Este documento describe a Jesús como un Dios cercano que siempre está con nosotros y espera nuestra compañía. Al creer en su presencia real, es fácil adorarlo y recibir su amor a través del sagrario. Visitar a Jesús demuestra nuestro amor por Él y lo alegra, y Él nos recompensará con muchas bendiciones.
1. Nombre
Título
Nombre de la compañía
Jesús es un Dios cercano, un Dios que nos espera, un Dios que ha
querido permanecer con nosotros para siempre. Cuando se tiene
esta fe en su presencia real, ¡qué fácil resulta estar junto a Él,
adorándolo! ¡Qué fácil es amarlo y recibir su amor a través de los
rayos invisibles, pero reales, que salen del sagrario! Visitar a Jesús
es demostrarle nuestro amor y darle una gran alegría. Él, por su
parte, no se dejará ganar en generosidad y nos llenará de infinidad
de bendiciones.
2. Jesús es un Dios cercano, un Dios que nos espera,
un Dios que ha querido permanecer con nosotros
para siempre.
Cuando se tiene esta fe en su presencia real,
¡qué fácil resulta estar junto a Él, adorándolo!
¡Qué fácil es amarlo y recibir su amor
a través de los rayos invisibles, pero reales, que salen
del sagrario!
Visitar a Jesús es demostrarle nuestro amor y
darle una gran alegría. Él, por su parte, no se dejará
ganar en generosidad y nos llenará de infinidad
de bendiciones.