El documento describe los criterios diagnósticos para varios trastornos de la personalidad, incluyendo el trastorno paranoide, esquizoide, esquizotípico, antisocial, límite e histriónico. Los criterios incluyen patrones de pensamiento, emoción y comportamiento que difieren de las expectativas culturales y causan malestar clínico significativo. Los trastornos se caracterizan por ser estables y de larga duración, comenzando en la adolescencia o adultez temprana.