2. ¡Debían tenerme
consideración!
Es que mi autoestima
es muy alta.
¿Qué me vas a
decir tu?
¡Yo sé lo que hago!
¿Por qué no se
darán cuenta
de todas las
cosas que hago
por ellos?
La Buena Noticia para todos…
¡Tengo que hacerlo yo
para que salga bien!
4. Contra todo lo que puedan afirmar los psicólogos, el
Evangelio nos hace darnos cuenta de que en
realidad no somos más que una pequeña y débil
creatura, que por sí misma no puede nada, y que
cualquier capacidad o virtud que tenga, le viene de
Dios.
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pg
La Buena Noticia para todos…
5. Pero desde el principio, las
creaturas hemos obrado por
soberbia:
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Luzbel, por creerse como Dios, y el
hombre por decidir hacer su propia
voluntad, y no la de Dios.
Y desde ahí, la humanidad tendemos a apropiarnos de
una gloria que no es nuestra: “¿Que tienes que no lo
hayas recibido? Y si lo recibiste ¿Porqué te glorías?”
(1Cor 4,7)
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Tu
La Buena Noticia para todos…
8. Y más aún, El Señor ha dicho: “Yo he escogido lo
despreciable del mundo, lo pequeño, lo que no vale…”
(1Cor 1, 26-29).
¿De dónde pues
tanto afán nuestro
por el
reconocimiento, por
el respeto y
consideración de los
demás?
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¿Por qué no aceptar injurias y humillaciones por amor a
Dios? (Sal 119,71) ¿Por qué no mejor buscar lo humilde
lo escondido?
La Buena Noticia para todos…
9. El demonio, que ya ha recibido y permanece en el
castigo por su soberbia, quiere infectarnos con ella
para que participemos también de sus tormentos
(Ap 12, 17; 2Cor 2,11).
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La Buena Noticia para todos…
10. Dios, en cambio, sin estar obligado a ello, porque solo El
merece toda gloria y dignidad, ha querido aparecer
pequeño, limitado, siendo infinito y omnipotente se
encarnó, se humilló hasta hacerse hombre (Jn 3,16) y
más aún, hasta entregar su vida.
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¿Necesitamos mayor ejemplo de humildad?
La Buena Noticia para todos…