El documento explica que aunque el color rojo parece más caliente que el azul, en realidad tiene una temperatura de color más baja medida en grados Kelvin. Esto se debe a que los grados Kelvin miden el color que adquiere un cuerpo negro iluminado por una fuente de luz, no la temperatura real que produce la luz. Así, una llama de 3000K tendrá un color rojizo, mientras que una de 4600K será de color azul.