SOLIDARIDAD en mensaje de silencio Germán Monzón Salas

Germán Monzón Salas
Solidaridad, en mensaje de silencio
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SOLIDARIDAD
en mensaje de silencio

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Titulo: Solidaridad
en mensaje de silencio
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o parcial de esta obra en cualquier medio
de impresión electrónico o tipográfico,
sin la autorización por escrito del autor.
©2020. Germán Monzón Salas
gmonzons05@gmail.com
Hecho el Depósito de Ley:
Depósito legal: ME2020000011
ISBN: 978-980-18-0988-3

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ÍNDICE Página
Obertura de sentimientos 3
Umbral de apertura reflexiva 5
Solidaridad 7
Primera parte. Una visión 9
Segunda parte. Mensaje de silencio 10
Tercera parte. Vivencias 12
Cuarta parte. Cumpleaños 64
Quinta parte. Solidaridades 70
Sexta parte. Pensamientos 86
Séptima parte. Narraciones 94
Octava parte. Notas de pesar 102
Novena parte. Artículos 109
Décima parte. Personajes 117
Umbral de cierre al cambio y la esperanza 134
Referencias 135

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OBERTURA DE SENTIMIENTOS
Un libro íntimo, es como despejar con las manos la neblina de un paisaje de montaña, es
descubrir con su esplendida luz, lo más recóndito de ese escenario con olor a verdor
primaveral; es como colocar las dos manos en el espejo empañado que deja abierta la
esplendidez de la mirada introspectiva de un ser humano, de un hombre que habla a
través de la conjunción de cientos de palabras…
Un libro íntimo, no busca un premio de la crítica, ni alardear en lo literario, ni pintar un
cuadro de museo para ser expuesto con sus letras infinitas y multicolores en cada una de
sus escenas… un libro íntimo, es libre en sus sentimientos más profundos expuestos a la
luz del alba y a la luz de las estrellas que flotan en el espacio infinito del autor, es la
desnudez de partes de su alma, donde cada capítulo, son paisajes del amor y desamor; de
la luz y la oscuridad; de la alegría y la tristeza; del logro alcanzado y el fracaso que es
enseñanza; de cuadros blancos y cuadros negros que transfiguran los días transcurridos y
por transcurrir…
Un libro íntimo, es “Solidaridad en mensaje de silencio”, y éste, no es el zaguán del alma
de Germán Monzón Salas, es el grande patio interno de su amplia casona del alma
fusionada a su espíritu que se desnuda al visitante en su lectura, es el penetrar desnudo
desde sus corredores vivenciales, a sus sentimientos de amor por Dios, Jesús y sus
divinidades cristianas; su familia primigenia entramada en los anchos tapiales de las
casonas blancas en Jají, siendo sus abuelos y sus padres, quienes permanecen en los
cimientos de su memoria y buen proceder como ser humano, ciudadano y familiar; su
Lourdes y cada uno de sus cuatro hijos devenidos de la fusión de dos seres que sembraron
la energía del amor; sus nietos y bisnieto, que son fuerza existencial, inspiradora y
bendición matutina de su abuelo; su reconocimiento a los amigos de alto vuelo en la
historia patria y, a otros, que entre muchos constituyen su grande cadena de eslabones de
amistad y compañerismo.
Es un libro de cortos parajes vivenciales de lo que ha sido su labrar espiritual y de forja por
lo emeritense y venezolano como hombre público, ciudadano y profesional, de innegable
trabajo que reporta una vida que ha procurado aumentar y consolidar el desarrollo y
mejor forma de vida de la sociedad en la cual ha vivido, entre montañas andinas y entre la
inmensidad del cielo de esta Venezuela que tanto le duele en la actualidad. No por ello, en
su mirada profunda, creadora y comprometida, persiste la esperanza y cambio por
tiempos de reconstrucción y grandeza de esta Tierra de Gracia… tierra de esperanza y
luces.
Por ello, “Solidaridad en mensaje de silencio” de Germán Monzón Salas, hombre con
raíces profundas en cada valle y montaña merideña, con fuerza de ventisquero que limpia
en su andar lo corrompido, corroído y de desesperanza; es agua transparente que deja en

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su largo recorrido de ciudadano trabajador, preclaro y honesto, las mejores semillas para
las grandes cosechas por venir de desarrollo y progreso para el estado Mérida,
debidamente articulado a todas las entidades regionales circundantes… este libro íntimo,
sencillo, pero de profundos sentimientos, sugiriendo resaltar las oraciones en color azul
de esperanza y los sabios consejos en color verde de meseta, son de un hombre ejemplar
y de carácter, de los que tanto requiere la Venezuela actual y, en especial, la de la
reconstrucción; es decir, hombres como Germán Monzón, son garantía de apertura a
amplios horizontes de la vida ciudadana y patria, con huellas incólumes y que son guía
para una traza segura a la trascendencia patria que tanto anhelamos.
Wilver Contreras Miranda

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UMBRAL DE APERTURA REFLEXIVA
Las notas de este escrito, constituyen un testimonio, una experiencia de vida, una
narración de acontecimientos particulares e interpretación de momentos personales,
familiares, políticos y ciudadanos. Estas líneas han sido convertidas en textos, escritas en
varios momentos de mi existencia en la llamada tercera edad; son un recorrido breve si se
quiere atrevido por la multiplicidad de temas y el tratamiento vaciado en períodos de
circunstancias de características distintas, distantes, las cuales me atrevo a unir, para
presentarla en un solo contenido.
Con mínimo parecido leí un extraordinario libro titulado Kilómetro Cero, del galardonado
escritor, poeta, ensayista, cronista y guionista de cine y televisión, Leonardo Padrón, y
pensé que el contenido compaginado de estas notas sueltas y variadas, aparte de quedar
como un recuerdo de arranque personal, se pudiera convertir en un pequeño libro que
trascendiera la esfera familiar y de algunos amigos, dejando notas breves de
costumbrismos de la época de su desarrollo, donde siempre imaginé que pudieran
conocer los pensamientos de solidaridad considerados como mensajes de solidaridad en
silencio.
Las notas del libro Solidaridad en Mensaje de Silencio, tiene varias partes, empezando por
una explicación de la SOLIDARIDAD, para después pasar al cuerpo del libro que empieza
por identificar UNA VISIÓN, pasando luego a sus diferentes reflexiones, los cuales
identifico como:
VIVENCIAS. Pasajes donde de una u otra manera he tenido algún rol protagonista,
o por conocimiento directo.
CUMPLEAÑOS. Felicitaciones, aniversarios de nacimientos o fecha conmemorativa
de especial situación.
PENSAMIENTOS. Ideas propias, la cual se explica de manera muy general.
NARRACIÓN. Exposición de sucesos reales o imaginarios del devenir de la vida
diaria.
CONDOLENCIAS. Expresiones dadas por la aparición de una infausta noticia del
fallecimiento de una persona.
ARTÍCULOS. Escritos de variadas materias, de carácter informativos, algunos ya
publicados en el Blog MiradorElectronicoGMS.Blogspot.com
PERSONAJES. Especie de biografías de personalidades de cualquier nivel con quien
tuve oportunidad de conocer, dialogar y compartir presentado de manera
resumida en pasajes fundamentales de su existencia.
Las partes se presentan con fechas, pero no necesariamente de manera cronológica, su
ordenación es casual. La agrupación se realiza para dar mayor coherencia a los temas y
hacerlos de manera más fácil para el entendimiento del lector. Muchas de estas notas

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fueron escritas en el teléfono, que ahora actúa como máquina de escribir, con la última
tecnología cibernética, luego transmitidos por WhastApp, y ahora, pasan a engrosar esta
compendio.
Las notas de estos aspectos, pueden interpretarse como parte de la pasión que he
procurado ponerle a las acciones de mi vida. La experiencia de la existencia nos aleja de
los arrebatos peligrosos que nos distancian de buenos modales, elevándonos a
encontrarnos con la mayor prudencia, buscando trascender al conocimiento y
comenzando a vivir a lo que realmente nos cautiva y puede servir de enseñanza para
nuestros congéneres, buscando los mejores ideales de eterna permanencia.
El escrito se puede interpretar como crónicas surgidas para perpetuar el pensamiento
surgido en el silencio, en la búsqueda de explicación de tantos pasajes o fragmentos de la
vida sin mediar comprensión total, los cuales invadieron mi intelecto, y es posible, que
conduzcan a descubrir juicios y revelaciones de un silencio y mundo interior que todos en
algún grado, albergamos en nuestro ser; y para que el egoísmo no termine olvidándolos o
perdiéndolos en la nada, he preferido escribirlos y compartirlos para todos quienes
quieran mirarlos, pensarlos y que logren tener su propia opinión.
Mérida, 15 de marzo de 2019.

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SOLIDARIDAD
Lo primero, gracias a Dios por todo lo alcanzado, logros de diferente naturaleza y
dimensión, que para llegar hasta allá fue necesario la ayuda y cooperación de muchos; de
no haber sido así, no se hubiese logrado escalar y conquistar esas situaciones. Consiente
de esas circunstancias, se impone reconocer y agradecer a tantos, el interés y la mano
tendida para conseguir desde el más pequeño triunfo hasta el de mayor dimensión. El
agradecimiento debería expresarlo e identificarlo para cada uno de esos generosos
allegados y colaboradores, donde no resulta posible nombrarlos a todos. En un
atrevimiento, sólo mencionaré a personajes que no quiero dejar fuera, son personas que
nunca olvido y causaron asombro en mi vida y para quienes tuve una admiración
silenciosa y, en muchos casos, nunca les dije ni una palabra sobre la distinción que les
profesaba.
Los primeros mis padres, siempre a mi lado, con diarias enseñanzas y extremos cuidados y
afectos, que sin duda son parte de la educación, formación y personalidad que identifica
mi ser. Mi abuela Antonia, siempre consentidora, dulce y pendiente de quien para ella era
pequeñito y merecedor de mimos, abrazos y toda la ternura que como constante regalaba
cada vez que podía, para mantenerme contento, risueño, humano, y con sentimientos de
eterno amor y melosos sentimientos.
Seguro que toda la familia próxima, en especial los hermanos, tienen honda huella en mi
ser y existencia. Recuerdo a personas de la cercanía, bien por trabajadores en la hacienda
de La Playa de la población de Jají en el estado Mérida, u otro de los hatos de mi infancia y
vida. Antonio, un hombre cercano, amigo, servicial, de la mayor confianza y diligencia,
especialista en las labores con los arreos de las mulas y sus aperos de silla o para la carga,
con gran destreza para colocar herraduras, o calmar sus bríos o resabios. Adela, Fortuna y
Luis, cercanos, muy humanos y siempre prestos en cumplir sus obligaciones.
Otros como, Juan Flores, Amadeo, Ramón y Mérit, por sus cercanías con la ganadería,
pasión importante en mi vida y profesión de Ingeniero Agrónomo, hicieron con su
compañía, comprensión, ayuda y trabajo en propiedades donde actué, son dignas
personas de recordar y enaltecer, porque sin esa relación múltiple de amistad, trabajo no
se hubiese logrado los peldaños de éxito donde se llegó.
No hago referencias a la solidaridad que existió en los diferentes grupos de trabajo donde
ejercí mis desempeños profesionales, donde tanta amistad y comprensión pude lograr;
tampoco a mi actuación en la vida política, de tanta significación y valoración, actividades
donde aprendí y pude desarrollar tareas de magnitud y de hondo contenido social y
humano, con innumerables amistades y episodios elaborados con trabajo, esfuerzo y la
máxima dedicación comprometida.

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Con estas menciones de relación y reconocimiento a familiares y amistades, quiero iniciar
el contenido de la palabra base de este escrito: SOLIDARIDAD. Con ellos, cobra vigencia la
semántica de esa palabra, que tiene tantos usos y alcances y que me propongo ampliar en
su mayor dimensión. Las menciones realizadas, una mínima parte de tantas ayudas y
cooperaciones, quiero que se entiendan como actos de generosidad extremas, regalos
otorgados, en síntesis, ejemplos de comprensión, amistad, ayuda, afecto, visión y
estímulos de vida de excepcional dimensión.
La solidaridad, es uno de los valores humanos más importantes y esenciales de todos; la
solidaridad, es lo que hace una persona cuando otro necesita de su ayuda; la solidaridad,
es la colaboración que alguien puede brindar para que se pueda terminar una tarea en
especial, es ese sentimiento que se siente y da ganas de ayudar a los demás sin intención
de recibir algo a cambio. También se puede definir como adhesión o apoyo incondicional a
causas o intereses ajenos, especialmente en situaciones comprometidas o difíciles.
Todos comprometidos con el aval o adhesión de los preceptos de la condición humana, es
una expresión que debe acompañarnos por siempre, tanto en la vida personal, como la
familiar y social. Sólo voy a referir ligeramente lo relativo, por ejemplo, que en la vida del
grupo familiar ese respaldo tiene muchas etapas, una de ellas, cuando la descendencia
empieza a crecer, donde es fácil que la pareja se coloque en manera armónica sobre
tantas decisiones que serán cambiantes, a medida que van llegando las diferentes etapas
del desarrollo familiar.
Con el paso del tiempo, la experiencia parece indicar que al llenarse la casa de adultos, las
decisiones se hacen complejas, muchas opiniones se presentan, sin dudar de la
importancia de las mismas; se inicia una especie de pérdida de solidaridad, hay que dejar
que la libertad individual fluya. Con ello, también la debilidad de la autoridad mayor del
hogar empieza a aparecer, o sea, las influencias individuales van fraccionando y eso puede
producir, en cierto grado, relegar opiniones, experiencias, consejos y conductas, de la
mayor fuerza y producto de la mayor y mejor voluntad de la experiencia guiada del apoyo
que parecía haberse conquistado. Hasta ahí, esas conductas y proceso pueden ser
normales, pero se pudieran interpretar como el inicio de una etapa, que algunos
consideran como el inicio de obstaculizar la armonía de tantos años desvelos y tan difícil
de construir.
Estos pensamientos aquí señalados, no podrán ser un mandamiento, apenas pretenden
señalar una vivencia que seguro será muy diversa y cada grupo familiar tendrá sus
legitimas y propias valoraciones, que serán importantes conocer para poder decir que
pudiera ser un fenómeno social familiar. Los textos que acompañan este escrito, en gran
parte pueden tener el origen en la construcción de la solidaridad, en las apreciaciones de
las vivencias diarias, en el mundo del hogar, así como en las relaciones interpersonales y
grupales que se derivan de las relaciones humanas; en general, en la sociedad donde
somos protagonistas y autores de la construcción de vida y felicidad.

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PRIMERA PARTE. UNA VISIÓN
“He vivido en busca de una visión, tanto personal como social. Personal: cuidar lo que es noble, lo que es
bello, lo que es amable; permitir momentos de intuición para entregar sabiduría en los tiempos más
mundanos. Social: ver en la imaginación la sociedad que debe ser creada, donde los individuos crecen
libremente, y donde el odio y la codicia y la envidia mueren porque no hay nada que los sustente. Estas
cosas, y el mundo, con todos sus horrores, me han dado fortaleza”
Bertrand Russell (1998)
Estos escritos se realizaron de manera paulatina, por entregas periódicas, sin fecha de
término, en pocos casos se realizaron pequeñas modificaciones cambiando el texto
original. No olvidar que toda acción humana es perfectible o se puede corregir. La idea
contempló seguir escribiendo en la medida que surjan temas y aspectos que sirvan para
complementar la narración. Al final quiero dejar escrito lo que en mi entendimiento sirva
para recordar, hechos, acciones y sucesos en general pero especialmente las cercanas,
personales, filiales y otras.

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SEGUNDA PARTE. MENSAJE DE SILENCIO
13/11/2013 Isla de Margarita. Desde hace tiempo vengo pensando que
debo escribir algunos pensamientos que se arremolinan en mi conciencia, en un silencio
que prefiero convertir en algunas frases para compartir en este caso, en aspectos del
mundo cercano.
Desde el año 2013 empecé a sumar hechos pequeños pero significativos, eso me impulsó
a iniciar el desarrollo y concreción del presente manojo de sentimientos, creo que no
debo mencionar a nadie para evitar un desliz y dimanar una pizca de ofensa. La idea es
enaltecer y revelar orgullo sano de cada quien, los protagonistas por sus acciones no se
deberían visualizar de manera tenue o total. No puedo ni debo acusar a nadie, ni menos
demeritar, mis imperfecciones pueden juzgarlas y recriminarlas, por eso empiezo por
comprender que sin intención, seguro que muchas ofensas he dirigido a mi gente.
Empiezo por pedir disculpas, más allá de eso perdón para dar sentido religioso a esa
palabra milagrosa que como bálsamo inicia la mejoría de heridas, hasta restañar toda
cicatriz y volver al afecto original; acudo a la bondad de la comprensión, en la vida todos
los días aprendemos y la enseñanza hay que divulgarlas para merecer el acercamiento a
Dios.
Por qué levantar la voz, gritar, decir y mal decir palabras, no sirve de nada y cuando se
calla y piensa, el mismo autor se siente auto ofendido, hay que conquistar corazones,
voluntades, simpatías y aprobaciones, nada tan cerca de la verdad como la sinceridad y
nada tan lejos como la mentira. El diálogo, la sana discusión y los puntos de vista
opuestos, lucen indispensables para aprender a vivir en paz y disfrutar a plenitud la
familia.
Una reunión, que puede ser familiar o de mayor extensión con un grupo de amigos, o
pudiera ser un compartir para comer carne asada con papas o yuca, ensalada, donde
siempre habrá que halagar a los que regalan el condumio y ponen su esfuerzo, pudiera ser
uno de los tantos escenarios donde surjan estas situaciones.
Si ahora nos reunimos algunos hermanos, esa costumbre y así debería tenerse presente,
es una práctica que se sembró desde nuestros progenitores, a veces con una partida de
bolas criollas, un paseo a Lagunillas o Mucurubá, un perrito perdido, con apenas unos
pastelitos en el camino, sin duda una herencia humana de sonrisas y alegrías, no de prisa
persecutoria de bienes materiales, la idea sería acercarnos al cielo, cuando recordamos
el amor de los padres, abuelos, hijos y nietos, es revivir una dulce sinfonía que hace
palpitar el corazón con sentimientos llenos de cariño, con humildad, con reconocimiento
del otro.
Alguna vez pensé que nací con un molde sencillo, con dedicación y honda vocación

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humana, herencia de mis antepasados cercanos, abuelos y padres, en favor del bien y
buen vivir, con testimonio de la naturaleza, con su vegetación, ramas, montes, potreros,
frutos de café, mugido de vacas y una burrita dando leche para aliviar el sarampión, pavos
y gallinas correlonas que escondían la nidada de huevos; de vez en cuando, una deliciosa y
mantecosa costilla de cordero, así como especiales hallacas, pesebre, todo convertido por
nuestra madre en verdadera alegría familiar. También hubo competencia de carritos de
madera con latas de sardina que cargaban tierra hasta al menos en la imaginación,
cambiar el curso de las aguas, con carretos de hilo y una liga negra una improvisada rueda
que con muescas podía subir, bajar y pasar dificultades del camino; cabalgatas, afán de
descubrir, visita a cerros y peligrosas quebradas, sin faltar la Sierra Nevada de Mérida.
Todo indica que ese molde sirvió para todos los hermanos, de allí se deduce que se
acompaña la comprensión, la inteligencia, la dedicación y el perdón de todos y para todos.
Los hermanos crecimos, estudiamos y cada quien llegó hasta donde quiso, ahora hay
mucha familia, que hermoso despertar de vida y recompensa a nuestros antecesores,
hay mezcla de apellidos, de caracteres, pero nadie con el derecho de apartarnos o
relegarnos, cada nueva o nuevo integrante es una inteligencia más que se une para
sumar y multiplicar volando por sobre cualquier circunstancia.
Por hoy voy a incluir tres pensamientos con los cuales tropecé en una de mis últimas
lecturas y que considero un apropiado marco a lo que antes digo, y espero que así lo
entiendan. Los dos primeros son de José Martí, cuando tenía 28 años y residía en Nueva
York, él publicaba en su sección constante (Martí, 1881):
"El dinero es anónimo no hay rastros de lágrimas que ha hecho derramar ni
de la sangre que ha costado".
"El mal es escandaloso y el estruendo que hace exagera sus proporciones. La
dicha es reservada y poderosa, y como no produce parece que no existe".
Por su parte, "Un terrible español", "así llamado", Bartolomé José Gallardo decía en carta
del 3 de julio de 1835: "El tiempo diría: yo en el ínterin solo digo que después de haber
vivido para padecer, es un regalo el vivir para aprender" (Gallardo, 1835).

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TERCERA PARTE. VIVENCIAS
El abuelo que se mira, el abuelo que se es
Meditación frente a la tumba de mis abuelos Ramón y Josefa, al lado de la lápida cuna de
un angelito de la familia, el hermanito Tulio Oswaldo, en el cementerio municipal de Jají.
Dedicado a la memoria de mis abuelos, y como un
regalito para mis nietos
Tuve la fortuna de conocer 3 abuelos, 2 paternos y 1 materno. Los padres de mi padre que
vivían en una casa inmensamente grande, eran 2 viejitos a quienes apenas rememoro, la
abuela murió cuando apenas era un niño todavía con poca memoria que me permitiera
guardar pasajes de aquellos momentos, al abuelo lo vi un poco más. Ambos se cuidaban
mucho de las corrientes de aire, siempre pedían que cerraran la puerta para que no
entrara corrientes de aire frío, a las hendijas de las puertas de madera les colocaban con
engrudo papel de periódicos viejos para que no pasara el viento, era como un seguro para
prevenir un resfriado. En relación a esto hay un dicho que repetían con frecuencia al dejar
la puerta abierta, “muchachito, rabo largo, cierre la puerta”. Los abuelitos comían muy
poquito, muchas comidas les hacían daño, no las toleraban. Les molestaba el ruido y la
bulla propia de los niños, y lo difícil que era entender estas cosas, era casi imposible
atender las reprimendas y hasta ruegos para que nos quedáramos quietos y en silencio.
Muy poco recuerdo de cuando murió mi abuela paterna, era muy pequeño. Al abuelo si lo
pude ver por mayor tiempo, de vez en cuando obsequiaba algún caramelito, él
consuetudinariamente sentado en una sillita de madera y asiento de cuero, desde esa
posición observaba, vigilaba, parecía no querer perder ningún detalle, era muy celoso con
los bienes de la casa y los frutos que allí se producían; como todos los muchachos
hacíamos travesuras, una de ellas era perforar los costales de café que esperaban en
pares, uno arriba de otro, para ser cargados, en una enjalma que sobre los lomos de una
mula, esperaba en la calle con una marusa comiendo maíz entero para tomar mayor
fuerza y ser transportados para su venta; los granitos de café se salían por los agujeros,
era como retar la vigilancia silenciosa del viejito, el abuelo se molestaba, y nos
recriminaba con fuerza, pero en medio del juego respetábamos aquel ancianito, que se
movía cambiando la silla para poder estar donde había actividad, donde estaba la gente. El
abuelo era muy cauteloso, siempre nos pedía que nos cuidáramos, los ojos de la
experiencia con debilitada visión, siempre ven más lejos que los de un niño.

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El abuelo podía despedir 2 arreos de mulas cargadas, cada una con 200 libras de café, 2
quintales. En aquellos tiempos que no había carreteras, tampoco vehículos, pudiera
suponer que equivaldría hoy día a cargar 2 camiones de cosecha.
Cuando el abuelo murió, a una pregunta de mi padre, si quería ver o no ver el cadáver que
estaba en una urna en la sala de la casa, le dije que sí, esa fue la primera vez que me
acerque a un ataúd y vi al abuelo pálido, inmóvil, me sorprendió mucho, pero guardé
silencio, pasó mucho tiempo para comentar estas cosas.
La abuela materna la disfruté por mucho tiempo, siempre linda, dulce y tierna abuelita,
muy consentidora, sus palabras eran miel, siempre llamaba en diminutivo, Germancito,
chumenejito, matica de tinajero; ya ustedes saben lo pequeña que es una planta que crece
en la tinaja de un tinajero, era o es tan mínima que por si sola es un diminutivo. Sus
arrullos, defensas, cuidados y protección eran su paradigma, tenía muchos nietos pero me
sentía como su preferido, que abuelita tierna y bella.
En una oportunidad me contó que cuando se bañaba por primera vez en una regadera con
agua caliente, me dijo, el agua quemaba, muy caliente, nadie le dijo que abriendo el agua
fría se podía tibiar el agua.
Aquellos tiempos, que nunca olvido entre los abuelos, tenía abuelos para mirar, para vivir,
para querer, para preguntar, pero a pesar de todo estaban lejos. En aquella edad la
inocencia poco permitía valorar.
La época de mis abuelos, por allá en los años 1940 – 1960, la existencia comparada con la
de hoy día, era apenas en blanco y negro, poco para ver, no había mucho brillo para las
creaciones del hombre, apenas unos caminos para recuas, unos puentecitos de madera
por los que podíamos pasar a pie o a duras penas una mula o burrito, una casa grande con
un inmenso patio de ladrillo, una bodeguita. Hoy las cosas son diferentes, antes era el
prodigio de la naturaleza, la obra del Señor, tal vez ya acostumbrados a lo mismo no la
apreciábamos en toda su dimensión. En estos días hay tantas cosas que nos deslumbran,
el hombre a puesto caminar un modernismo, un desarrollo que cada día avanza, y lo
novedoso del año pasado ya pasó de moda, hay aviones, naves espaciales, barcos
trasatlánticos, autopistas, grandes edificios y puentes, obras de ingeniería que a diario nos
deslumbran, grandes centros comerciales, es casi como afirmar que el mundo de hoy es a
todo color.
Los colores de los abuelos eran en su mayoría grises, negros y beige, sus vestidos no
eran atrevidos ni en colores ni en la forma, había un recato, el pudor era para todo y
todos.
Ahora cuando soy abuelo puedo decir que nada tan grande como mis abuelos, nos
regalaron con su ejemplo los mejores modos para vivir, nos señalaron el camino recto

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de la vida, el respeto, la moderación, la admiración y tantas costumbres, que al final son
la personalidad que sembraban nuestros padres, pero que afirmaban los abuelos. Pero
cuantos parecidos, ahora a esta edad, el abuelo que se es, con frecuencia siente mucho
frío, otras cobijas en la noche, hay que permanecer mucho tiempo sentado porque las
piernas no tienen fuerza como antes, se impone la quietud. Ahora la dieta en la comida es
permanente, la ciencia que todo lo domina y se impone como beneficio universal, nos
indica que hay que comer muchos frutos, -la dieta de los pajaritos-, muchas ensaladas,
alimentos muy distintos a los tiempos pretéritos de la época de los abuelos, en aquellos
tiempos era muy raro el consumo de ensaladas o frutas, poco las tomaban en cuenta y
menos para los mayores. En el presente hay que procurarse el consumo de alimentos
integrales, poca azúcar, grasas o aceites, poca sal y mas reciente los productos de origen
orgánico, en resumen comer poco y no se debe engordar.
Hay que cuidarse al salir a la calle, puede venir un resfriado, una caída, ahora comprendo
que tantos peligros para los niños también lo son para los abuelos, a más de unos 50 años
de distancia, la vida no es igual, hay pocas similitudes, antes eran las mulas, los caballos,
los carritos con laticas de sardinas. Ahora son los carros 4 por 4, camionetotas, laptop,
GPS, carritos a control remoto, teléfonos celulares, cien canales de TV, cine, paseos a
Disney World y no se cuantas cosas mas, todas novedosas y estimulantes y hasta
peligrosas para los nietos.
Todos los nietos quieren y sienten predilección por los abuelos, hay una mutua correlación
y comprensión, el niño se siente protegido y mimado por los abuelitos, y los abuelitos
parecen contagiarse, o al menos lo intentan, revitalizarse con su inocencia, sinceridad,
sonrisas, vitalidad y ternura; es parte de la sabiduría natural de los misterios de la
existencia humana, que sabe del contagio de lo bueno. Hay que decir, que el tiempo o
mejor el transcurrir del tiempo, que parece que todo lo puede, como que se hace
cómplice de la soledad que sigue creciendo con los años y que se hace casi total en las
sepulturas, donde vamos a parar los humanos, hasta allá vuelan los recuerdos de los
abuelos, allí se encuentran con el olvido, consiguen como compañero a la eternidad, cuyas
cuentas matemáticas o tal vez cibernéticas sólo el Señor comprende, porque convierte los
años, los días, en segundos o fracciones, y así los recuerdos de los abuelos terminan por
extraviarse a los hombres y quedan solos en manos del creador, vuelven a su origen de
donde salieron.
Las cosas seguirán cambiando en un progreso casi infinito, pero el amor que es un regalo
de Dios para la humanidad, siempre será igual, la ternura de los niños y abuelos se
acerca, también hay grados de ingenuidad parecidos, hay necesidades muy cercanas.
Gracias al Señor por mis nietos, por poder pasar de niño a abuelo, y por poder escribir
estas cosas.

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Mérida, 2 de diciembre de 2018. Hoy, visitando a mis padres en el cementerio
de La Inmaculada de la ciudad de Mérida, y la tumba de los abuelos en el cementerio de
Jají, quería añadir pensamientos que sorprenden a mi memoria, a mi existencia, al verme
acompañado de mi señora Lourdes Molina de Monzón, ante la sepultura de los padres e
hijos, les seguí en las oraciones que ella expresaba para recordarles en el ritual católico
religioso. En el pueblo de Jají, estuve sólo en el cementerio, recorrí mentalmente mi visita
en el cementerio La Inmaculada de Mérida, y aquí, en mi querido lugar del origen familiar,
volví a pensar que los difuntos familiares a medida que transcurre el tiempo, se alejan, el
olvido los deja apenas como recuerdos para algunos, creo que muchos cercanos ya no
los recuerdan, no los visitan.
Sumando el tiempo de permanencia para testimoniar recuerdos y agradecimientos por
todo lo que recibimos de padres y abuelos, comparo el cuidado desde el nacimiento hasta
la vida adulta que ellos emplearon para cuidarnos, desde el amamantamiento, protección
infantil, juvenil, en la escolaridad, siempre invocando a Dios para que nos cuidaran y
procurando que nada nos faltara, toda la vida de ellos dedicada a nosotros, ahora me
parece que lo cambiamos por unos minutos ante sus tumbas, así es y será la vida.
Quiero decirles que no estoy conforme, la existencia terrenal es finita, mañana ante
nuestro lugar de descanso eterno de nuestros cuerpos, que muchos los convierten en
apenas cenizas, pasará algo similar, así será la vida para con nosotros, escribirlo, decirlo
y contarlo, puede ser un consuelo para excusarme ante los deudos y decirles que nos
volveremos a ver.
A continuación vuelvo con otros escritos, enmarcados como Mensajes de Silencio, todos
escritos denominados de motivación que refieren distintos momentos, pero todos de
corazón de mucha soledad, e íntima reflexión.
Mérida, 18 de diciembre de 2006. La Hallaca, la familia.
Pequeña y grande historia unida. Las hallacas son el símbolo conspicuo del
mes de diciembre en Venezuela, se convierten en la unión, en reunión, un momento para
compartir y la comprensión de la familia.
La noche buena, en la tradición andina venezolana, se caracteriza por ser de manera
sonora y popular cuando empezamos a conocer la Navidad. Es una reunión para
conmemorar la hora del nacimiento del niño Dios, y para esa cena de medianoche, esa
celebración tan criolla y tan propia, nada tan acorde como una reunión de ingredientes,
que lleva por nombre hallaca y, apellido, Venezuela. En los países donde cae nieve, en el
mes de diciembre, el frío sirve para acercar y reunir a las familias, buscando cobijo del
clima.

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Venezuela, como país tropical, es bajo el calor humano como se genera la reunión de la
realización de las hallacas y la fiesta por el nacimiento del niño Dios, es un modo como la
familia y amistades se reencuentran. Sin duda el pesebre andino, es un símbolo de la
tradición religiosa del cristianismo, pero la hallaca sirve como especie de bandera religiosa
para la reunión de todos, sin importar el credo profesado.
Esta fiesta de diciembre pasa a ser el encuentro de los pequeños, de los mayores, de
amistades, de todos. La hallaca es fiesta de recuerdos, de alegrías, de tiempo pasado y
emoción del porvenir. La risa, los juguetes, los brindis, los abrazos se cobijan, al igual que
el guiso del plato decembrino, con el manto de la hoja de cambur o plátano, para guardar
a la familia en su entorno, en su vida.
La hallaca agudiza lo sentidos en los hogares, para los días de su elaboración deben salir
de los baúles y de los rincones muchos instrumentos de uso esporádico, todos hacen falta;
hay que picar, amasar, mezclar, adobar, contemplar muchos ingredientes, para mezclarlos
y acomodarlos a gusto de cada grupo familiar, sazonarlos con delicadeza y particularidad
de la parentela, hasta el sabor cerca de la herencia de la mamá, que sin duda es el
timonel de la culinaria venezolana.
La elaboración de la hallaca requiere mucho espacio, su labor transforma el silencio en
bullicio y los espacios los pone a vibrar. Hay que acompañar la reunión con música, con
bebidas, con algún licor, con alguna comida mientras llega el plato esperado, hace falta
ayuda y múltiple opinión, todos quieren colaborar, siempre hay algo que se pueda hacer,
las hojas, la masa, las carnes, los aliños, el vino, el vinagre, las aceitunas, las pasas, las
alcaparras, la cebolla, los tomates, los garbanzos, la sal, el dulce y otras mas, esperan la
mano para integrar una sinfonía de sabores, en un ambiente, que puede ser de adorable
desorden, por estar impregnado de tantas y tantas cosas y recuerdos, que quieren flotar,
no quieren quedar guardados, necesitan sobresalir, por eso esperan esa mano familiar
para pasar a ocupar el lugar que corresponde.
En la elaboración de las hallacas nunca faltan, los comentarios y hasta discusiones de las
diferentes recetas, que si la masa debe tener mucho o poco aceite, que si amarilla o
blanca, con onoto o sin onoto, sobados a mano o con máquina. En el guiso dos o tres
carnes, la amarga alcaparra entera o molida, con gordo tocino o sin el, que si lo mueven
con cuchara de palo u otro aditamento, que si le meten la mano sola o con guantes, o con
cuchara. Lo cierto es que se presenta mucho disimulo para no hacer visible el manoseo del
guiso. En el momento de envolverla, que si hoja lavada o limpia con paño, una o dos para
tapar el pastel, así no se dobla, venga para decirle como es, y otras gratas e interminables
disquisiciones decembrinas y culinarias.
En el espacio para hacer hallacas es necesaria una cocina, puede ser una simple topia de
piedras para hacer un fogón y cocinar con leña, una estufa, un mechero o cocina con gas,

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pero también hace falta una vasija, recipiente de barro; un perol, recipiente de metal; una
paila, caldero metálica grande. Cualquiera de ellos cuanto más grande mejor, porque se
sacan cuentas y si el recipiente es grande, en una sola cocinada pudiera cocerse hasta
doscientas hallacas, facilitándose el trabajo.
Después, como en las culturas más antiguas todos en derredor del fuego, para una
inquietante espera que llegará a su término solo cuando la dirección culinaria de la dueña
del lugar, que con dulce y fuerte autoridad de su veredicto. Ésta, prueba con deleite una
primera hallaca que sale mojada, humeante, tierna, caliente y bien cocida de la olla; con la
hoja verde fresca como si nunca hubiese hervido a borbollones, indicando el fin de la
cocción, y así poder llegar a saborear lo que hace un año no se prueba.
Las costumbre van adaptándose al tiempo moderno, antes de la década del cincuenta del
siglo pasado, cuando apenas llegaba la electricidad y las neveras, las hallacas se hacían
desde el día anterior para le cena de nochebuena, las pocas que quedaban se colgaban
para conservarlas apenas unos días. Ahora la hallaca refrigerada alarga su compañía y
sirve como un plato fácil que apenas hay que calentarlas, o comerlas hasta frías, cuando
se llega en la madrugada después de unos tragos y resulta riesgoso enterar a la esposa del
trasnocho.
La multisápida, como la llamó un conocido político, en sus variados sabores, parece
encerrar el alma de los sentimientos de los venezolanos. En ese plato podemos degustar:
dulce, salado, agrio y ácido. Pudiéramos expresar que en el dulce se acompaña el amor, la
alegría y la nobleza familiar. El salado, es como el sabor del trabajo y esfuerzo de todos los
días de las manos, brazos y corazón de un pueblo que quiere vivir libre y feliz. El agrio,
semeja el amargo de las angustias e incertidumbres, que parecieran quieren arropar el
ambiente donde nos desempeñamos. El ácido, sería como los momentos de llanto, que
aún naturales llegan como el fin de la existencia terrenal.
La hallaca simboliza una hermosa tradición, que debería guardarse para siempre, es como
un renacer de la cocina, como un homenaje a las madres que son las principales
impulsoras y defensoras de tan sabrosos, exquisito y anual plato venezolano.
La hallaca necesita especial disposición para acometer la tarea de su elaboración,
considerando la compra de los ingredientes, la logística propia de ese oficio, con sus
detalles, se estima que una familia promedio de unos cinco o seis miembros, con algunas
amistades, hay que dedicar unos dos días para la elaboración de unas doscientas hallacas.
Dicha larga tarea me pone a pensar aquel conocido pasaje bíblico que dice “dejaras a tu
madre y a tu padre para formar un nuevo hogar”, principio de la ley natural, practicando
cuando también lo hicimos y dejamos la casa paterna.

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No obstante, cuando se es padre, se quiere aún cuando sea de manera ocasional, estar
con los hijos, con la descendencia. Se comprenden las responsabilidades y obligaciones
particulares, pero la aspiración para el amor y cercanía de los hijos parece ser infinito. En
diciembre cuando por casi cuatro décadas se protagoniza la alegría de la fiesta de la
elaboración de las hallacas, también se espera dejar la rienda, casi como una herencia,
que la descendencia asuma el compromiso, también con ello se cumple principio de la ley
natural.
Pudiera ser interesante participar como un simple invitado, como parte de la familia, creo
que se puede comprender que las fuerzas disminuyen, la tarea de la hallaca tiene mucho
oficio. Es importante que paulatinamente los más jóvenes de la familia, palpiten con la
emoción ya vivida y ayuden para quitar peso al camello que quiere retirar parte de la
carga para hacer más liviano el camino que el señor nos pueda tener permitido para vivir.
Alguien debe mandar. La tolerancia es un precepto cristiano
pero se requiere de un jefe. Toda fiesta la precede una gran alegría, es el
encuentro con los ausentes lo que produce tanta motivación, lo que pasa es que la
realidad a veces es como un tropezón; pensamos, estarán tranquilos con la disposición
para el alojamiento, las comodidades, las camas, las sillas y otros detalles serán
suficientes. El televisor imitará al que tienen en su casa, igual o más pequeño con una
hermosa panorámica, un control y canales iguales o parecidos como los de su
habitación,… y el colchón, tan grande y mullido, o una chinchurria para no pensar, ni
dormir. El calor, el aire acondicionado para ventilar todos los días y poder sentirse como el
rey que cada quien se cree.
Y la comida a la hora, integral orgánica o común y silvestre, por lo menos algunos lo
podrán pensar, será mejor comer pasteles para poco molestar o tragar lo que frente al
plato tengan a bien hacer llegar. Las hallacas con una hora especial, el problema es su
elaboración, mucho trabajo después de un año para esperar y clamar; mejor comprarlas
para no tener que valorar y el tiempo alcance para las películas u otra diversión. Pero
evitar la integración con los asuntos de la casa, la familia hay que dejarla gozar, limpiando,
cocinando, lavando, planchando, barriendo y horneando para todos los gustos y así
miradas satisfacer.
Siempre hace falta un gobierno, una orientación, alguien que mande u oriente, programa
que pueda servir de guía para repartir emociones, tareas y la manera de vivir. Otros de
manera natural deberán atender y obedecer, es posible considerar, que al visitar la casa
de los abuelos no faltarán chocheras, como lo dice la Biblia, y respetar algunos procederes
de la edad, en otras palabras entender y considerar los años vividos para su crianza,
formación, educación, con un desmesurado amor y dedicación. Cualesquiera que piense
estas cosas, por amor filial, las entenderá y con alegría sonreirá y dará de su inteligencia

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un centavito para agradar, para dar, para querer, para comprender y nunca para
asombrar, con disimulado y solemne desprecio, no ocultar sino aprovechar para resaltar
su inconformidad, la falta de ponerse a su tiempo, y hasta olvidar las normas del lenguaje,
que de oírlo Maestro Carreño, se sonrojaría.
En familia nada como la autoridad natural de los padres, ellos disfrutarán de la
comprensión y dulzura de sus hijos y otros familiares de sangre o políticos; por eso, esa
autoridad, es casi indispensable, hay que entenderla, de no existir como parece suceder
cuando los años por edad son muchos, me parece que empieza a resultar un pequeño
desorden, que a lo mejor por no molestar a nadie, se pierde el preciado tiempo y puede
resultar incomodo. Recomiendo una autoridad clara precisa, dulce, tranquila, permanente
y así hacer del orden, un compañero permanente, ejemplo para los menores y una justicia
sencilla, pero que no falla.
La naturaleza y su creador que tan generosos han sido con mi persona, lo digo porque es
verdad, cuando alcancé los 40 años mi oficio en su máxima expresión era mandar,
gobernar, dirigir, orientar, aconsejar, encaminar, decidir y otras acciones que corresponde
a los que nos toca tomar decisión y resolver sobre disimiles, complicados y hasta fáciles
asuntos. Ahora, todos hablan mandan y recomiendan, claro está que no debo resolver
sobre casi nada, eso de por si no es malo, para vivir en tranquilidad, paz y de manera fácil,
la receta empezaría por no tener que decidir, resolver y tomar la responsabilidad, otros lo
quieren hacer y hay que dejarlos para que se sientan bien, aprendan y drenen la fuerza de
la madurez de la edad y existencia.
Quien tiene la razón. Este es el título de un programa de televisión que dirige la
Dra. Nancy Álvarez, de esa modalidad hay varios programas en diferentes canales. Diría
que están de moda, pero también puedo afirmar que este programa en particular es un
entretenimiento de altura y su conductora lo hace con mucha propiedad y personalidad,
de manera profesional.
El caso es que se me ocurre y así lo conversé con mi esposa e hijo Germán, que lo que nos
está pasando, tomándolo de manera jocosa, se constituye en un tema como para elevarlo
a consulta de ese programa ¿Quién tiene la razón? Sucede que por un hecho natural, los
hijos se alejan de la casa, a todos nos ha pasado, nace una nueva familia independiente
y autónoma, lo considero un bien indispensable y formador de otra familia, más
todavía, es una acción creadora de nacionalidad y personalidad en el mundo en que
vivimos, y muy positivo para el crecimiento espiritual, moral y ético del país.
Como antes adelanté y exagerando de manera interesada, relato lo que está pasando
entre las familias que primero vivían distantes, pero luego por una circunstancia muy
especial ahora resultan vecinos en diagonal, de una a otra vivienda hay una cifra menor a
cincuenta metros. ¿Qué sucede? primero, una cálida disputa para lograr que los nietos

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pasen el mayor tiempo posible con los abuelos en su casa, como eso no ha resultado fácil,
otras iniciativas se ponen a funcionar, repetidas visitas a la casa de los hijos y nuevos
vecinos, alguna vez la abuela, en otra ocasión, el abuelo, recorren la corta distancia hasta
aterrizar donde están los nietos; se pueden encontrar haciendo tareas del colegio,
jugando, viendo televisión o en otra ocupación. La clave estaría en insistir hasta lograr la
compañía para el regreso donde los abuelos.
Como anécdota, alguna vez olvidé las llaves de la casa y esa fue la excusa perfecta para
almorzar con los nietos. A veces en un afán de supervisor, se toca la puerta para preguntar
que hacen y sentarse a mirar y de paso conversar. Cuando llegan del colegio la abuela
inventa tarea en las afueras de la casa para correr a mirar de lejos a los nietos, se ha dado
el caso que en la madrugada como a las 6:30 am cuando parten a la educación, los
abuelos corren para ver la partida y dar la bendición. Alguna vez hasta los abuelos les
otorgan limones para un guarapito para aliviar la gripe; se busca en la vivienda del hijo,
oportunidad para mirar los nietos y saludar por quinta o sexta vez en un día.
También ha pasado que los nietos de mandaderos vienen a pedir rampluses verdes,
clavos, tornillos o destornilladores, el problema estriba en que les resulta muy difícil
regresar y, al poco tiempo el papá viene a ofrecerles pela para que agilicen el mandado.
Muchos otros episodios han provocado una tirantes entre las familias, ya no disimulan
para advertir de manera suave y sin rencores que perturban un poquito, pero el asunto se
complica, pruebas hay que cuando suena el teléfono, de velocidad lo descuelgan,… pero
alguna vez oímos una lejana voz que decía, “si son los abuelos no conteste tranque la
bocina”.
Puede suceder que se toca el timbre, el perro ladra, el televisor encendido, las ollas
hierven y despiden los aromas del almuerzo, los carros estacionados, y no es posible que
abran la puerta ante insistentes llamados, tampoco contestan. Hemos indagado si
molestamos y, marido y mujer, mirándose al unisonó, con voz y modales casi como
inventados, cambiando el semblante y con cara larga afirman que “no por nada”; un día
de estos, cuando tengamos una rumba, le llevamos a los nietos para que los bañen, les
den de comer y los cuiden hasta el otro día.
Espero que tengan paciencia con los abuelos, no tomen esto en serio, pero si
recomendamos estudiar muy profesionalmente la proximidad de la familia cuando los
nonos vivan a poca distancia. No es mentira la alegría que se siente por la proximidad de
los que inician, trabajan y adelantan un hogar para la familia y el país, pero ojalá que los
viejitos, ya con nietos, no resulten como los que la suerte nos ha puesto tan cerca, es
verdad que podemos ayudar a los mayores pero no abusen de ese ir y venir entre una y
otra casa, porque cualquiera se puede molestar y hasta fastidiar.
Y si esto último no resulta conviene ir al programa ¿Quién tiene la razón?

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Mérida, 7 de enero de 2014. Relaciones escritas, acercándonos a
la verdad. Deben ser cortas, precisas y objetivas. Doctrina para
la constancia, dejar evidencias y seguir un correcto orden
DOCTRINA. La palabra doctrina con sus múltiples acepciones de cultura, enseñanza,
instrucción, educación, ciencia y método, se adapta para el propósito de utilizarla para
referirme al procedimiento empleado para el desarrollo de todo el trabajo realizado por
más de tres años del Equipo de Diagnóstico y Proyección Vial del estado Mérida, del
Colegio de Ingenieros y la Universidad de Los Andes. Proyecto que arrojó, con éxito,
fundamentales propuestas viales para un mejor y mayor desarrollo, desempeño vehicular
y de interrelaciones urbanas y territoriales del Área Metropolitana de Mérida, la
interconexión por túneles entre el valle del río Chama y los llanos occidentales del Barinas,
entre otros. Se resalta que este apartado, por ser considerado de sabia enseñanza de una
vida, ha sido incluido en le sección de Reflexiones de la Revista Ecodiseño y Sostenibilidad
10(1): 2018.
Una doctrina (del latín doctrīna), es un conjunto global de concepciones teóricas
enseñadas como verdaderas por un autor o grupo de autores (Echegaray, 1887). La
palabra tiene muchas dimensiones, pero en este caso prevalece la científica, la social y la
económica, pudiendo abarcar otras.
Etimológicamente hablando, doctrina es la enseñanza que se da para instrucción de
alguno. Ciencia o sabiduría. La opinión de alguno o algunos autores en cualquier materia.
En particular, este caso se corresponde con el procedimiento establecido para la
formación de un equipo técnico, trabajando con sentido de grupo interdisciplinario, con
inmensos deseos de cooperación, con respeto, comprensión y responsabilidad, con la
pretensión de realizar un estudio sobre infraestructuras viales.
INTRODUCCIÓN. Pilar cardinal de la información que sigue, se respalda en la escritura, o
mejor, dejar prueba legible u observable de las actuaciones que se realizaron en
diferentes niveles y actividades del devenir en un tiempo determinado. La subcultura, que
nos puede invadir o corresponder a todos en menor o mayor grado, es fiel compañera de
imprecisiones, se hace amiga del ridículo, del miedo y el “quedar mal”. Por eso, el método
muchos lo esquivan, se le tiene desconfianza a lo escrito porque queda la prueba de lo
actuado. Cuando se hace la exigencia de cero cuentos, todo por escrito, se descubre lo
antipático del proceder.
Corregir es una acción para ayudar, lo de mayor conveniencia es hacerlo entre dos, sin
testigos, sirve para enseñar, se convierte en una demostración de afecto pretende la

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superación del interlocutor, es posible que derive en un diálogo para intercambiar
conocimientos.
Su Santidad el Papa Francisco en una Homilía en Santa Marta el 12 se septiembre de 2014
(Evereigh, 2015), dice: “El hermano que se equivoca debe ser corregido con caridad”, y
define, “1. Corregir con caridad; 2. Corregir con la verdad; 3 .Corregir con humildad”.
Por eso, cuando el método de todo por escrito, es una exigencia, estamos dejando el
rastro que nos ayuda a la verdad, va contra la mentira y se convierte en una especie de
autocorrección, definiendo así una poderosa herramienta de lo bueno preciso y correcto.
Una máxima anterior decía: “el que tiene el dinero tiene el poder”, ahora es “el que tiene la
información domina el poder”. Todo por escrito es progreso barato.
EXPLICACIÓN GENERAL. En el año 2000, se realizó una encuesta de carácter mundial para
conocer cuál había sido la mayor invención de esos años de historia. Ganó la imprenta del
alemán Gutenberg, ganaron las letras, ganó lo escrito.
Es una suerte llegar a viejo, mejor, es un regalo divino, una gracia que Dios nos concede,
poder arribar a una edad avanzada; los años muchos o pocos, nos dan la oportunidad de
adquirir experiencia, conocer con mayor propiedad tantas cosas de este mundo
complejo pero hermoso donde vivimos, pero en la medida que los años avanzan
también crecen las obligaciones, las deudas con el prójimo con los demás, tenemos una
sociedad que espera muchas enseñanzas, muchos conocimientos, mucha comprensión.
El mundo en que vivimos lo domina el conocimiento humano, la ciencia, el saber, el
conocer, el poder dar respuesta a tantas interrogantes y preguntas que a diario se
presentan, es una obligación de todos y para todos.
Los más viejos, los de mayor edad, estamos en la mira. Los jóvenes pueden pensar que por
nuestra culpa, por indiferencia, por falta de experticia, el país se estancó, los mayores
responderán ante los menores por la desigualdad, por el atraso, por la pobreza, por los
olvidados, por los excluidos. Es verdad que la organización política del país está obligada a
responder para suplir las deficiencias, pero el país está atrasado, me luce que en
retroceso, nos quedamos atrás; los vecinos nos van superando, caso de Colombia, Perú,
Brasil, el Ecuador dolarizado y Chile se despega. La diferencia está en la educación, en el
conocimiento, alguna vez oí que Internet era un invento del demonio, se nos compara y se
nos quiere hacer parecer a un país dominado por dos hermanos por cincuenta y cinco
años; por cierto, la última geografía en ser liberada en América y donde la mano del
vecino, Estados Unidos de América, debió ayudar para independizarla a Cuba de España.
Convencido estoy que el conocimiento humano debería ser la máxima aspiración de
nuestra raza, de nuestra gente, de nuestro pueblo, de los excluidos, como hacer para
contribuir, para colaborar en algo, la respuesta es difícil, pero me niego a ser indiferente,
soy un hombre público y siempre he querido ser muy claro y transparente, me gustaría

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ser para el conocimiento como una esponja que nunca se llene, con una capacidad casi
infinita, debo decir que tengo mucha sed por el conocimiento, por algo nuevo dejo de
mirar, de oír, de atender, me interesa lo útil que puedo aprender y, esos conocimientos
no son para guardarlos o egoístamente atesorarlos, los quiero para enseñarlos para
ponerlos al alcance de quien lo pueda necesitar, es posible que muchos de los que me
conocen pueden dar cuenta de ese proceder, no lo digo por auto alabanza, la confesión es
para que se entienda parte del método de vida que he querido seguir.
La presidencia de la Corporación de Los Andes (Corpoandes) ejercida en el periodo 1981-
1983, me encontró con una experiencia recogida después de ser gerente del Programa de
Ganadería de Altura (PROGAL) y director de La Región Los Andes del antiguo Instituto
Agrario Nacional (periodo 1980-1981), en este último cargo, con una diaria atención de
mucho público proveniente casi todos del sector rural, pero con un manejo gerencial de
mucho vuelo, capacidad y poco efectivo. Mucho hablar, mucho cuento y falta de tiempo
para actuar, ese esquema no me gustó. En Corpoandes supe de un colega, ya fallecido,
que recuerdo que me dijo que él había optado por tener un cuaderno en el escritorio y
procuraba anotarlo todo para no olvidarlo.
Cuando estuve en Corpoandes inauguré un cuaderno, con una relación resumida de los
diarios sucesos. Un día le empecé a decir a los que me visitaban para exponer problemas,
pretensiones, peticiones y, otras, que no quería cuentos, las escuchaba con la mayor
brevedad sus planteamientos, y al final, todo concluía que su petición para que fuese
válida debería ser por escrito. El tiempo se empezó a alargar y a rendir, parecía que el reloj
iba despacio, empezó el tiempo a sobrarme, los cuentos sin trascendencia de la gente lo
consumía, no había cabida para el chisme o la libre interpretación, me quedaba espacio
para visitar oficinas, preguntar al personal, hablar a mi gusto con la gente e ir por toda La
Región de Los Andes.
Ese esquema de trabajo lo implementé cuando asumí la Gobernación del Estado Mérida
(periodo 1983- 1984) y diputado del extinto Congreso Nacional como presidente de la
comisión de política exterior (periodo 1993- 1985); todo se vaciaba en planillas con un
recuento de fechas, personas, lugares, horas, peticiones, las cuales eran casi imposibles de
olvidar; estaban escritas, todo llevado con orden y claridad.
Para no hacer muy largo el cuento, narraré de manera esquemática que eso después lo
mudé a mi vida privada y a la gestión de la hacienda La Ganadería Atalaya, localizada en
las cercanías de la población de Jají. Llegué a pensar que sin información era imposible
progresar, hoy día lo creo con la mayor fuerza, bastaría decir que de la información se
nutre la estadística, de allí salen los promedios y el análisis sistemático de todo. He oído
decir que el éxito de los norteamericanos y muchas otras naciones, se debe, entre otras
actividades gerenciales estratégicas, a sus estadísticas de varias centurias.

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No puede causar risa que se lleve una relación en un hogar, en algunos casos sirve para
cumplir con la ley, como en el caso de las mejoras de ampliación de infraestructuras
familiares. No redundaré en otros ejemplos porque creo que por si solo se entenderá.
En la finca Ganadería Atalaya, se abrió un diario en un cuaderno, donde todos debían
informar las novedades diarias, no se admitía el cuento. La apertura data del 26 de mayo
de 1988, al poco tiempo, el progreso del negocio se hizo notar. Luego desde el año 2007,
el diario se convirtió en electrónico, vaciado en Word para facilitar la búsqueda, y el
mismo, se llevó hasta el año 2011; van dos años interrumpidos porque me encargaba de
transcribir el cuaderno y no he podido continuarlo.
Con el diario en la finca aprendí mucho, algunos que medio sabían escribir al tener que
hacerlo entendieron el sentido de ser alfabeto. Algún trabajador, cuando se retiró, me dio
las gracias por haberlo puesto a escribir, me contó con satisfacción por tener que escribir,
y expresó: “encontré un instrumento conocido, que para mí, hasta la llegada a este
trabajo, nunca tuvo utilidad”.
El diario o bitácora de trabajo, como una relación permanente de sucesos, es una
manera educada, cómoda, suave y de testimonio para mandar y gobernar. El diario se
convierte en una memoria que impide olvidar e identifica la participación e interés en
un trabajo o labor. El diario se convierte en prueba e impide o ayuda a evitar las
acusaciones por arrebato o mal momento. El diario sirve para acusar al superior por
olvidar, por retrasar o por indiferencia. Con el diario se vigila al jefe, al responsable y al
trabajador u operador. El diario se convierte en idóneo instrumento para superar una
actividad, problema o dificultad que frena una determinada labor. El diario atenúa
desacuerdos y otros problemas que se presentan en una dirección colectiva. El diario
requiere registros adicionales para sistematizar y computarizar la información
requerida.
Hay en la finca una base de datos para registrar la mortalidad de los animales bovinos, lo
que ha permitido saber sobre su frecuencia y otras características. Las máquinas, motores
y otros equipos, tienen un registro riguroso de su mantenimiento. Igual que el uso de la
planta eléctrica.
Tengo bases de datos personales donde se puede saber el número de vehículos
conducidos, con el total de kilómetros recorridos. Parecido con las computadoras y
teléfonos celulares. En varios años el diario y otras relaciones de la finca se integraron al
informe anual, por cierto, nunca recibí ningún comentario de esa modalidad, ni tampoco
cuando se utilizaron evidencias del diario para pedir opinión a los miembros de la
compañía.
Espero que esto sirva de explicación para una actitud que es parte de mi vida, que la
recomiendo y la considero muy útil, muchas de esas relaciones, si Dios me ayuda, quiero
que sean parte de un libro que aspiro poder publicar, aspiro que ese inmenso trabajo no

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se me quede en el tintero. Sería bien importante, poder encontrar consejos, comentarios
y orientación de la familia en esos tópicos disimiles, pero no ajenos a la vida diaria y
familiar. Es posible que deba haber un cambio porque la única respuesta, muy de vez en
cuando, es que no tengo tiempo para leer, no quisiera que me vaya de la vida sin que mi
familia me termine de conocer. Toda la tolerancia que haga falta, y si todos haláramos la
misma cuerda y en igual sentido, aprenderíamos más, sonreiríamos mucho, mucho,
mayor felicidad, tranquilidad y salud.
Doy gracias a Dios por mi familia, por la bondad de todos, por el amor que me dan, por la
comprensión de todos ustedes, pienso que lo tengo es parte de lo ganado. Los excesos
nos pueden llevar a cometer errores, imprudencias, por tanto hablar, por comentar en
exceso, pero dispuesto estoy en recibir regaños a los que enfrentaré con tolerancia,
con silencio, hasta que este terco, logre enderezar. No se olviden de escribir y llevar en
relaciones particulares, muchas de las actividades de la diaria existencia, ese método se
convertirá en un aliado para ganar tiempo, para suavizar, para sonreír, para servir y para
aumentar la conciencia de diaria existencia.
UN EJEMPLO DE APLICACIÓN PRÁCTICA DE LA DOCTRINA DE TODO POR ESCRITO
Cuando iniciamos los trabajos en el Equipo de Diagnóstico y Proyección Vial de Mérida,
convenio tácito entre el Centro de Ingenieros de Mérida (CIEM) y profesores de la
Universidad de los Andes, se empezó a aplicar un esquema que surge de la experiencia
antes narrada, el método puso en práctica aspectos elementales y sencillos, debo decir
que sin someterlo a consideración, hacía una evaluación personal y racional, y como
observaba que no había reparos de ninguna especie, se continuó aplicando de manera
permanente y prudente, buscando si se quiere impactar a los asistentes.
A continuación se presenta un listado general de los puntos tomados de manera racional,
sistemática, permanente o inquebrantable para realizar las reuniones y presentar los
resultados de las mismas:
1. Reuniones semanales.
2. En lo posible siempre en el mismo lugar, igual día de la semana y a la misma hora.
3. Empezar la reunión a la hora pautada.
4. El local de las reuniones bien equipado para la comodidad de los asistentes,
mobiliario con sillas y mesas para el mejor rendimiento del público. Tener agua a
disposición de los asistentes y si es posible café.
5. Utilizar equipos audiovisuales modernos, por tanto el lugar de la reunión deberá
tener las facilidades para el uso de los mismos.
6. De cada reunión se levantará la asistencia por escrito en planilla que contenga,
fecha, nombre de asistentes, teléfono, dirección de correo electrónico y la firma de
cada persona.

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7. De cada sesión se levantará una minuta donde se especifique, lugar, fecha hora,
asistentes por orden alfabético, relación breve del tema de cada conferencia.
También contendrá las láminas presentadas en las conferencias, dos diapositivas
por cada hoja. De igual manera dibujos, bocetos u otro material presentado por el
conferencista.
8. La minuta de cada sesión se remitirá por correo electrónico a los asistentes a esa
reunión y a las anteriores, en un plazo máximo de tres días después de efectuada la
presentación.
9. Las reparaciones a las minutas se harán por escrito.
10. Al inicio de cada nueva reunión semanal se presentará en proyección la minuta
anterior, así como los reparos formulados previamente por escrito.
11. Cada presentación se estima para un lapso máximo de cincuenta minutos.
12. Las reuniones no tienen un plazo máximo de duración, pero se recomienda no
excederlas de dos y media hora de extensión, incluyendo el lapso de intercambio de
preguntas y respuestas luego de la presentación de la conferencia.
Transcurridos cerca de tres años de reuniones, y habiendo logrado cerca de sesenta
conferencias, con la asistencia de unos ciento sesenta invitados, donde muchos expertos
de la mayor calificación en la ciudad de Mérida aceptaron sumar su colaboración; algunos
como asistentes consuetudinarios, otros de manera esporádica, con la memoria de todo
los materiales guardados en minutas con el esquema antes especificado a través de un
denominado Comité Editor compuesto de ocho profesionales que demostraron el mayor
interés a lo largo del tiempo de las presentaciones, con la inestimable ayuda del Centro de
Ingenieros del Estado Mérida (CIEM), la Fundación Leopoldo Garrido Miralles y la
Universidad de los Andes (ULA), se logró producir un libro de cerca de 1400 páginas, con
participación de 27 temas diferentes y unos 50 autores, considerado como una ofrenda
para las propuestas de solución a problemas de vialidad para el estado Mérida, la Región
de los Andes, para Venezuela y con proyección a la Comunidad Andina de Naciones.
La contribución lograda con fundamento en la inspiración en desarrollo sostenible
integral, buscando miles de empleos, impulso para nuestro pueblo, estimulo para un
verdadero programa de desarrollo humano, social y económico. En resumen, se abrirá la
mayor ventana para cambio de mentalidad, que al final se convertirá en la vía definitiva
para el desarrollo cultural, el único y verdadero desarrollo que existe.
El siglo XXI, debe encontrarnos para entender la modernidad y competitividad que
encontramos fuera de nuestras fronteras. Se piensa que así como los ingenieros y
profesionales afines concretaron una propuesta de esta magnitud, la sociedad civil
representada en los gremios profesionales y asociaciones de carácter intermedio,
siguiendo la DOCTRINA, aquí descrita, pudieran contribuir con grupos para propuestas en
favor del país, para someter a consulta, trabajo y estudio aspectos que tengan relación

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con la fuerza gremial, que representan cada una de sus instituciones colectivas o
corporativas.
Mérida, 13/02/2014. Meloso trapiche. Algo de economía propia –
Crónica. Tuve la suerte de vivir y crecer en una hacienda con una casa muy grande,
había casi de todo, quedando plasmadas escenas de costumbrismos propios del
momento, pero en esta especie de crónica me voy a referir especialmente a la economía
propia y al trapiche.
La mayor suerte estuvo en el hecho de poder relacionarme con la gente del lugar, podían
ser trabajadores, vecinos o amistades. No se puede vivir aislado, siempre he pensado que
la personalidad de cada quien tiene como primer sello la familia, pero el entorno que
nos rodea, humano, animales, naturaleza y la educación de la casa y escuela, terminan
de armar la obra de fabricar un ciudadano universal. Con humildad declaro recordar a
gente que tuvo que ver con todas estas cosas: Antonio Angulo, Adela Monsalve, Ramón
Luzardo, Jesús Araque, Noé Angulo, Antonio Rodríguez, Azael Carmona; Catalina, su hija
Gladys y sus nietos; Juan Quintero, el chácaro José, Ramón y Teodolinda Vega, Clemencia
y Sénior, Ofelia, Filomena, Reyes Vielma, Emeterio Peña, Publia y familia, Juan Flores,
Marcelino Puente, Efraín Plaza y muchos otros. Hasta hace poco todavía visitaba mucho
de estos amigos, poder cultivar amistad con ellos, significaba beber de su cultura sencilla
humilde y sincera, era descubrir la variedad humana y darle rienda suelta a la pluralidad
donde se encuentra el real y auténtico humanismo, que no se puede olvidar y, que
permite hablar de todo corazón de estos pasajes y vivencias.
Oí decir muchas veces de pueblos, fincas y otras propiedades que tenían una economía
propia, y agregaban, aquí solo hay que comprar la sal para los alimentos y el ganado.
Antes por la falta de comunicación y dificultades del transporte era una obligación, para
procurarse los alimentos del diario sustento, producirlo en el mismo lugar, por eso en los
predios, había gallinas y pavos para la postura frita o en perico, o los blancos y esponjosos
suspiros, y como fuente de apetecibles aves, también, la gallina para consumir en las
dietas de cuarenta días cuando la señora de la casa, con la ayuda de la comadrona, traía a
la luz de la existencia en un nuevo parto, otro vástago para la familia.
No faltaba una vaca, una cabra o hasta una burrita para la producción de leche que solo
consumían los muy infantes, pero que utilizaban para transformarla, primero en suave y
fresca cuajada o en queso que luego ahumaban en una zaranda arriba de la cocina de
leña; el queso ahumado adquiría un sabor intenso, y lo alejaba para que algunas plagas no
pudieran desayunarse con ese producto. Estando en la zaranda, tampoco los ratones se
atrevían, el humo y el calor impedía que se lo comieran.

28
Había los cuadrúpedos para la carga, podían ser bueyes que servían para arar la tierra y
para llevar con una enjalma en su lomo un peso hasta arriba de diez arrobas o cien kilos;
mulas o caballos para llevar bultos u otras cosas, y las montura o silla para los jinetes.
Éstos, fueron los antecesores de los automotores de dos o cuatro ruedas que hoy todos
sueñan y anhelan tener. Un buen caballo o una mula era un lujo, los cuales se podían lucir
enjaezados con los más finos y exclusivos aperos; para esos animales los mayores y
mejores cuidados de alimentación, procurando siempre que tuviesen las herraduras o
casquillos para mejor pisar en los difíciles caminos, de superficie irregular con piedras
sueltas, con quebradas, con barro, zanjas y huecos, o a veces empedrados y resbalosos.
Bajo ese esquema debían estar listos para el camino, para resolver las diligencias de
transporte y traslado de las familias y las comarcas. Recuerdo un señor que decía “tengo
un caballo tan bueno, rápido dócil, con tanto brío, que si en el momento del desayuno
faltaba la sal, rápidamente desde cualquier aledaño se podía ir al pueblo, a Jají, a comprar
la sal”. La demora por la calidad y premura de esa bestia, no sería casi nada.
La carne provenía del pesero del lugar, que compraba por algunos pesos (para esa fecha,
cuatro bolívares equivalían a un peso) un animal en el vecindario, luego de apuñalado y
desangrado, se colgaba en ganchos, para empezar la faena de la venta. Las piezas se
cortaban directamente de los miembros colgados, en porciones pequeñas según lo que
llevaban los compradores. Del animal todo se utilizaba, la sangre con algunos aliños y con
parte de la tripa del animal se convertían en negras, pero sabrosas morcillas. Los sesos
después de una trepanación con hacha, para sacarlos, de la cabeza del animal, se podían
revolver con huevo batido o freírlos puros para un delicioso plato. Las patas servían para
hacer los famosos dulces andinos llamados aliados o templones, y hoy, llamadas, gelatina.
El mondongo se lavaba hasta con cal para quitar el mal olor, y después se hacía una sopa
denominada mute o chanfaina, la cual era y es muy demandada, en estos tiempos suena y
sabe muy bien, los callos a la madrileña. El cuero se retiraba, salaba y se alistaba para
vender, recordemos que hubo una época en que la venta de cueros al exterior se
convertía en ingresos de divisas para el país.
No había pan, se sustituía por maíz, plátanos, cambures, papas, apio, yuca, auyama u otra
verdura, las cuales a excepción del maíz, se comían sancochados o hervidos, alguien me
dijo una vez “plátanos al vapor”. El maíz, es el ingrediente básico para las arepas, el pan
de Venezuela, ha sido lento generalizar el consumo de las mismas en otros países, pero los
venezolanos extrañamos mucho ese plato tan criollo, por cierto vi en la TV que la arepa
había ganado un premio como el mejor desayuno del mundo.
Los granos como, caraotas, frijoles, arvejas y arvejones, muy ricos como energéticos, tal
vez poco se sabía que algunos de ellos suministran mucha proteína y en general son
alimentos para conservar fuerzas, lo cual evidenciaba sus cualidades alimenticias. Es
verdad, pocos conocían lo de las proteínas, pero seguro que si por propia experiencia,

29
sabíamos que su consumo era la ayuda o el “remedio” para producir olorosos y
repugnantes gases estomacales.
El café se producía o compraba en el vecindario, se compraba sin tostar; el de mejor
calidad se vendía para aprovechar su alto valor, en las casas se consumía el denominado
pasilla, mamón o granos negros. Cuando se adquiría tostado se llevaba en vasijas
pequeñas para guardarlo, nunca hubo mayor problema, con esta energética y aromática
bebida, en todas las casas se tomaba café colado en una bolsa de liencillo, simplemente se
ponía el café molido y se le añadía agua hirviente. En las mañanas al madrugar era casi
como un rito tomar el café en la cocina, cerca del fogón; igual por las tardes para levantar
y estimular el ánimo al pasar la dura y diaria faena. Resultaba muy raro tomarlo
recalentado. En aquellos tiempos, las bolsas de papel eran una rareza, casi no se usaban,
tampoco había paquetes para almacenarlo.
Las frutas se consumían de manera casual, tenían poca importancia, había cambures
maduros, naranjas, lechosas, mandarinas, piñas, moras y otras. Los muchachos pedían
permiso para entrar a una propiedad ajena para tumbar naranjas, en general tenían poco
valor, en muchos casos se acostumbraba intercambiar con los vecinos como pequeños
obsequios entre la comunidad.
Las hortalizas casi no se conocían, la lechuga no había llegado y cuando aparecía sobre
una mesa, no faltaba una hiriente opinión que la consideraba como pasto para las vacas;
otros vegetales no llegaban al comedor de las moradas, no había la costumbre, la cultura
de consumirlas no existía, todas las ramas que hoy día se generalizan, hasta se
consideraban como monte. Muy distinto a los tiempos de ahora, toda buena mesa debería
empezar con hortalizas de hojas frescas, convertidas en apetitosas ensaladas, con
aderezos naturales.
La sal había que comprarla provenía de muy lejos, de las minas de la orilla del mar.
Recordemos que la India se independizó de Inglaterra, cuando Mahatma Gandhi a través
de una revolución pacífica por el conflicto que surgió por la riqueza de la sal, y así triunfó
sobre Inglaterra, la primera potencia mundial de la época.
Antes de la refrigeración, salar las carnes, carne roja, pescado y aves, era el método para
conservarlas, salándolas y colgándolas, y así alargar esas carnes por un tiempo mayor; el
proceso requería cantidades importantes de ese mineral, cloruro de sodio.
La sal llegaba de manera esporádica, había que cuidarla, también se usaba y usa como
suplemento mineral para el ganado, bestias mulares y caballos. Hoy día la ciencia
recomienda dieta con baja ingesta de sal.

30
Llegamos a los trapiches, al dulce, a la miel, al azúcar
Primero debo decir que en derredor de la ciudad de Mérida y Ejido había más de cien
trapiches, hasta un central azucarero hubo por iniciativa de los hermanos Briceño. Hoy no
hay central, lo convirtieron en museo, quedan ya pocos trapiches. Pero en todo el
trayecto hacia Tabay, Lagunillas, resto del Valle del Mocotíes, hasta Zea y otras zonas
andinas, todavía queda cultivo de la caña de azúcar.
Por cierto, aprendí que la azúcar, sacarosa, era el producto industrial más puro como
comestible que existe, constituido por 99 % sacarosa, y es un potente ácido que corroe
hasta los dientes.
La caña de azúcar, una gramínea anual, proveniente de Sur Este asiático, está extendida
por todo el mundo tropical. La caña tiene un tallo erecto, su cultivo tarda entre 9 a 14
meses, es exigente en agua y cuando se utiliza el riego, las cosechas son mayores. He visto
utilizar la caña de varias maneras: el tallo picado fino sirve como complemento para
alimentar pavos y gallinas; un picado más grueso, sirve para cochinos y bestias como la
mula y caballos. El cogollo, los restos de la hoja verde que queda al cosechar el tallo, sirve
como forrajes para vacas, mulas y caballos. La hojarasca que queda en el campo, al
cosecharla, sirve de combustible para quemar en las parrillas donde se procesa a base de
fuego, el guarapo que resulta de exprimir el tallo.
La caña se puede chupar por su agradable sabor dulce. Luego de la molienda de la caña
de azúcar, exprimido mecánico del tallo, se produce el dulce guarapo y el seco bagazo. El
bagazo sirve como cama en la cría de animales y también como combustible en diferentes
hornos. He visto en varios lugares que con un trapiche manual o movido con animales
muelen la caña, el guarapo obtenido es una bebida apetecible, hoy día la toman con hielo,
resulta un refresco natural. Todos recordamos que antes de la llegada del hielo, y tal vez
por la creencia de que no era saludable tomar bebidas frías, por ser malas para el pecho,
no lo podían enfriar; por tanto se tomaba como agua miel o guarapo (agua endulzada con
miel o panela).
De otra manera lo merman con calor hasta hacerlo espeso y a un punto que no se daña, lo
pueden almacenar y lo van utilizando en pequeñas porciones para endulzar café, para
postres y otros dulces. No olvidemos las largas y delgadas melcochas que venden en la
calle, resultando un dulce sano y económico.

31
Hablar de trapiche es referirse a la molienda y aprovechamiento de la caña de azúcar, el
dulce jugo de su molienda pasa por varias pailas, todas de cobre, donde paulatinamente
se va aumentando el calor y la cocción. En la primera paila, hierve por primera vez, lo cual
eleva las impurezas, las pone a flotar y resulta fácil limpiarlas y retirarlas con un ramillón.
La segunda paila, ya empieza a mostrar el guarapo de color oscuro como señal de
concentración de sus azúcares, y en la tercera, con mayor calor aparece la miel muy fina;
con la espuma de estos fondos o pailas preparan una bebida, la cual aliñan con miche
claro y la denominan “violas”, solo para adultos.
En la cuarta y última paila de cobre, con forma de olla, la cual tiene un cuello ancho pero
se reduce hacia el fondo, al haber perdido con la cocción una gran parte de agua, se
realiza la operación final del proceso. El guarapo se convierte en espesa, olorosa,
aromática y burbujeante dulce miel. Paulino, un maestro panelero, me decía que para
saber el punto de la miel, retiraba con el ramillón una cantidad como de un cuarto de litro,
la vaciaba en una pequeña artesa de madera con agua y esperaba batiendo para sacar la
prueba, del punto. Luego de batir, tomaba en la mano la melcocha y la lanzaba con fuerza
sobre la artesa de batir la panela; si esa melcochita se despedazaba, era la señal esperada
y se le decía al parrillero que parara el combustible al horno y se disponía sacar la cocha o
porción para la artesa de madera grande que tiene una dimensión aproximada de 1.20 m
de ancho y un largo de unos 2.5 metros. La miel en la artesa se batía con una inmensa
paleta de madera, se le daba vueltas para apresurar el enfriamiento y así aumentar la
consistencia, luego ese melado grueso, casi solidificado, se pasaba a hormas que
ordenaban la forma y peso de un kilo para cada panela.
Aquí vuelvo a contar un hecho de la vida real, un hermano pequeño, muy brincón,
simpático, juguetón y también mirón, por descuido, o sin explicación, observaba desde lo
alto de la artesa de la panela, cuando Paulino movía la miel hirviente; sin poder evitarlo,
cayó con un pie en la miel candente. Paulino con reflejos fuertes e instantáneos lo tomó
por el torso y lo retiró de la artesa con miel panelera. La suerte acompañó lo que pudo ser
un accidente, el zapato que tenía se endulzó de manera total, se llenó de olor con miel y
panela, pero protegió al pie de una quemadura horrible.
Como productos colaterales se obtiene de la miel los batidos o parados, los cuales se
elaboran con miel aliñada, pudiendo ser con canela, queso, hinojo y otras especies. Se
bate intensamente hasta lograr pararlo y envolverlo en hojas secas del pseudo tallo del
cambur, de donde también se obtiene el “papel”, las hojas largas desprendidas del pseudo
tallo para hacer las pacas de panela, las cuales son provenientes de las hojas
longitudinales del blando tallo de las plantas de cambur. Estos esquemas van confirmando
lo de la economía propia; a lo largo del cuento, se demuestra que el único material
foráneo era el cobre y se compraba únicamente la sal, todo lo demás, se podía sembrar,
cuidar, cosechar y elaborar con los esfuerzos de la familia.

32
Los olores y aromas que invaden el ambiente que provienen de un trapiche es como una
dulce melodía, suave y contagiosa; puede ser un impulso para los sentidos que unidos
en olor, sabor y aroma, nos hace imposible olvidar estas olorosas y ricas vivencias. Ahora
a esta edad me percato que la interpretación de algunos aspectos de la vida, pueden
cambiar con la edad, cuando era un muchacho ir a un trapiche significaba tomar el fresco
y dulce guarapo, saborear las violas, degustar la melcocha del punto y pellizcar la artesa
para comer porciones de panela; era una especie de dulce tour gastronómico, con la
gente, con sus productos, con toda la melosa cosecha del procesamiento de la panela.
Debo decir que este producto artesanal resulta mejor alimento que la azúcar, ese
producto blanquecino es únicamente sacarosa, en la panela se conserva la glucosa, otros
azúcares y los minerales, de ahí la tendencia que permite encontrar panela entera, molida
o rayada, muy apetecida para agua de panela con limón.
Hoy no es como ayer, quedan pocos trapiches, resulta difícil encontrar alguno en plena
faena, y en caso de ir a unos de ellos, creo que se produciría un alboroto sentimental, el
recuerdo de los aromas y sabores, se encontraría con la barrera de la prohibición médica
de bajar la ingesta de azúcar, seguro que se va engordar, nos crecerá la barriga, la
diabetes le puede llegar, si es que ya no la tiene u otras consecuencias nostálgicas que
sólo las almas particulares podrán describir y contar. Qué bueno sería sumar otro trapiche
para el turismo vivo en algún lugar de Ejido, ya que hay uno en el parque temático de la
Venezuela de Antier localizado en la vía Mérida a Jají. En estos espacios se puedan deleitar
todos los sentidos: los ojos, para mirar tiempos pretéritos, una tradición que no puede
perderse; el olfato y el gusto, se deleitarían con sus aromas y sabores, dando vivencia a
tradiciones culturales que estamos obligados a cuidar, enaltecer y mantener; y el tacto,
para sentir la tersa y flexible textura de sus melcochas.
TESTIMONIO. Viaje de Mérida a Valencia. 2015
Nota: esta parte comprende aspectos individuales, de actividades cumplidas durante ese
tiempo de viaje; la inspiración de su contexto vivido, me motivo escribir la siguiente
reflexión con tinte de poesía:
Una manera para recordar.
Hoy poco vale como escrito.
En un año podrá precisar y hacer reír.
En algún tiempo nadie lo querrá perder, todos los conservarán.
El tiempo que perdura, madura y revaloriza los testimonios.
La palabra se pierde, los escritos quedan.
Todo se olvida, lo escrito se puede leer, recordar y disfrutar.
Viaje de Valencia a Caracas. Renovación de visa. 14/01/2015.

33
Un viaje que para muchos lleva una carga de nervios, la choferesa Adriana, lo convirtió en
paseo mañanero, con cielo azul limpio con arepas de queso y aguacates, que tibias y
tiernas salieron de las alforjas de la anfitriona y conductora; aciertos en la conducción de
GPS, impecable movilidad, vuelta a la embajada americana y tostado desayuno en San
Ignacio. Aprobación de la misión diplomática, con un lenguaje a la inglesa
“AAPROBAADOO”, nos sacó con gringas sonrisas y nos llevó a comer sushi del Japón,
también en el Restaurante Tolón. Un regreso con anécdotas cercanas, con timbres del
teléfono anunciando pagos, más sonrisas y alegrías. Total, la mejor chofer, sin apuros,
salvo para atender y reír. Gracias, Dios le pague, para Adriana una manera de regalar sin
regalo, de servir siendo útil y oportuno, donde no se puede pedir mayor generosidad.
LIBRO NUEVO IDIOTA. Para María. Antes de ayer terminé el libro Nuevo Idiota del escritor
Plinio Apuleyo Mendoza et al. (1996); sin desperdicio, excelente regalo y libro, un análisis
completo y actual de los gobiernos de Iberoamérica. Lástima que no traje otro de los diez
regalos recibidos.
AVISO A LAS VISITAS DE AHORA EN ADELANTE. En casa de un yerno. Escrito que puede ser
de apellido agudo. Muy jocoso. Interesante:
Queridos(as) Amigos(as) y Familiares; Las puertas de mi casa, como siempre, están
abiertas para todos ustedes, sin embargo, debido a la grave situación del país hay algunas
condiciones que debo aplicar:
1. Vengan sin tener ganas de ir al baño porque PAPEL SANITARIO: NO HAY, y el que
hay, es para los de la casa...
2. Si es mucha la urgencia y pasan al baño, utilicen el papel escondido o servilleta que
tienen en su cartera, sin pena...
3. No vengan en horas que coincidan con el desayuno o la cena porque HARINA PAN y
MANTEQUILLA PARA AREPAS: NO HAY, y de haber un poquito, es solo para los de
la casa...
4. Si llegan al almuerzo, colaboren con algo porque el sueldo no alcanza, además hay
que ver que se consigue, porque lo que rinde es el pollo y no se encuentra...
5. No se pueden quedar a dormir, porque JABÓN y CREMA DENTAL: NO HAY, y el
cafecito con leche de las mañana, ya ni el sabor lo recuerdo, porque LECHE y CAFÉ:
NO HAY…
6. Si vienen a beber, traigan su bebida porque el botellón de agua cuesta 50,00 Bs.; ya
la caja de cerveza está en 650,00 Bs.; el Whisky en 3.000,00 Bs.; el Smirnoff en
760,00; y no se olviden de traer linternas velas y encendedor porque la luz no se
sabe cuando se va... Otra vaina avísenme por mensaje pero no esperen que les
responda porque Tarjetas Movilnet Taaaaampoco hay.! Gracias por la atención
prestada y colaboren por favor... BIENVENIDOS a mi casa, se les quiere un mundo.

34
Familia en Valencia. Familia MonMol en Valencia. Afecto y amor de nietos e hijos de
sangre y políticos. Agudo esmerado por atender, sonreír y no molestar, alojamiento de
seis estrellas, comidas puntuales, suculentas y muy ricas. No olvido que cuando estuve con
una pierna que casi no funcionaba, Guarda Monzón atendiendo en cabecera, Guarda
pendiente y cuidando la primera noche; igual que María Adriana, cuando hizo falta con
total premura y diligencia. Agudo y Danielita, enfermeros de cabecera en su nueva casa,
con todos los cuidados posibles y corriendo para socorrer exigencias. NO OLVIDO, vuelvo a
agradecerles y siempre procurando devolver la entrega, el afecto, las atenciones y charlas
de todos. ESPERO NO DEFRAUDAR, me conformo con un mínimo de cariño, comprensión,
algunas bromitas, muchas sonrisas, alegrías y con la dulce ternura y mimos de todos mis
nietos, que entre todos, extienden a la familia MonMol hasta Valencia y más allá. Para
todo mi corazón y total afecto. Gracias. Los abuelos.
Paraduras de niño en Valencia. Entrega especial. La reina de todos, LULÚ, destacó
llevando a Valencia los rezos al Niño Dios, el pesebre; Ella impulsó uno pequeñito pero
bonito, otro con mayor carga genética, para ambos padrinos, luz de velas, cantos,
rosarios, bizcochuelos, todo para soldar el afecto familiar y social. En uno, con comida
gourmet, plantillas rellenas de pollo aderezado con secreto de chef, con postre exquisito,
con dulce de paleta de origen caroreño. El otro, con los vecinos emocionados
descubriendo como adorar al Niño Dios, con río de niños y también adultos, calle arriba y
abajo, con rebosante energía religiosa, con la fuerza de la camándula, con cuatro alegre y
sonoro, bullicio vecinal, adornado con vino, bizcochuelo y las sonrisas de todos, pero de
más larga dimensión para los que sintieron y aplaudieron que se puede rezar y adorar al
Señor, de muchas maneras, una de ellas cumple con devolver cada niño a su pesebre y
cumplir con llamar a la paz de cada hogar y a toda Venezuela. Después, en el pesebre más
genético, una comida criollita y deliciosa. Adriana y Danielita, en unión de los reyes que
tienen, en casa sobrepasaron expectativas. Muchos abrazos y besos, bendiciones a todos.
Los abuelos
Cambia la familia. Ya lavo platos, hoy sartén al fuego huevos revueltos con jamón y
queso; no es gran cosa hay otros que por amor conyugal lavan platos, cubiertos, ropa,
pasan coleto y otros oficios del hogar. No hay que asombrar, son los tiempos, la parte
femenina hace mil veces más que todas esas tonterías. Sólo me referiré a la gorda
Danielita, que al igual de las demás, trabajan en su oficio profesional, pero ella en
particular, se acuesta tarde, levanta de mañanitas, hace café y buen desayuno, cuida y
mima dos tesoros, corre al colegio con un dulce niñito, cuida que paguen y cumplan con la
obligación impositiva, regresa veloz a la hora del almuerzo, otra prisa para volver a los
deberes formales de la hacienda pública.
Después regresa con su niño a la casa, hora de jugar y volver a cuidar el pequeñito de la
casa, llega la hora del pan para arepas, sigue un ajetreo interminable, cosas del sentido
agudo, mucho mira, bromea, pero algo ayuda. A dormir para volver a madrugar. Admiro a

35
las femeninas de la casa, todas trabajan, ayudan, limpian, cocinan, planchan y lavan, todo
con buen humor sin subir el tono, LAS ADMIRO y felicito, poco falta para alcanzar a la
abuela reina, Lourdes. Ella hizo y hace todo eso, añadiéndole y cuajando leche para
quesos blancos deliciosos, también en La Playa de Jají, en una enorme casa de muchos
dueños, arreglando todo, decorando, colocando cortinas, siempre atenta a un marido
inquieto, mirón, regañón, que no baila y no ayuda a nada. Sigue en su afán de hacer,
primero profesional educadora, con muchos méritos; ahora rezandera, artista, artesana,
consejera y muchas hierbas aromáticas en su haber. Qué suerte la mía, gano una lotería
cada día, con una actitud y carita de pendejito, con la ayuda de toda esa gente noble y
buena. El abuelo.
Mérida, 19 de enero de 2015. TODO PARA LOS ABUELOS. El paseo
"diplomático", por lo de la visa imperial, posible por Mérida y Valencia, aquí con bondad y
desprendimiento, cuidando el patrimonio, que si la casa, becerros vacas y otros
animalitos, también nos esperan con brazos de afecto, encontramos frutas picaditas,
dulce y morada gelatina, de igual color las limpias sábanas en la alcoba de la habitación
principal, con relucientes ambientes, todo con sonido dulzura y amor, de manera que hay
una especie de disputa entre mis hijos que viven en Valencia y Mérida; aquí, en Mérida,
Germán 2° y Piqui, allá los antes ya mentados. Quién gana, sólo el amor sólo la familia sólo
la unión, sólo la ternura, qué maravilla todos grandes iluminados, llenos de fulgurantes
cielo brindando con lo mejor del corazón para los abuelos, buenos para pedir, poco para
dar, eso sí, a veces, solo cantan, hay a hay, me duele, poco dormir y otros quejidos. !LA
NOTICIA!, no se pueden cambiar. PACIENCIA.
10/02/2015. Piensa el abuelo. Un nietecito juega fútbol en Valencia, otra baila en el top
de música y movimiento, otro tenis; recordé mi infancia cuando era hijo y también nieto
de mi dulce abuela Antonia. Como cambian los tiempos, en aquellos días, no conocíamos
los balones, sólo la música de vitrola; raquetas, ni conocía, ni había oído !qué bueno!
Ahora, la personalidad tiene muchos estímulos, todos para bien, me quedé con la duda
porque ni tener balón, música de ballet o raquetas, no me impidió ser curioso, interesado
en aprender, hasta fastidioso, también preguntón y tomador de notas. Jugando carritos
con una latica de sardinas, también se cultivaron muchas cosas. Ahora mis adorados y
dulces nietos, querrán ir a la Luna, Marte y otros planetas. Seguro que así será, por la
estirpe llena de inteligencia amor y comprensión, por el deleite para toda la familia, donde
suma la corona de una odontóloga que ya llega. Todos con la mejor preparación y
vocación para un país que necesita amor, pasión responsabilidad y de educación. El
abuelo
23/02/2015, Juramento Hipocrático, suspendido. Lo que sigue no se
corresponde con la realidad, se toma de una afirmación que se comparte.

36
En cualquier profesión o actividad que realizamos los humanos, se toman vacaciones, y los
que disfrutan, piensan que una aspiración para esos días, es que no tengan que ocuparse
de las mismas tareas de todo el año. Quieren descanso, descanso total; el que tiene vacas,
no quiere oír de vacas y tampoco ordeñar; el que siembra café, en esos días no quiere ni
probarlo; el abogado litigante, quiere paz, nada de pleitos; el que trabaja en la cocina, no
quiere nada con su elaboración, pero si comer; los médicos, aspiran el milagro de una
sociedad sana sin enfermedades, cero pacientes, recetas y tampoco hablar de dietas.
Prohibido ensuciar la ropa para no lavar, ahorrar agua y jabón. No se quiere laborar, se
aspira mirar sin tocar el paisaje y respirar sin aire; será posible bañarse sin agua, con arena
como los pájaros. Los días de descanso, esperan otra actividad, paseos, reuniones festivas,
disfrute pleno, visita a restaurantes y todo hecho, con mínimo esfuerzo.
En otras palabras, se quiere, aunque sea por pocos días, perder la memoria que se usa
mañana, tarde y noche.
En una ficción de estos días, tomado sólo de la imaginación, una pareja de galenos, que
trabaja todo el año, todos los días, que han hecho de los hospitales y clínicas, de las
operaciones, de la atención al enfermo, del bisturí, los remedios y los pacientes, las hojas
del único libro que leen y leen; también repasan, no lo cierran, no lo guardan, otros los
mirarán, y cuidarán.
Esa pareja de médicos se dispuso ir a la Isla de Margarita a pasar el tiempo de Navidad;
todo bien planificado, para ir al avión, nada de ropa blanca, alguien puede confundir y
creer que se trata de la bata blanca de un galeno.
Cuando se arribó al hotel en la Isla, empezamos a pensar que algo había salido mal, vimos
muchos niños y abuelos, personas de mucha edad, muy susceptibles a enfermarse,
también miramos y respiramos el aire de la playa, el mar y la gran variedad de atractivos
para los acaudalados; sería un milagro no encontrar a alguien conocido, ya en la recepción
del hotel nos saludaron, ¡Como están doctores¡ La gente cuando sabe y ejerce con
maestría la actividad diaria, se llena de famas y agradecimientos de los pacientes.
Llegamos a la habitación y pensaron salir apenas lo indispensable, pero los paseos, los
restaurantes, los comercios y tanta aventura sana en Nueva Esparta, no les permitirán
encerrarse, se arriesgarán a que los vean, al fin y al cabo, los niños, los abuelos necesitan
el médico cuando la salud no va bien.
El médico también piensa en el estetoscopio, las jeringas y las inyecciones que manipulan
todos los días. Hipócrates vuelve aparecer, no es asunto de conciencia, es una realidad, se
empezaron a recordar de sus familias donde hay viejitos algo necios, pero necesitan del
médico; otros sanos, pero que no aguantan la presencia de los doctores para empezar a

37
preguntar y opinar. En total, lo que se había prometido se encontró con la realidad de
todas las profesiones, nunca falta que hacer, amigos y familiares que opinan y recetan
como médicos. Eso lo hay por toda Venezuela, aún cuando pocos quieren ayudar o
colaborar para cambiar el país, siempre se piensa, a mi no me toca, dejemos esa tarea a
los demás, mientras tanto eso que llamamos indiferencia, la confundimos con mucha
inteligencia y, al final, lo único que queda es que Yo, Yo, no puedo hacer nada. Mejor sigo
viviendo en mi impenetrable burbuja, no opino, no veo, no oigo, no digo nada. A este
país, pocos lo quieren, pero si muchos interesados de sus ingentes recursos y en las
facilidades que se presentan para aprovechar, con sutil viveza criolla que con poco
trabajar, hablar y opinar, seguiremos ¿adelante?
Semana Santa 2015 – Cumpleaños 72, en Mérida. Desbordado de
amor. La familia crece y nos dan la dicha de reunirnos todos, el mismo día y lugar.
Ahora comprendo que no hay espacio
para albergar todo el sentimiento humano,
el amor infinito, solo Dios puede prodigarlo
y repartirlo de esa manera.
Muchas necesidades, edades y gustos diferentes:
niños, abuelos, alimentación, clima, horas de dormir
y para descansar y despertar.
Profesiones, amistades y otras relaciones, cada quien un mundo,
es la libertad, el libre albedrío que viene del creador.
Almuerzo de carne asada, morcillas y chorizos con otros
aderezos y ricos pimentones, sin faltar exquisitos postres.
Un ambiente con momentico de fútbol, bicicletas,
interrumpido por lluvia, neblina y frío.
La resurrección en la solmene eucaristía,
terminada en pan de pascua con receta milagrosa.
Otra vez en mesa redonda con alimentos chinos,
donde cada quien pidió lo que quiso,
terminando al pie de un monte con café de moda.
Infinitas gracias por la bondad de todos por querernos
y comprendernos, ahora faltan comodidades para albergar
la suma de nuestros amores. Pedimos al Señor,

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