Este documento describe los diferentes tipos de tejido conectivo, incluyendo las células y la matriz extracelular que los componen. Describe los fibroblastos, condroblastos, osteoblastos y células hematopoyéticas, así como los diferentes tipos de cartílagos, huesos y tejido adiposo. También explica los componentes de la matriz extracelular como la sustancia fundamental amorfa, proteínas fibrilares y el líquido extracelular.
5. Laxo
Se caracteriza por la presencia de una población
relativamente alta de células residentes, ya sea propias
como fibroblastos y Adipocitos o migratorias como
macrófagos y células cebadas, separadas por la matriz
extracelular formada por fibras colágenos y elásticas,
laxamente dispuestas en una sustancia fundamental
bastante fluida.
6. Denso
Presenta un contenido relativamente bajo de células,
las que corresponden principalmente a fibroblastos. Su
matriz extracelular es muy abundante, y su principal
componente son gruesas fibras colágenas. La sustancia
fundamental es relativamente escasa, predominando
proteoglicanos de dermatan-sulfato.
7. Miofibroblastos
En los casos de cicatrización algunos fibroblastos
incluyen miofibrillas (estructura contráctil que
atraviesa las células del tejido muscular y les da la
propiedad de contracción y de elasticidad, la cual,
permite realizar los movimientos característicos
del músculo), dado que adquieren cierta similitud con
las células musculares.
9. Hialino
El más abundante en el organismo es el Hialino. Éste
recibe su nombre por su aspecto: blanco perlado y
translúcido, semejante a vidrio. Este tipo de cartílago,
es importante porque forma los modelos de donde se
desarrollan los huesos largos. En la vida post-natal,
encontramos cartílago de este tipo en: 1. Superficies
articulares. 2. Parte de la oreja. 3. Algunas partes de la
nariz. 4. Laringe. 5. Tráquea, y 6. Bronquios.
10. Elástico
Su estructura es parecida a la del cartílago hialino, con
una capa de pericondrio asociado y los condrocitos
rodeados de la matriz intercelular, pero en su matriz
existen además láminas o fibras elásticas las cuales se
concentran en la matriz interterritorial.
11. Fibroso
Contiene condrocitos, generalmente encapsulados en
una matriz intercelular parecida a la del cartílago
hialino, pero con manojos de fibrillas de colágeno I,
orientados en diversas direcciones, ocupando la matriz
intercelular.
13. Compacto
El hueso compacto se caracteriza porque su matriz
ósea (sustancia intersticial mineralizada) se organiza
formando lamelas o laminillas óseas de 3 a 7 µm de
espesor, que se disponen de manera concéntrica en
torno a una canal que contiene vasos sanguíneos y
nervios denominado canal de Havers.
14. Esponjoso
Las trabéculas del tejido óseo esponjoso se disponen
de manera tal que con una mínima cantidad de tejido
óseo le confieren a los huesos el máximo de
resistencia. Las trabéculas están constituidas
solamente por laminillas óseas, pues el tejido óseo
esponjoso carece de conductos vasculares similares a
los del tejido óseo compacto.
16. Leucocitos
También conocidos como glóbulos blancos, son un
componente importante de la sangre y una pieza clave
en el sistema inmunológico del cuerpo. Hay un
número de diferentes tipos de leucocitos, cada uno con
funciones específicas. Una elevación en leucocitos en
la sangre puede indicar la presencia de infección o de
la enfermedad subyacente, mientras que la leucopenia,
en la que estas células se reducen en número, también
puede ser un indicador de un problema médico.
19. Granulocitos
Neutrófilos: Están diseñados para atacar bacterias
diana y hongos.
Basófilos: desempeñan un papel en la respuesta
inmune.
Eosinófilos: están diseñados para atacar a los parásitos,
y también desempeñan un papel en las reacciones
alérgicas.
20. Agranulocitos
Linfocitos: que constituyen alrededor del 20-40% del
recuento total de leucocitos, e incluyen células B,
células T y células asesinas naturales, toda la parte del
sistema inmune, y monocitos.
Los monocitos conforman dos al nueve por ciento de la
cantidad de glóbulos blancos, y que están diseñados
para presentar antígenos a los linfocitos para estimular
la respuesta inmune.
21. Eritrocitos
También llamados glóbulos rojos son las células
sanguíneas que contienen en su interior la
hemoglobina. Los glóbulos rojos son los principales
portadores de oxígeno a las células y tejidos del cuerpo.
Tienen una forma bicóncava para adaptarse a una
mayor superficie de intercambio de oxígeno por
dióxido de carbono en los tejidos. Además su
membrana es flexible lo que permite a los glóbulos
rojos atravesar los más estrechos capilares.
22. Plaquetas
Son células producidas por los megacariocitos en la
médula ósea mediante el proceso de fragmentación
citoplasmática, circulan por la sangre y tiene un papel
muy importante en la coagulación. Para ello forman
nudos en la red de fibrina, liberan substancias
importantes para acelerar la coagulación y aumentan
la retracción del coágulo sanguíneo.
24. Uniloculares Corresponde a la variedad de tejido adiposo mas
corriente en adultos. Sus células son poliédricas,
miden entre 50 y 150 Um de diámetro y contienen una
sola gota de lípido que llena todo el citoplasma
desplazando los organelos hacia la periferia. Al
microscopio de luz cada célula aparece como un
pequeño anillo de citoplasma rodeando una vacuola,
resultado de la disolución de la gota lipídica, y que
contiene un núcleo excéntrico y aplanado
25. Multiloculares Esta variedad de tejido adiposo es de distribución
restringida en el adulto. Sus células son poligonales y
más pequeñas que las del tejido adiposo unilocular. Su
citoplasma contiene numerosas gotas de lípido de
diferente tamaño y numerosas mitocondrias con
abundantes crestas. Su un núcleo está al centro y es
esférico.
27. Sustancia Fundamental Amorfa
La sustancia fundamental amorfa está muy hidratada y
consiste principalmente en proteoglicanos y
glicoproteínas estructurales. Es incolora, transparente
y ópticamente homogénea. Rellena los espacios entre
las células y las fibras del conectivo y, al ser viscosa,
constituye una barrera para la penetración de
partículas extrañas al interior del tejido. Los fijadores
histológicos la conservan muy mal y por lo tanto no
puede observarse al MO, incluso es difícil de conservar
con los fijadores de MET, salvo que, se utilicen
procesos muy complejos y delicados