filisteos lo esperaron para matarlo
cuando se fuera; pero nuevamente fracasaron en el intento. Más tarde Sansón vio a
una mujer de nombre Dalila y se enamoró de ella. Los gobernantes de los filisteos
hablaron con la mujer y le pidieron que lo sedujera y descubriera dónde residía el
secreto de su gran fuerza, con el fin de poder vencerlo. En recompensa le
ofrecieron mil cien piezas de plata. Dalila intentó una y otra vez que Sansón le
revelara su secreto. Finalmente, este se sintió tan harto de su insistencia que se lo
contó. Le reveló que si le afeitaban la cabeza, se quedaría sin tuerza. Entonces
Dalila llamó a los jefes de los filisteos, les contó el secreto de Sansón y ellos le
entregaron las piezas de plata como habían acordado. Después, mientras Sansón
dormía en sus brazos, vino un hombre que le afeitó las siete mechas de su cabeza; y
con ello a Sansón lo abandonó la fuerza. Cuando Sansón se despertó, los filisteos
lo apresaron y después de colocarle grilletes le sacaron los ojos. Le encerraron en
la prisión, y todos los filisteos se regocijaron porque su gran enemigo había sido
vencido. Tras permanecer en prisión durante largo tiempo, lo llevaron ante el
pueblo para que lo contemplaran. Pero, en ese tiempo, el cabello de Sansón había
vuelto a crecer. Lo colocaron atado con cadenas entre los pilares del palacio donde
se habían congregado tres mil filisteos para mofarse y reírse de él. Sansón invocó
2. al Señor y se aferró a los pilares sobre los que descansaba el palacio. Arqueándose
con toda su fuerza, logró que todo el edificio se derrumbara sobre los filisteos.
Aunque Sansón resultó muerto, sus enemigos fueron vencidos.