La autora pasó un día intenso en Madrid junto a su profesora y compañera para participar en eventos sobre la igualdad de género en la educación. Visitaron el Congreso de los Diputados para pedir más acciones a favor de las niñas, dieron una rueda de prensa, recorrieron lugares emblemáticos de la ciudad con una guía voluntaria, comieron bocadillos de calamares y pasearon por el Retiro antes de regresar a casa sintiéndose afortunada por la experiencia.
1. UN DÍA MUY INTENSO… Luz Mery Barral Bouzón
Una semana más o menos te preguntan si quieres ir a Madrid, junto con
una profesora y otra compañera, a pasar allí el día pidiendo que cambie el
mundo de la educación y conocer un poco Madrid… ¿qué dirías? ¡Por
supuesto que sí! Pero no te das cuenta de que el lunes víspera del gran
martes te tendrás que acostar a las 20:00 para levantarte a la madrugada del
martes sobre las 05:15 para estar en el aeropuerto y coger un avión a las 07:00.
Pero eso es lo de menos, lo importante es lo que os voy a contar ahora:
Llegamos al aeropuerto, subimos al avión, una hora de viaje (sin
problema ninguno claro con pastilla), no sabemos si coger un bus o ir en metro.
La profe nos pregunta que si alguna vez habíamos subido en metro y decimos
que no. Entonces decidimos coger el metro. Una vez en el metro comentamos
lo importante que es tener el sentido de orientación y de rapidez. Salimos del
metro y vamos a “desayunar” a un bar cercano a la Plaza de Cervantes, punto
de reunión con los demás centros. Delante de la estatua de Cervantes
conocimos a varias personas de diferentes ONGs y alumnos/as de colegios de
otras comunidades autónomas. Nos dieron unas camisetas muy monas en las
que ponía el lema de la SAME.
Una vez todos reunidos nos dirigimos al Congreso de los Diputados
(bueno, a una sala del congreso). Anaís y yo nos sentamos delante del todo, de
frente a la presidenta de la comisión de cooperación, de Delia Blanco, y
empezamos a pedirle al gobierno español que tenía que hacer algo más, para
conseguir la igualdad en la educación para las niñas y mujeres. Otros
compañeros leyeron relatos conmovedores que nos hicieron reflexionar sobre
la desgracia de ser mujer en un país del sur, simplemente por nacer allí. De
todo esto lo más importante es que conseguimos que estos relatos llegaran a
los oídos y al corazón de nuestros políticos, que era nuestro objetivo principal
y nuestra razón de estar allí. Respecto a esto personalmente digo que creo que
la presidenta nos escuchó con mucho interés y atención, y que si estuviese en
sus manos cambiaria la situación de desigualdad en ese mismo momento. Se
mostró muy cercana a nosotros, algo muy importante.
2. A continuación nos dirigimos a dar una rueda de prensa, en la que
comentaríamos todo lo realizado en el Congreso y daríamos nuestras
opiniones de lo que habíamos vivido. En la rueda de prensa mi compañera
Anaís representó a nuestra comunidad autónoma, Galicia. Era un local
antiguo y moderno a la vez (ya que era un bajo utilizado para dar charlas por un
lado y por otro era un sitio alquilado por empresarios par oficinas). Después
de la rueda de prensa nos pusieron unos pinchos y aprovechamos el momento
para establecer contactos y amistad con gente nueva. Conocimos a un chico
mejicano que se vino a vivir a Madrid, que trabaja para la ONG Entreculturas.
Me pareció una persona muy interesante y vi en él un especial interés por
nuestro trabajo. Aparte de este chico conocimos a otra voluntaria de
Entreculturas, llamada Pilar, quien se ofreció a enseñarnos Madrid, es decir
que se ofreció como guía turística (debimos de salir de la conferencia sobre
las 14:30 aproximadamente). Una vez situados en el centro de Madrid,
empezamos a caminar ( yo en tacones , pero fuerte todo el camino ) , visitamos
medio Madrid a un ritmo… bueno, la verdad es que tiene merito, porque
vimos El Palacio de Oriente, las ruinas de una iglesia, las calles más importante.
Establecimos tanta amistad que al final del paseo fuimos a tomar algo las
cuatro juntas y nos dio su número de teléfono. Bueno, la verdad es que el
paseo fue intenso, pero muy bonito, ya que Pilar se entregó a nosotras como
una más del grupo.
A continuación (yo ya cambiada de calzado), nos fuimos a tomar unos
bocatas de CALAMARES al Brillante, el sitio más famoso de todo Madrid.
Nos sentamos un rato, los comimos con calma y planeamos qué íbamos hacer
por la tarde hasta las 20:00 horas más o menos, ya que a las 21:00 teníamos
que estar en el aeropuerto. Decidimos ir al Retiro, y para ello quedamos con
unos tíos de la profe.
Con toda la calma fuimos al Museo del Prado, por la Cibeles y por otras
calles en las que vimos quizás lo más bonito del centro de Madrid. Una vez en
el museo nos reunimos con los tíos de la profe y con ellos nos fuimos al parque
del Retiro. Mientras íbamos por el paseo nos contaban cosas y comentábamos
con ellos la experiencia, la verdad es que con ellos nos sentimos muy bien,
como cuando una persona mayor te cuenta lo que hacían de pequeños. Fue
una sensación de sueño “poder contarle alguien que no era tu familia, todo lo
ocurrido”. Ya dentro del Retiro paseamos y vimos la multitud de gente
mezclada, es decir, variedad de culturas (aquí fue donde le compre unas
pulseras a una chica ucraniana). Toda la gente quedaba sorprendida por lo
bonito que era ese paisaje, bosque, estatuas, gente tocando con instrumentos
3. raros y lanchitas en el estanque… quizás si vuelvo a Madrid algún día sería
una de las cosas que no me cansaría de ver. Después nos tomamos un helado,
nos sacamos la foto de “familia” y nos fuimos a coger el metro. Por cierto, un
“show”, a lo mejor sí que dimos un poco solo un poco la nota, entre que
intentemos echar 6€ en monedas de 20 o 50 céntimos … y que llegados a 5,95
la máquina nos expulsó todo… que el billete no me dejaba pasar y me tomaron
por ladrona… Después de todo esto nos entra el ataque de risa y bueno, lo
único que digo es que el metro es muy rápido y todo lo que quieras, pero como
no estés al loro puedes pasarte el día intentando salir.. . En realidad a todo
hay que pillarle el truco.
Llegamos al aeropuerto con tiempo, paseamos un poco y nos pusimos a
cotillear una revista, porque la cola de embarque era muy larga. Yo ya sin
tomar pastilla subí al avión con mis dos tranquilizadoras y llegamos a Coruña
sanas y salvas. Sin pancartas, pero nos estaban recibiendo.
Lo único que digo es el título, “un día intenso”, bien aprovechado y
sobre todo que me acosté con la sensación de haber hecho algo que nunca
olvidaré. No sé cómo explicarlo, pero quiero decir que me siento afortunada
de poder hacer esto. Yo pienso que las mujeres sobre todo deberían
potenciar más esto, para que cada vez todos seamos más iguales y que no se
diferencie a la gente por nacer en un sitio u otro. Será nuestro objetivo que
debemos de lograr.
En los hoteles cuando te vas siempre te ponen una encuesta donde te
preguntan si quedaste s satisfecho con la estancia y con el personal. Yo a eso
contestaría que un 10 por la compañía, profesora y compañera, un 10 al viaje,
un 10 al trato que nos dieron un 10 al bocadillo de calamares y por último diría
que un 10 por el objetivo del viaje. Pero creo que eso no se puntúa, se valora
con el día a día y aportando nuestro granito de arena todos los días.