Este documento discute los riesgos potenciales asociados con el uso excesivo de teléfonos móviles e Internet por parte de adolescentes. En particular, señala que el uso excesivo de teléfonos puede conducir a la incomunicación, ya que los menores pierden la capacidad de comunicarse cara a cara. También advierte que Internet puede provocar aislamiento y pérdida de la noción del tiempo, además de facilitar el acceso a materiales no adecuados.