El documento discute si es apropiado que un cristiano tenga una relación amorosa con alguien que no es cristiano. Señala que aunque la Biblia no prohíbe esto directamente, ofrece consejos que sugieren que no es lo más sabio o provechoso para la vida espiritual del cristiano. Aconseja que los cristianos sean prudentes y evalúen cuidadosamente si una relación en particular los ayudará a crecer en su fe o los alejará de Dios.