Este documento discute cómo los judíos y cristianos están violando la ley de Dios al no seguir los mandamientos de Cristo y Moisés. Argumenta que la doctrina de Cristo es la misma que la de Dios y que las iglesias actuales no están alabando a Dios al ignorar sus mandamientos. Finalmente, menciona que los tatuajes también van en contra de la ley de Dios.