El documento describe cómo el urbanismo social se ha utilizado en Medellín, Colombia como una "arma" contra la violencia. La ciudad ha invertido fuertemente en proyectos de infraestructura, educación y cultura en los barrios más pobres y marginados, que anteriormente albergaban grupos delictivos. Estas inversiones han creado nuevas oportunidades que atraen a los jóvenes lejos de la delincuencia, y han transformado zonas problemáticas en barrios prósperos y seguros. La tasa de homicidios en Medellín se ha redu

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Urbanismo social: El “arma” colombiana contra la violencia
Dominicales 15 Agosto, 2010
Para Comentar
El Metrocable se creó para las personas que viven en los
cerros donde antes había invasiones.
**No se trata de construir una vía aquí o una canchita allá
**La inversión municipal se ha destinado a los más pobres
**Con infraestructura y educación eliminan semilleros del crimen
Texto y fotos: Carolina Fuentes
MEDELLIN, Colombia.- Una casa hace olvidar el camino hacia la cárcel, un trabajo eleva el alma a la esperanza y un libro voltea las
páginas tristes de muchas vidas… Eso fue lo que descubrieron los colombianos, para quienes el urbanismo social es la mejor “arma” contra
la violencia.
En el barrio Santo Domingo de Medellín, Alexis y Sebastián, de 12 y 15 años, sonríen con alegría al mirar las cabinas del servicio de
transporte Metrocable, que como cajas de colores flotando en el horizonte azulado, se deslizan de un cerro a otro, mediante un sistema
eléctrico.
El Parque Interactivo Explora es
gratuito y por eso cientos de familias
disfrutan todos los días de sus distintos
salones, entre estos un atractivo
acuario.
“Buenos días señores y señoras, bienvenidos a Santo Domingo, si ustedes desean puedo contarles la historia de mi barrio y nos dan algunos
pesos”, les dice Alexis, con una tímida sonrisa, a varios turistas de cabello rubio que caminan por las calles del sector habitacional,
embellecidas con llamativos murales.
De inmediato, los muchachos comienzan a relatarles a los extranjeros que ese lugar fue antes un cerro pedregoso con casuchas, donde
operaban los “combos”, nombre con el que se le conoce en Colombia a los grupos juveniles de delincuentes que más tarde se incorporan a
las bandas criminales.
Con gracia y en voz alta, Alexis explica a los visitantes cómo un proyecto de desarrollo integral transformó la invasión en la que vivían en
un pintoresco barrio con calles pavimentadas, un parque biblioteca, personal de seguridad, un laboratorio infantil de internet, centros de
salud y tiendas de artesanías.
Al terminar su relato, los jovencitos reciben unos cuantos pesos y dólares, pero Sebastián aclara que “este no es un trabajo, hacemos esto
porque nos gusta y porque lo que nos dan nos sirve para nuestros estudios”.
En el 2003 Alexis y Sebastián, como cientos de menores de su barrio, estaban en riesgo social, acechados por los “combos”, quienes se han
ido dispersando de la zona desde que el desarrollo humano llegó a la comunidad.
http://www.latribuna.hn/web2.0/?p=169348 21/12/2010

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INVERSION
El gerente de Empresas Públicas de Medellín (EPM), Federico Restrepo, recuerda que “en el 2003 no se podía entrar en el barrio Santo
Domingo, eso estaba tomado por combos y bandas que ejercían su actividad sobre esa población, elementos que todavía subsisten, no
desaparecieron, pero la situación está más controlada”.
Los barrios más pobres son los
seleccionados para invertir en obras
sociales por ser el foco de los grupos
delincuenciales.
EPM es una empresa de servicios públicos de energía eléctrica, gas, agua potable, saneamiento y telecomunicaciones, creada hace 55 años
y que con sus utilidades le aporta a la ciudad el 25 por ciento del presupuesto para inversión pública.
“No se trata de pavimentar una vía aquí, hacer una canchita de fútbol allá, hay que preguntarse ¿Qué es lo que resuelve de manera integral
la problemática de un sector?; nos concentramos y priorizamos la inversión en esa zona de la población que, incluso, no votó por el alcalde
en su momento”, dice Restrepo, quien fungió por cuatro años como director de Planeación de Medellín.
El funcionario agrega que “el sistema de transporte masivo para este barrio fue el cable, para subir esas montañas no hay otra forma”.
Desde las ventanas de las cabinas del Metrocable los edificios y casas de ladrillo se aprecian como diminutos cuadros rojos salpicando el
verdor de los cerros, vista espectacular que le ha dado al lugar un especial valor turístico.
“En ese barrio, antes de intervenirlo había 10 negocios, hoy hay 240, o sea, se volvió en una zona de actividad económica lo que eran
barrios de invasión”, manifiesta Restrepo.
El gerente señala que EPM ha invertido 75 millones de dólares en becas para unos 12 mil estudiantes de Medellín que pudieron haber caído
en las garras de los grupos delictivos pero que hoy son ingenieros, médicos, abogados y profesionales de otras carreras.
PARQUE EXPLORA
Un parque biblioteca fue instalado en
el barrio Santo Domingo para
fomentar la educación y la cultura en
niños que estaban en riesgo social.
Otra valiosa “arma” contra la violencia se encuentra en la zona norte de Medellín, la más pobre de la ciudad. Allí, una abuelita y sus dos
nietos contemplan extasiados a enormes peces multicolores que se mueven a lo largo de un acuario, en el Parque Interactivo Explora, un
espacio creado para que chicos y grandes se diviertan de manera gratuita, de la mano de la ciencia.
El comunicador de la Agencia de Cooperación e Inversión de Medellín (ACI), Daniel Vásquez, explica que “en este parque se invirtieron
aproximadamente 25 mil millones de pesos, que son como 12.5 millones de dólares, pero la inversión general que en los últimos años ha
hecho la alcaldía de Medellín es muy importante, el presupuesto general de la ciudad ha destinado entre el 30 y 40 por ciento a asuntos de
educación y cultura”.
El parque posee no sólo acuarios empotrados en las paredes sino también una sala de 3D, un estudio de televisión, un vivario habitado por
ranas venenosas, serpientes, camaleones y tarántulas; un salón infantil y juegos a cielo abierto donde todos se vuelven niños al curiosear los
novedosos aparatos.
“Sucedió que a partir del 2004 llegó a la ciudad un grupo de personas del sector civil que decidieron hacer política; esta gente entiende
como urgente para el mejoramiento de las condiciones de vida y para reducir la violencia que sufríamos, que era necesario hacer grandes
inversiones, especialmente en educación y cultura, como una herramienta fundamental para generar nuevas oportunidades de desarrollo
para todos en la ciudad”, afirma el profesional.
Según Vásquez, “el peor año que tuvo Medellín en materia de violencia fue 1991, cuando tuvimos una tasa de 381 homicidios por cada 100
mil habitantes”.
http://www.latribuna.hn/web2.0/?p=169348 21/12/2010

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ESPACIOS PUBLICOS
Daniel Vásquez
“La ciudad ha logrado reducir el accionar de los grupos violentos gracias a una dinámica social sustentada en que haya nuevos espacios
urbanos para el encuentro de las personas y para la gente de barrios marginados, que no han tenido acceso a espacios públicos ni educativos
ni culturales”.
Vásquez destaca que en el 2007 la cifra de homicidios se redujo a 27 por cada 100 mil habitantes, “eso indica que el cambio fue
determinante para reducir la violencia”.
El comunicador expresa que actualmente ha habido un incremento en los homicidios debido a que se extraditaron los principales capos de
los grupos armados paramilitares que operaban en Medellín y en toda Colombia.
“Ahora en nuestra ciudad se está presentando un enfrentamiento entre bandas ilegales que ya no tiene nada que ver con el paramilitarismo;
estas bandas están luchando por tener un control del microtráfico de drogas, que es un negocio bastante lucrativo para ellos y eso ha
generado que una sola banda trate de controlar todo el negocio y que se hayan incrementado los homicidios entre ellos, disputándose los
terrenos y el negocio”.
Datos del Centro de Información y Estadística del Ministerio de Defensa Nacional indican que en el 2007 se registraron 17,198 homicidios
en el país, mientras que en el 2009 la cifra fue de 15,817. Pese a ello, entre enero y mayo del 2010 se reportaron 6,155 muertes violentas.
Conscientes de que los barrios marginales operan en la sociedad como “semilleros” del crimen, los esfuerzos municipales se han
concentrado en estas zonas, donde los delincuentes van dejando de sentirse “como en casa”, ante el despertar del comercio, el arte y la
educación.
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