2. Déjame ser como una luz de semáforo... Pero la amarilla, la de advertencia... La verde y la roja, son tus opciones, porque sólo tú sabrás cuándo debes avanzar o cuándo debes detenerte...
3. Permíteme ser esa señal que te avisa que algo debes hacer... Porque mi luz está generada por el paso del tiempo, el conocimiento y las vivencias... Préstame atención, y tal vez, te ayude a evitar un inconveniente en tu camino...
4. Como luz amarilla, soy el momento de la atención, de la reflexión y de la decisión... Quizás, una de las instancias más importantes de la existencia... Porque, podemos continuar la marcha o detenernos acertadamente, como también podemos avanzar o quedarnos inmóviles equivocadamente...