El documento habla sobre la explotación sexual de menores de 18 años en Colombia, señalando que es un delito sancionado por la ley. Explica que la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes genera grandes ganancias económicas para los responsables, pero deja a las víctimas con heridas profundas que son difíciles de curar con el tiempo. Define la explotación sexual como actividades sexuales realizadas con un menor a cambio de pagos o regalos, y menciona que puede presentarse en forma de pornografía