2. Llevamos años escuchándolo: vivimos en una
‘sociedad de consumo’. Sin embargo, como en
otros aspectos de la vida, existen distintos
tipos de consumo y distintos tipos de
consumidores. Si nos identificamos dentro de
alguno de estos, podemos enfocar nuestras
acciones hacia el ahorro y así mejorar nuestros
hábitos hacia un consumo más responsable.
4. 1. CONSUMO RACIONAL
Es uno de los tipos de consumo responsable. Es el que se realiza dando
máxima importancia a las características esenciales de un producto. Vela
explica que este tipo de consumo es necesario: se trata básicamente de
todo aquello que uno compra para vivir, para su día a día. “Si se hace una
correcta planificación de las compras y se puede evitar comprar con
urgencia, es posible ahorrar en este punto”, señala.
Un ejemplo podría ser la ropa y, en este sentido, el experto explica que es
más conveniente esperar a las rebajas. Algo parecido ocurre con los
alimentos: “la mayoría de los supermercados hacen promociones que,
estudiadas convenientemente, pueden suponer el ahorro de bastante
dinero”, cuenta. Vela señala que hay muchas compras rutinarias que, si se
acumulan, como el papel higiénico o las servilletas, aprovechando las
ofertas, pueden resultar más baratas. “Con una buena planificación te
puedes ahorrar bastante dinero”, dice el experto.
5. 2. CONSUMO SUGESTIONADO
Este tipo de consumo es habitual en consumidores que dan
credibilidad a los anuncios que leen, ven o escuchan, aunque también
se informan sobre los productos. En ocasiones se dejan influenciar y
hacen compras innecesarias, aunque no grandes.
Vela pone como ejemplo las redes sociales: “un tuit puede ser un
consumo sugestionado. Te lo meto por los ojos, con una foto
espectacular con una entrada de cine, una comida o un gadget. La
tendencia al ahorro en este punto es una cuestión de freno personal”,
explica.
6. 3. CONSUMO COMPULSIVO
En este caso, el consumidor está totalmente influenciado por un
anuncio, hasta el punto de verlo y querer de inmediato el producto
publicitado. No tiene en cuenta las consecuencias del gasto.
Vela advierte que, con las nuevas plataformas de venta online, este tipo
de consumo va en aumento. “Este tipo de consumo es el que más
problemas presenta desde el punto de vista del ahorro”, señala el
consultor en Social Media.
7. 4. CONSUMO EXPERIMENTAL
En este caso, el consumidor asocia la experiencia de compra con la
emoción. Se trata de vivir experiencias o probar productos nuevos. No
suele ser fiel a las marcas.
Vela pone como ejemplo una cena experiencial. En este caso, el ahorro
es complicado, ya que suele ser una experiencia única que se ofrece en
un lugar en particular. Aun así, también hay casos, dentro de este tipo
de consumo, que se pueden meditar y comparar más para ahorrar. Si
quieres irte una semana de viaje a la playa, puedes ahorrar con la
elección del vuelo, de la fecha, del hotel…
8. 5. CONSUMO INDIFERENTE
Este tipo de consumidor no suele fijarse ni en la marca ni en los
anuncios; solo le interesa que el producto cumpla su función y,
normalmente, que esté a su alcance económico.
Es un tipo de consumo responsable en el que se busca que la compra
resuelva una necesidad. En estos casos es importante comparar con
otros productos que cumplan los requisitos. “La mayoría de los ahorros
vienen de hacer una búsqueda exhaustiva de precios. Por eso hay
tantos comparadores de precios; pero, ojo, hay que distanciarse un
poco de ellos porque pueden estar influenciados por sus anunciantes”,
aconseja Vela.