1. HERALDO DE ARAGON. 30 de junio de 1997, lunes.
Matías Uribe
SUPERTRAMP, EN ZARAGOZA
Con una formación liderada por Rick Davis, Supertramp ha vuelto a los discos y a los escenarios.
El viejo grupo presentará hoy en Zaragoza un buen puñado de las canciones cromadas que le
auparon al podio de las estrellas allá por los setenta.
¿Crisis? ¿Qué crisis? Pues de ideas y de contextualización, de quedarse en fuera de juego
musical. Eso fue lo que apartó a Supertramp de la carretera hace diez años.
Antes, en el 82, se había marcahdo uno de los dos motores del grupo y éste comenzó ya a
ramplonear con dos discos escasos de inventiva -"Brother Were You Bound" y "Free As A Bird"-
mientras los caminos del pop y los gustos musciales se iban en dirección contraria. No hubo más
remedio, en el 87 Supertramp cerró la garita.
Dejaba atrás un pasado de oro, que se inició con el disco con el que ellos precisamente se
mofaban de la crisis, "Crisis? What Crisis?", el cuarto de su carrera, continuado brillantemente
por las dos joyas de la corona "supertrampera": "Even In The Quietest Momments" y "Breakfast
In America", dos álbumes con los que Supertramp cosechó discos de orro a mansalva en todo el
mundo convirtiéndole en una de las atracciones internacionales más pomposas de la música
pop.
Pero llegó la crisis de ideas y, lo dicho, el grupo desapareció.
VOLVER A LAS ANDADAS
Ahora, diez años después, Supertramp ha recompuesto la figura y con viejos y nuevos músicos
ha decidido volver a las andadas con un disco y una gira que esta noche la trae al Pabellón
Príncipe Felipe de Zaragoza. Rick Davis, fundador del grupo, es el único que queda de los inicios
y a él se debe este retorno.
Estaba componiendo canciones para un álbum en solitario pero siempre acababa cayendo en la
vieja sonoridad de Supertramp, no en lago nuevo, personal y diferente, por lo que decidió volver
a recomponer el grupo. Menos a Roger Hodgson, que ya tiene establecida su propia carrera
personal y con el que las relaciones están a partir un piñón, llamó a los dos viejos colegas -John
Helliwell y Bob Stenberg" y a ellos le añadió cinco músicos nuevos y formó un macro Supertramp
de ocho elementos.
Un disco titulado "Algunaa cosas nunca cambian" y que le viene como anillo al dedo de
Supertramp, aferrado a ese estilo sofisticado de pop que implantó en los setenta y con el que de
nuevo pretende conquistar el planeta. Para ello, por veez primera desde que se marchó
Hodgson, Rick Davies ha compartido las labores vocales con otro cantante, tal y como ocurría en
los viejos tiempos, eligiendo a Mark Hart, ex teclista de los fenecidos CRowded House que al
parecer clava los falsetes de Hogdson. Con él y Davies en las vocess, se afirma que el viejo
sonido vocal de Supertramp en directo está garantizado. Vamos, que cuando suenen "Give A
Little Bit" o "Logical Song" aseguran que no se va a echar en falta en absoluto las voez del ex-
colega fugado.
Davies no lo dice, pero lo canta en su nuevo disco y hasta lo da a entender en el diseño gráfico
de la carpeta. "Puedes tomar un curso por correspondencia, estar soltero, casado o divorciado,
puedes psicoanalizar tu cerebro, pero sabes que algunas cosas nunca cambiarán". Nunca mejor
retrato de Supertramp. Y por si ello no fuera suficiente. la alegoría de la portada del disco es
definitiva: un matrimonio de ancianos británicos tomando el té de las cinco... en la luna. Hay
costumbres (o sonidos) que no cambian así caigan bombas.
De manera que no desesperen los seguidores del grupo, que aunque no esté Hogdson el
Supertramp que hoy se van a encontrar en el Pabellón Príncipe Felipe será un Supertramp
familiar, con disco nuevo y vivo en los noventa pero anclado en los setenta, un poco jazzístico
pero plenamente comprometido con el pasado. De hecho, según anunció Davis en París, el 60%
o el 70% de las canciones de esta noche serán viejos éxitos del grupo.
UN MECENAS EN SU VIDA
La llegada al pop de Supertramp fue curiosa: ni más ni menos que de la mano de un mecenas
alemán. Davis se instaló en Munich en 1969 y allí conoció a un millonario lolandés, Stanley
August, que se propuso hacer de él un músico famoso.
Él suministró los fondos necesarios para que a la vuelta a Londres formara un grupo y grabara
2. su primer disco. En el 69 nace Supertramp con Roger Hodgson (bajo y teclas), Richard Palmer
(guitarra) y Robert Millar (Batería, además de Davis como teclista y cantante. Primeros pasos por
los caminos del "progresismo" y ni una rosca. Se quedan solos Rick y Hogdson.
Entran nuevos componentes... pero de nuevo el naufragio. El mecenas no aguanta más y retira
el suministro económico. Mäs cambios en la formación y, por fin, con "Crime Of The Century"
empieza a vislumbrarse un futuro más halagüeño. "Crisis?...", "Even In The Quietest Momments"
y "Breakfast..." imponen a Supertrampo como banda de éxito internacional. Diez años después
de su ruptura intenta reverdecer laureles. A tenor de las entradas vendidas en Zaragoza y otras
localidades por donde han pasado de gira, parece que lo están consiguiendo.
UNA DISCOGRAFÍA NIQUELADA
Aún luce amarillenta la vieja etiqueta con el precio del disco sacado de un cajón de rebajas:
ciento cincuenta pesetas. Eso es lo que uno pagó en unos grandes almacenes hace más de
veinte años por el tercer disco de Supertramp, el de la mano asomando por la rejilla. Entonces
en España el grupo era un completo desconocido, no así donde ya "Dreamer" empezó a ser
popular y a poner sobreaviso a los establecimientos discográficos para cuando llegó "Crisis?
What Crisis?". Se acabaron los chollos. Empezó el camino del ascenso.
Pero antes Supertramp había dejado tres discos en la cuneta que poco o nada tenían que ver
con el sonido cromado que vendieron posteriormente en la etapa de glorìa. El primero
"Supertramp" (1970), apostaba por el llamado "progresismo" de la épica, siguiendo los pasos de
Genesis y Spookie Tooth y hasta hoy, mirándolo con ojos de entonces, tiene su aquello, resulta.
El segundo "Indelibly Stamped" (71) se abría con atisbos de R&B, decantándose luego por el
pop y una clase de rock'n'roll sofisticado que aun hoy sigue haciendo daño a los oídos. Se
mereció la indiferencia con que se le castigó.
En el tercero, "Crime Of The Century" (74), ya en la formación estelar, esaba sembrado el sonido
futuro de Supertramp: teclados, falsetes, saxos, sonido sofisticado... un perfecto preámbulo a la
tríada de oro que vendría a continuación y que marcaría el esplendor de Supertramp. En "Crisis?
What Crisis?" (75) se incrementan las cuerdas, se afianzan los dúos volcales y se carga el peso
sonoro sobre el piano.
Posteriormente, tras "Even In The Quietest Momments" (77), el cañonazo es nuclear con
"Breakfast In America" (79), un idsco que recoge le más puro y genuino sonido Supertramp:
estribillos directos, falsetes, piano eléctrico, saxos y sonido níquel. Pero con el éxito comienza la
crisis de ideas y el deterioro de las relaciones personales. A "Breakfast In America", con el
interludio apoteósico del directo "Paris" (80), le sigue un disco anodino. "... Famous Last Words"
(82), con mucha morralla y solo una canción capaz de mantener el estilo Supertamp: "It's Raining
Again". Además, Davis y Hogdson empiezan a tirarse los tratos y allí comienza el principio del fin
del grupo.
"Brother Where You Bound" (85), con inclinaciones funkies, y ya sin Hogdson, y "Free As A Bird"
(87), tirando por el soul pero con escasa fortuna, cavan la tumba de Supertramp. A la vuelta de
una gira en el 87, pobre de audiencia y con las ventas de discos cayuendo en ñicado, deciden
colgar los instrumentos.
Supertramp parecía ya un capítulo cerrado del pop..., hasta que la resaca revivalista de los
dinosaurios lo devolvió de nuevo a las soleadas orillas del negocio. El álbum "Some Things
Never Change" (97), malo de solemnidad, es un simple pretexto para volver a las andadas y
poder sacar al escenario una vez más la viejas y niqueladas canciones con las que echarse unas
libras al bolsillo. Que la nostalgia en el pop es un negocio muy rentable.
LA ACTUACIÓN:
Músicos: Rick Davis (voz y teclados), Mark Hart (voz, teclados y guitarra), John Helliwell
(saxofones), Cliff Hugo (bajo), Bob Stenberg (batería), Lee R. Thornburg (trompeta y trombón),
Carl Verheyen (guitarras) y Tom Walsh (percusiones).