Una red informática de ordenadores permite compartir recursos como una conexión a Internet, impresoras y archivos entre ordenadores sin necesidad de medios de almacenamiento externos. Las redes se clasifican por su tamaño físico y pueden conectar ordenadores dentro de un aula, ciudad, país o a nivel global. Para establecer una red básica local se necesitan tarjetas de red, cables y configurar las direcciones IP para que los ordenadores puedan comunicarse.