1. Los Retos De La Educación En La Modernidad Líquida
En el libro de Bauman nos explica claramente de manera lúcida la condición del individuo
en una sociedad de consumo del siglo XXI.
La educación no debería tener un fin lucrativo o economicista, si no que apunte y aporte
sus saberes y que haceres a la construcción de una nueva ciudadanía, situándola fuera de la
trampa economicista.
El tiempo ha llegado a ser un recurso cuyo gasto se considera innecesario, injustificable e
intolerable, en este mundo de la modernidad líquida donde hasta la sopa viene instantánea y
no hay la necesidad de prepararla y cocinarla, todo se hace más fácil para el hombre con tal
de ahorrar el tiempo y no desperdiciarlo; llegando a considerar la educación como un
producto lo que es una bofetada a la dignidad humana, una violación a los derechos
humanos.El apetito de conocimiento debería hacerse gradualmente más intenso a lo largo
de toda nuestra vida, a fin de que cada individuo continúe creciendo y sea cada vez una
persona mejor.
El conocimiento en la modernidad líquida hace referencia a los productos que adquirimos
cada vez son reemplazados con mayor velocidad por otros nuevos que aparecen en el
mercado más sofisticados. Menciona que la historia de la educación está plagada de
periodos críticos en los cuales se hizo evidente que las premisas y estrategias probadas y
aparentemente confiables habían perdido contacto con la realidad y exigían ajustes o una
reforma. En el mundo de la modernidad líquida el conocimiento se ajusta al uso instantáneo
y se concibe para que se utilice una sola vez y listos para ser desechados instantáneamente.
Los cambios están provocando la soledad del individuo y que poco a poco vamos perdiendo
como seres humanos la necesidad de convivencia en sociedad.
Desalienta la idea de que la educación puede ser un producto mercantilista que uno gana y
conserva, atesora y protege, ya son pocos los que hablan a favor de la educación
institucionalizada.
El cambio contemporáneo en semejante mundo líquido enfoca que la sabiduría y el
conocimiento que adquirimos en estos tiempos envejece rápidamente y se agota por los
cambios constantes en el vivimos ahora, por el acceso de la tecnología estamos ante un clic
para acceder a grandes volúmenes de información donde ahora todo se ha vuelto incierto.
Uno es tan bueno como sus éxitos, pero en realidad solo es tan bueno como su último
proyecto de éxito.
La memoria en nuestro mundo cambiante en el que se vive ahora busca entrar dentro del ser
humano y llegar a descubrir en lo profundo de su personalidad que durante muchos años
permaneció en la oscuridad y lo mantuvo bajo un modelo conductista, mientras que ahora
con los cambios contantes en esta modernidad líquida se busca que sea el propio individuo
2. que se preocupe por su comportamiento con los demás y de adquirir conocimientos para
mejorar en su trabajo, como de la convivencia en sociedad, porque las costumbres
establecidas, los marcos cognitivos sólidos y las preferencias por los valores estables, de
aquellos objetivos últimos de la educación ortodoxa, se convierte en una desventaja en
estos tiempos de la modernidad líquida.La educación permanente se concentra en la
necesidad de actualizarse en cuanto a las últimas novedades de la información profesional y
con grandes volúmenes de información que en semejante mundo cambiante la información
se ha considerado como desconocida por la existencia de los grandes volúmenes de
información que circulan por las redes de información mediante la utilización de la
tecnología.La información misma ha llegado a ser el principal sitio de lo desconocido hoy
lo que parece demasiado vasto, misterioso y salvaje es la información misma. Los hombres
y mujeres comunes de la actualidad se sienten mucho más amenazadores con esos
volúmenes gigantescos de información ansiosos de atención.
En el pasado, la educación adquiría muchas formas y demostró ser capaz de ajustarse a las
cambiantescircunstancia, fijándose nuevos objetivos y diseñando nuevas estrategia. El
cambio actual no es como los cambios del pasado.
Aun debemos aprender el arte de vivir en un mundo sobresaturado de información y
también debemos aprender el aún más difícil arte de preparar a las próximas generaciones
para vivir en semejante mundo.
El Estado ha dejado de ser benefactor. Actualmente solo es un mediador entre los poderes
fácticos y los individuos, va cediendo sus facultades de decisión. El Estado y la nación, van
por caminos distintos en la modernidad líquida.
Para concluir, Bauman señala que inmersos en la sociedad liquida, solo podemos esperar un
cambio, en mucho tiempo. No podemos cambiar en unos cuantos años lo que ha sucedido
durante siglos. Eso sí, debemos tener esperanza.