Este documento explora cómo los nuevos descubrimientos científicos indican que la genética de un individuo puede ser parcialmente responsable de la obesidad, las acciones y los comportamientos peligrosos. Algunas personas podrían sentirse aliviadas al saber que no son completamente responsables de sus rasgos negativos, mientras que otros podrían deprimirse al pensar que sus logros se deben a sus genes y no a su esfuerzo. El documento también plantea preguntas sobre cómo esto afectaría la responsabilidad personal y las implicaciones éticas