Una empresa es una unidad económica y social formada por elementos humanos, materiales y técnicos que busca obtener ganancias a través de la participación en el mercado de bienes y servicios utilizando factores de producción. Las empresas pueden operar bajo su propio nombre o uno comercial, y se clasifican como personas naturales, personas jurídicas, sociedades anónimas, de responsabilidad limitada, colectivas o comanditarias.
El Sector de la Hostelería y Restauración en España está formado por alrededor de 72.000 restaurantes, 14.000 cafeterías y 202.000 bares (INE 2009). La evolución de este sector esta ligada íntimamente a la actividad económica general y a la capacidad de gasto de las economías domesticas por lo que cíclicamente se ve afectada por repuntes y retrocesos.
No obstante, aunque en los periodos de recesión se presenta un descenso del gasto, el hecho más relevante es el ajuste que se produce de este. Así, en momentos de recesión o de percepción de recesión, la demanda se contrae pero no porque se deje de consumir sino porque se ajusta el consumo a las posibilidades de gasto.
Por tanto, tenemos que saber que una determinada forma jurídica no es algo perpetuo en el tiempo. Un emprendedor puede optar por una determinada forma jurídica, y pasado un tiempo si le conviene más otra fórmula, puede (o en muchos casos debe) optar por el cambio.
Las necesidades de cambiar la forma jurídica que pueda necesitar, no solo se realiza para cumplir la normativa vigente; sino también para ofrecer los estándares de calidad que los clientes necesitan, ya que dependiendo del volumen de la actividad hostelera, puede ser más interesante una forma jurídica u otra, puesto que hay determinadas actividades dentro de la hostelería que están reguladas por normativas sectoriales que pueden obligar a constituir la empresa bajo una determinada forma jurídica concreta.
La opción de especializarse y ofrecer a los clientes una carta más reducida esgrimiendo una estrategia de especialización que permita ofrecer calidad y precio, permite una inversión más ajustada, lo que determinaría la forma jurídica de la empresa.
Así pues, teniendo en cuenta el volumen la actividad a realizar y sus implicaciones en cuanto a seguridad de las personas –clientes y trabajadores de la empresa, así como el deseo de ofrecer una imagen de solidez y seriedad, tanto respecto al cliente final como a los prescriptores- habitualmente resulta conveniente adoptar la forma de Sociedad.
Por último, no olvidemos que el pago de impuestos es un factor clave, puesto que está muy directamente relacionado con los números del negocio, y los números son un factor más que clave para ayudarnos en la toma de decisiones a lo largo de la vida de nuestro proyecto empresarial. Los beneficios que esperamos obtener y la contribución que debemos aportar por ellos, es algo que se debe analizar detenidamente, ya que es un factor que puede hacer que se cambie de forma jurídica en un negocio de restauración.
El Sector de la Hostelería y Restauración en España está formado por alrededor de 72.000 restaurantes, 14.000 cafeterías y 202.000 bares (INE 2009). La evolución de este sector esta ligada íntimamente a la actividad económica general y a la capacidad de gasto de las economías domesticas por lo que cíclicamente se ve afectada por repuntes y retrocesos.
No obstante, aunque en los periodos de recesión se presenta un descenso del gasto, el hecho más relevante es el ajuste que se produce de este. Así, en momentos de recesión o de percepción de recesión, la demanda se contrae pero no porque se deje de consumir sino porque se ajusta el consumo a las posibilidades de gasto.
Por tanto, tenemos que saber que una determinada forma jurídica no es algo perpetuo en el tiempo. Un emprendedor puede optar por una determinada forma jurídica, y pasado un tiempo si le conviene más otra fórmula, puede (o en muchos casos debe) optar por el cambio.
Las necesidades de cambiar la forma jurídica que pueda necesitar, no solo se realiza para cumplir la normativa vigente; sino también para ofrecer los estándares de calidad que los clientes necesitan, ya que dependiendo del volumen de la actividad hostelera, puede ser más interesante una forma jurídica u otra, puesto que hay determinadas actividades dentro de la hostelería que están reguladas por normativas sectoriales que pueden obligar a constituir la empresa bajo una determinada forma jurídica concreta.
La opción de especializarse y ofrecer a los clientes una carta más reducida esgrimiendo una estrategia de especialización que permita ofrecer calidad y precio, permite una inversión más ajustada, lo que determinaría la forma jurídica de la empresa.
Así pues, teniendo en cuenta el volumen la actividad a realizar y sus implicaciones en cuanto a seguridad de las personas –clientes y trabajadores de la empresa, así como el deseo de ofrecer una imagen de solidez y seriedad, tanto respecto al cliente final como a los prescriptores- habitualmente resulta conveniente adoptar la forma de Sociedad.
Por último, no olvidemos que el pago de impuestos es un factor clave, puesto que está muy directamente relacionado con los números del negocio, y los números son un factor más que clave para ayudarnos en la toma de decisiones a lo largo de la vida de nuestro proyecto empresarial. Los beneficios que esperamos obtener y la contribución que debemos aportar por ellos, es algo que se debe analizar detenidamente, ya que es un factor que puede hacer que se cambie de forma jurídica en un negocio de restauración.
1. Que es una empresa
Una empresa es una unidad económico-
social, integrada por elementos
humanos, materiales y técnicos, que
tiene el objetivo de obtener utilidades a
través de su participación en el mercado
de bienes y servicios. Para esto, hace uso
de los factores productivos
2. Factores para que una empresa pueda
realizar su actividad
su misión de desencantar a los mas ingenuos e idealistas,
asemeja la lectura de su obra a un combate de boxeo en el que
solo los mas emprendedores superaran los 14 asaltos y, por
extensión, el fracaso de su empresa, algo indispensable para
alcanzar el éxito en los negocios. a continuación se enumeran
por grupos los 14 factores clave de fracaso. respecto a la
persona que emprende: emprender con un motivo, pero sin
una motivación (1), no tener carácter emprendedor (2), y no
ser un luchador (3). respecto a los socios: contar con socios
cuando en realidad puede prescindir de ellos (4), escoger socios
sin definir criterios de elección relevantes (5), ir a partes iguales
cuando no todo el mundo aporta lo mismo (6), y falta de
confianza y comunicación con los socios.
3. Denominación de las empresas
Todas las empresas pueden operar con su propio nombre o
elegir otro nombre comercial. Si decide operar con un
nombre distinto al suyo o al nombre registrado de la
empresa, deberá dar a conocer la titularidad y dirección en
su material de imprenta, colocar un cartel en sus locales e
informar a todo aquél que haga negocios con usted. Es
recomendable comprobar que el nombre que desea utilizar
no ha sido elegido ya por otra empresa que realice la misma
actividad que usted.
5. PERSONAS:
Naturales:
Es todo ser humano o individuo que hace y obtiene
la capacidad legal en la sociedad si importar
edad, sexo o religión, por ejemplo: Sócrates.
Jurídicas:
Es un ente ficticio que obtiene la capacidad legal
porque la ley le asigna poder para contratar y
contraer obligaciones con representación de una
persona natural.
7. comerciantes
son comerciantes las personas que
profesionalmente se ocupan en alguna
de las actividades que la ley considera
mercantiles. La calidad de comerciante se
adquiere aunque la actividad mercantil se
ejerza por medio de apoderado,
intermediario o interpuesta persona
8. Contabilidad
Contabilidad es la ciencia social que se
encarga de comprobar, medir y analizar el
patrimonio de las
organizaciones, empresas e individuos, con
el fin de servir en la toma de decisiones y
control, presentando la
información, previamente registrada, de
manera sistemática y útil para las distintas
partes interesadas.