Según el documento, el infierno ha sido descrito de varias maneras en la religión cristiana, incluyendo Hades, Gehena y Tartarus. Estos términos se refieren a lugares de oscuridad, fuego y aniquilación para los malvados después de la muerte. El infierno existe desde el principio de la humanidad y es el destino de aquellos considerados malos, aunque no queda claro quiénes son considerados malos.