Un grupo de niños encuentra una invitación de una bruja a una fiesta de disfraces en el bosque. Los niños deciden ir a la fiesta disfrazados de pirata, calabaza y vampira. Al llegar a la casa de la bruja, llaman a la puerta y ella les abre.

1. LA
MOMIA EN EL COLEGIO
Hola, me llamo Empapelado y hoy es mi primer día de cole. ¡Estoy muy feliz por conocer
nuevos amigos! Mi escuela está a dos manzanas de mi pirámide. Está en el bosque donde vive
mi amigo Lobuno, así que, de camino, me encuentro con él y vamos al colegio juntos.
Al llegar nos dieron una bienvenida y fue un poco raro porque parecían humanos, no parecían
zombis.
Nos adentrábamos al cole y nos tocó en 1º C y ya éramos mayorcitos para saber que los
zombis comían cerebros, que si los fantasmas salen de noche y más cosas para peques... Así
que nos cambiaron de clase a 6º C una clase normal como ...que si cuántos huesos tienen los
fantasmas, que a cuánta velocidad van los lobos a dos patas y más cosas por el estilo.
Tocaba clase de música y bailamos la canción favorita de mi amigo, la famosa canción del rey
del pop Michael Jackson: Thriller. ¿Menudo baile se marcó mi amigo Lobuno!
Ya era la hora de irnos, al ir a la puerta un profe me dijo:
- ¡Oye tú! No se corre por los pasillos. - Con cara de enfadado el profesor Frank Einstein me
llevó a una habitación y cerró la puerta con llave.
Me quedé con una cara como si hubiese visto a un T-Rex enfrente mío.
Yo esperando a que me abriesen gritando y pegando golpes a la puerta. Cansado me di la
vuelta y vi algo negro al fondo. Me acerqué paso a paso, me di cuenta de que era la
bibliotecaria y me escondí detrás de una pila de libros de “Bob la bruja” la temporada 5.
Pasaron más de dos horas hasta que al fin escuché una voz conocida que decía: -
¿Empapelado, estas aquí?
Yo gritando de felicidad dije: - ¿Lobo eres tú?
Reaccioné rápido corriendo hacia la ventana y sí era mi amigo Lobo efectivamente. Nunca
había estado más feliz de ver esa cara peluda. Con sus garras rompió la ventana y salí sano y
salvo.
No voy a volver a un cole de monstruos en mi vida ¡Lo juro!
Robert García Tirado 6ºC

2. El castillo encantado
Había una vez una vez una niña que se llamaba Beatriz, su sueño era ser
bruja para hacer magia, pero sus padres no la apoyaban, ellos no querían
una hija bruja.
Pero lo que no sabían era que los diez euros que le daban a la semana se
los gastaba en clases para aprender a ser bruj@...
Ella todos los días a las cuatro y media de la tarde salía de casa y decía a
sus padres que iba al colegio porque había colegio de cuatro y media a seis
y cuarto de la tarde, pero en realidad iba a las clases de brujería.
Hasta que un día, no se sabe el porqué, ¡se perdió de vuelta a casa!
Se puso muy nerviosa. Se hizo de noche y había luna llena.
Era la noche de Halloween, ella tenía miedo por la leyenda de la luna llena
y los lobos.
¡Beatriz se había perdido al lado del castillo encantado!
Contaba la leyenda que la familia que vivía en ese castillo eran brujos y la
casa estaba llena de libros de brujería.
También se contaba que esa familia había muerto atacados por unos niños
en una noche de Halloween, y que todos los años en la noche de
Halloween sus espíritus salían del castillo y asustaban a los niños.
Beatriz temblando de miedo, intentaba en la oscuridad buscar el camino
hacia su casa.
Había por allí rondando unos niños a los que les llamaban “los reyes de la
noche de Halloween” porque siempre conseguían asustar a todos los que
se les acercaban.
En esa ocasión, le tocó a Beatriz. La intentaron asustar, y lo consiguieron.
Su susto fue tan tremendo que inconscientemente la niña usó su barita

3. y.… de un “ZAS”, los convirtió en piedra. Beatriz se sorprendió de lo que
acababa de hacer.
¡Sus clases de brujería estaban dando sus frutos!
Pero se dio cuenta de que eran sus compañeros e intentó deshacer el
hechizo, pero no lo lograba.
Como estaba al lado del castillo encantado, decidió enfrentarse a sus
miedos y entrar en busca de los famosos libros que la leyenda decía que
había en ese lugar. Con las piernas temblando, ¡entró en el castillo!
Allí efectivamente encontró los espíritus que se decía que vivan allí. Eran
una pareja con una niña de la misma edad de Beatriz.
Sus piernas no paraban de temblar, pensando que querían hacerla
daño...Pero no fue así.
Como ella apoyaba la brujería y quería ser bruja estos no le habían
asustado, sino que le apoyaron y le enseñaron como deshacer el hechizo a
sus compañeros.
Beatriz se dio cuenta de que esos espíritus no eran malos como decía la
gente. Y que esa niña y sus padres
no merecían lo que les habían
hecho en el pasado.
Beatriz perdió así todos sus miedos
y esa niña se convirtió en su mejor
amiga invisible. Cada noche salían
volando por el cielo y le enseñaron
todos los trucos.
Beatriz se convirtió así en la mejor
bruja que jamás haya existido en el
mundo entero.Fin
Lara Sofía Matos Moutinho 6ºC

4. EL PASADIZO SECRETO
Un día de Halloween, Frankenstein estaba paseando por los pasillos del
colegio. Era un día tormentoso y muy frío. De repente, todos los niños
salieron de sus clases, felices por las vacaciones de Halloween. Los niños al
ver a Frankenstein se asustaron, pero Juan, se estaba riendo a carcajadas.
Juan era un niño muy valiente.
De repente, cayó un rayo en medio del colegio y todos los niños
desaparecieron menos Juan y Frankenstein. Se abrió un agujero en el suelo
y empezaron a bajar. Cayeron sobre un árbol. ¡Un árbol boxeador!
- ¡Corre! - dijo Frankenstein.
Juan salió corriendo y se encontró por una puerta.
- ¿Qué es esto? – preguntó Juan.
-Es la puerta de Halloween- respondió Frankenstein.
Juan se asustó mucho, porque no podían salir del colegio, todas las puertas
estaban bloqueadas y estaban en un pasadizo secreto del colegio, por
donde se iba al infierno.
Cuando cruzaron la puerta se encontraron en un bosque. Había centauros,
ogros, unicornios...
-Bienvenido Frank- dijo un ogro tan grande que no se le veía la cabeza.
- ¿Por qué has venido? - preguntó un fauno que estaba sentado en una roca.
-Porque este niño en vez de asustarse como sus compañeros se ha reído-
contestó Frankenstein.
Después de que terminaran de hablar, Juan y Frankenstein, siguieron
caminando. Estaban en medio de una tormenta y Juan tenía mucho frío.
Llegaron hasta otra puerta roja y muy vieja. Frankenstein la abrió y
entraron.
- ¡Hola! - dijo una silueta roja.
-Te traigo a este niño -contestó Frankenstein- para las pruebas del infierno.
- ¡Buck, Dee! - gritó la silueta roja.

5. -Si, mi señor- dijo una gárgola muy pequeña.
-Llevaros a este niño a las pruebas del infierno.
-Pero...- dijo Juan- Si estamos en el infierno.... ¡usted debe de ser el diablo!
-Así es- dijo el diablo.
Las dos gárgolas le cogieron cada una de un brazo y se lo llevaron. Le
dejaron en una especie de habitación.
De repente empezó a salir lava de unos agujeros que allí había. Juan salió
corriendo por un pasillo. Estaba muy oscuro, pero Juan vio una luz al fondo.
Siguió corriendo y cuando llegó hasta la luz se dio cuenta de que era un
cristal. Detrás del cristal vio al diablo y a Frankenstein. Sin previo aviso, Juan
empezó a caer. Frankenstein corrió, rompió el cristal y se metió por el
agujero. Llegaron a un campo oscuro. Estaba lloviendo mucho.
- ¡Juan! -gritó Frankenstein- ¡Estás vivo!
Juan le dio un abrazo y le dio las gracias por haber ido a salvarle.
Frankenstein alzó la cabeza y vio algo en el cielo, eran... ¡dementores! Juan
y Frankenstein empezaron a correr hasta que llegaron a una pared. Los
dementores se estaban acercando, pero entonces Juan se despertó.
- ¡Juan! - dijo su madre- ¡A desayunar!
FIN
Alberto Riesgo 6ºC

6. MI NOCHE DE HALLOWEEN
El día de Halloween del año pasado salí a buscar sangre a las casas antes
de que se hiciera muy de noche, ya que esa noche tenía luna llena y
corríamos peligro solos por la calle, porque soy un vampiro y los lobos me
intentan atacar.
Antes de las nueve ya empezó a anochecer y nos tuvimos que ir a casa.
Yo estuve toda la noche aburrido, pero al asomarme a la ventana…vi a
niños en busca de caramelos y ¡venían hacia mi casa! Intenté olvidar lo que
había visto y me fui a dormir, aquella noche lo pasé muy mal porque no
pude beber sangre, así que no dormí casi nada.
Al día siguiente, salí con mis padres al bosque. Aunque también era noche
de luna llena, no tenía tanto miedo porque estaba con mis padres y ellos
me protegían de cualquier peligro.
Íbamos caminando cuando de repente se escucharon unos ruidos extraños
así que fuimos a ver lo que era. Los ruidos venían de detrás de un árbol,
me asomé y vi un gatito perdido. ¡No le chupé la sangre! Le llevé a la
casa de una amiga bruja que cuidaba gatos y me fui a mi casa. Esa noche
pude dormir tranquilo.
Hoy, el gatito vive conmigo, pues no pudo encontrar familia, y jugamos
todos los días.
~Aitana 6°C~

7. MI ENCUENTRO CON FRANKENSTEIN
Un día, paseando por el bosque empezó a llover. No llevaba paraguas, pero me
encontré una casa abandonada. Fui corriendo porque estaba empezando a granizar.
Entré, después de un rato dejó de llover y pude ver la luna llena.
Me quería ir, pero no pude, una gran sombra me agarró. Tenía miedo, se encendió la
luz y vi a Frankenstein. No me quería hacer nada solo quería tener un amigo.
Un día decidí volver a visitar a Frankenstein, oí ruidos de cadenas y lo que vi, no me lo
esperaba...
¡Un fantasma le estaba riñendo! o eso creía yo. Pero no, era el profesor Cabezón.
Frankenstein no quería estudiar, por eso le profesor Cabezón le estaba gritando.
Días después fui a visitarle de nevo y me encontré con un vampiro chiquitín que estaba
comiendo. No sabía que pasaba así que le pregunté:
- ¿Por qué siempre que vengo hay alguien? ¿No decías que no tenías amigos?
- Es que escribí que había estado con un humano y publiqué en mis redes sociales una
foto nuestra, y desde entonces me he convertido en niñero. Este pequeño vampiro es
el primer niño que estoy cuidando. - Me explicó Frankenstein muy entusiasmado.
- Bueno gracias por tu explicación. - Le respondí.
Jorge García 6ºC

8. La muerte
31¬10¬2017
Era Halloween, al anochecer los padres de Manuel lo dejaron solo en casa
y por eso él decidió salir con sus amigos a pedir chuches sin permiso de
sus padres. Cuando tenían muchas chuches decidieron ir a un bosque para
contar historias de miedo.
Estaba un poco lejos, pero él dijo para sus adentros:
-No pasa nada, solo me voy a quedar una hora para que mis padres no me
castiguen.
Buscaron un lugar en el bosque apropiado. Llegaron y empezaron con las
historias,hasta que la muerte apareció. Estaba detrás de Manuel. Él no la
podía ver, pero sus amigos sí que podían verla. La muerte había aparecido
en el momento en el que Manuel había dicho su nombre.
Los otros chicos fueron a sus casas y dejaron solo a Manuel con la muerte.
Él no sabía por qué le habían dejado solo hasta que se dio la vuelta y vio a
la muerte. Manuel empezó a correr, pero la muerte estaba siempre
enfrente de él.
La muerte le dijo:
-Este bosque se llama “EL BOSQUE DEL QUE NADIE VOLVIÓ VIVO”
Y nadie ha visto Manuel más.
Beloslava 6ºC

9. La bruja y la fiesta de disfraces
Érase una vez una bruja que se llamaba Paula, pero se hacía
llamar por “la Malvada”.
Un día se fue al bosque con su gato Pancho, para dar una vuelta.
Se encontró con un grupo de niños y de niñas, que estaban
jugando por el bosque.
La bruja decidió acercarse a los niños para ver si tenían miedo de
ella. Los niños se dieron cuenta de que la bruja se les estaba
acercando demasiado así que, los niños se fueron corriendo muy
rápido.
Un niño se tropezó con una piedra y cuando se levantó encontró
una carta. El niño llamó a sus amigos para ver todos juntos qué
era.
Pablo: - ¿Qué será esto chicos?
Aitana: - No sé, ¿la abrimos?
Lucia: - ¡Vale!, pero... ¿Quién la abre?
Pablo: - Yo, la abro yo.
Los niños abrieron la carta y lo que ponía era:
Hola, amigos soy la bruja. Me preguntaba que si esta tarde al
anochecer queríais venir a mi casa. Es que voy a dar una fiesta de
disfraces y quería saber si vosotros queríais venir. Esta es mi
dirección, según entras al pinar el segundo árbol a la derecha.
Muchos besos y espero que vengáis.
Los niños se pusieron muy contentos de que los hubiesen
invitado a esa fiesta. Y empezaron a hablar de cómo iban a ir
disfrazados.
Pablo: - Yo voy a ir de pirata.

10. María: - Pues yo de calabaza.
Lucia: - Entonces yo de vampira.
Después de un rato los niños se fueron a ponerse los disfraces.
Cuando ya estaban preparados se fueron juntos donde era la
fiesta. Estaban muy emocionados:
María: - Estoy un poco nerviosa.
Lucia: -Yo también.
Pablo: - Y yo
Cuando llegaron, llamaron a la casa, la bruja les abrió.
Dentro había muchos niños, disfrazados de muchas cosas.
Los niños se lo pasaron genial y luego al final la bruja les dio
muchas chuches.
Fue su mejor fiesta de disfraces.
Ángela Riesgo 6ºC

11. Halloween story
Las niñas perdidas en la cueva
31-10-2017: Había una vez una niña que le gustaba mucho Halloween,
entonces, estaba muy emocionada por salir esa noche.
La niña se pasó la tarde saltando de emoción porque iba a hacer una
fiesta de pijamas con sus amigas de clase.
Ellas llegaron muy contentas a casa, y sus padres les dijeron: - Chicas
no salgáis de casa que nos vamos a comprar cosas para la fiesta-. Así
que les dejaron solas en casa entonces, a la niña se le ocurrió una idea
genial, genial en ese momento claro...
Les preguntó a sus amigas si querían ir a dar un paseo por la calle a ver
que había, ellas dijeron que sí obviamente, así que fueron por la
montaña y se encontraron una cueva. Entonces entraron con velas
(aunque fuera al atardecer no se veía nada dentro) oían ruidos raros,
pero no se preocuparon porque no vieron nada.
Después de un rato caminando, estaban
muy cansadas y se sentaron en un tipo de
roca que a la vez era como “blanda” y
verde, ellas notaron como que alguien o algo
respirase, ahí ya se empezaron a preocupar.
La roca “blanda” y verde resultó que era
Frankenstein, se levantó de ahí y empezó a
temblar toda la cueva, entonces… ¡Buuuuu!!
Las niñas se levantaron porque tembló todo,
se giraron y se llevaron un buen susto, ellas
salieron corriendo de allí, pero el “zombi”
como lo llamaban ellas les seguía.

12. Salieron de esa horrorosa cueva y se quedaron ahí un poco recuperando
el aliento, entonces fue Frankenstein y las dijo:
- ¡Hola, chicas!
Ellas gritaron, pero como la voz de Frankenstein era grave se oía más y
las dijo:
- Hola, no os asustéis, que no soy malo, sólo es que estoy buscando
amigos o amigas para pasar la noche de Halloween con ellos o ellas, si
no os importa, ¿me puedo quedar con vosotras?
- ¡Holaaa! Pues claro, mientras no nos hagas nada malo...-dijeron las
tres a la vez-
- Vale, muchas gracias.
Al final se hicieron amigos y ¡pasaron un Halloween genial!
Paula San Cristobal 6ºC

13. LA MUERTE Y EL COLEGIO DE HOGWARTS
Un día al anochecer en el colegio de Hogwarts, un castillo
encantado, la muerte acechaba. Era un día de invierno y Harry,
Ron y Hermione se iban a dormir cuando se escuchó un fuerte
ruido en sus ventanas, era... ¡la muerte!, pero ellos pensaron que
era el aire.
La muerte se unió a Voldemort e intentó matar a Harry, pero
como Harry tenía la piedra filosofal no murió.
Los tres chicos decidieron salir en busca de los dos, Hagrid se los
encontró y les riñó porque si los profesores los encontraban les
iban a castigar.
Harry, Ron y Hermione decidieron irse a dormir porque no
podían salir durante la noche.
Al día siguiente no volvieron ni Voldemort ni la Muerte.
Tiempo después los tres chicos se enteraron de que Voldemort y
la muerte se enfrentaron entre sí y como resultado de esa
disputa al final murieron los dos.
Diego Teixeira 6ºC

14. Halloween
Las niñas vampiresas
Era sábado, a las 2 de la mañana, del día 31 de octubre, Halloween, en el año
1925.
Mis padres me dejaron sola en una casa abandonada a unos 17 kilómetros de mi
pueblo, no tendría ni un año.
Los médicos decían que yo era una especie de vampiresa-humana por las
condiciones de embarazo de mi madre. Pues a ella no la importaba mi vida: comía
lo que le apetecía, hacía cosas que no podía hacer una madre embarazada...
Y así nací yo, Sophie Ciuldes, la vampiresa que cuida a los niños abandonados en
la casa del monte de la montaña *EL PICO*.
Cada año llegan a la casa unos 10 o 15 niños. La casa tiene un espacio secreto,
detrás del armario de la habitación de arriba a la derecha. Ese espacio secreto
tiene escuela, comedor, patio, parque, baños...todo lo que un vampiro necesita.
Esa noche, la noche de la que te hablaré era luna llena, y llegaron 2 niñas
gemelas. Me sorprendía el hecho de que eran exactamente iguales. No había
ninguna característica que les hiciera únicas. Lo que más me sorprendió es que en
la frente, tenían una especie de marca de estrella igual en las dos niñas. Era como
una cicatriz.
Esas niñas venían con una varita en la cesta donde las llevaron a la casa
abandonada. Por lo que ponía en la etiqueta de la cesta, se llamaban Lili y Lila.
Tenían unos 2 años aproximadamente las dos. Las cogí y las llevé a sus camas.
Les tocó en la habitación número12 en el edificio de al lado de la fuente, claro, en
el espacio secreto. Les tocó compartir habitación con otras 3 niñas más de su
edad: Mila, Sarah y Savannah.

15. Cuando ya tenían 6 años, estaban todo el rato juntas. Se habían criado en la
misma habitación y en el colegio iban a la misma clase. Ellas decían a los más
mayores de la escuela, que eran hermanas.
Pero un día, no se les ocurrió una idea mejor que ir al pueblo a buscar a sus
padres. Las cinco niñas fueron a coger ropa “normal” para que no las
descubriesen. Lograron salir de la casa abandonada con facilidad. Llegaron a una
especie de camino de tierra con planas a los lados. Se pusieron a andar, y a andar,
y a andar. . . Hasta que llegaron a las primeras casas del pueblo. Ya eran la 6 y
media de la mañana.
Se pusieron a pegar folios por todas las casas del pueblo, que decían:
Buscamos a nuestros padres. Si tuviste hijas y las abandonaste ven a la plaza hoy
a las doce y media.
Ellas no sabían dónde estaba la plaza del pueblo, pero, Savannah, que era la más
lista de las cinco con diferencia, pudo recordar cuando su madre la llevaba con un
año a la plaza para que su hermano Blondie pudiera jugar con sus amigos.
Con esa ayuda de Savannah pudieron llegar a la playa. Allí había un gran árbol en
todo el medio. Había una iglesia a la derecha y unos bancos rodeando la plaza. A
la derecha había un parque súper grande y guay, donde había unos toboganes
gigantes. Como era tan pronto, ya eran las 7 de la mañana, se pusieron a jugar en
el parque tan grande. Jugaron y jugaron, hasta que se hicieron las 12 y media de
la mañana. Cuando escucharon gritar:
- ¡Eh, niñas!, ¡Miradnos!, ¡Estamos aquí!
Las niñas se giraron hacia la plaza y vieron a 4 mujeres gritándolas y haciendo
gestos extraños. Una de ellas dijo:
- ¿Lili, Lila, Mila, Sarah, Savannah?
Las niñas se miraron entre ellas, y Mila, consiguió hablar:
- ¡Sí! ¡Somos nosotras!

16. Las madres se abrazaron y fueron corriendo al parque donde las niñas estaban
jugando. Las niñas bajaron de los toboganes, y se abrazaron a sus madres. La
madre de Savannah dijo:
- Pero ¿dónde estabais?
Sarah respondió:
-Estábamos en la escuela de vampiros, en la casa abandonada de la montaña *EL
PICO*
La madre de Lili y Lila las contó la historia de lo que pasó y por qué estaban allí:
-Pues mirad. Nosotras os pusimos a dormir el día 23 de agosto. Cuando nos
despertamos nos dijeron que os iban a llevar a otro lugar. Os habían llevado a una
escuela de vampiros porque habían notado que teníais características de vampiro y
no querían que os juntaseis con los otros niños. Y desde ahí no supimos más. Yo
a Lili y a Lila os hice unas marcas de estrellas en la frente porque no sabía si erais
mellizas o gemelas, erais tan chiquititas, así os reconoceríais allí.
La madre de Mila continuó:
- ¡Que milagro que halláis vuelto!, pero ¿qué hacéis aquí?
Lila lo contó todo.
-Pues es que nos aburríamos un poco ayer, y decidimos buscaros. Seguimos un
caminito de arena, hasta llegar al pueblo. Lili hizo unos carteles para poder
encontraros y pegarlos por todo el pueblo. Y así fue todo.
La madre de Sarah les dijo:
- ¡Qué suerte teneros de vuelta! Si queréis venir a mi casa, os prepararé unos
chocolates calientes y unos bollitos que tengo.
FIN
Cayetana Toquero 6ºC

17. EL FANTASMA DE HALLOWEEN
Érase una vez un pueblo. En ese pueblo vivía una chica
que se llamaba Melisa.
A Melisa le encantaba Halloween. Precisamente en una
noche de Halloween se perdió. Siguió caminando,
encontró un pasadizo secreto, entró y al otro lado se
encontró con un fantasma.
Melisa se asustó mucho pero el fantasma le dijo – No te
asustes, no soy malo, soy bueno-.
Melisa le saludó y el fantasma le dijo que si quería ser su
amiga y Melisa respondió que claro que sí.
El fantasma y Melisa se hicieron muy buenos amigos.
FIN
María Luisa 6ºC