Los niños de 5 años comienzan a comprender conceptos más abstractos como el bien y el mal. Es importante enseñarles valores fundamentales a esta edad como compartir, ser amable con los demás, escuchar, decir la verdad y respetar. Los padres deben dar el ejemplo a través de su propio comportamiento y reforzar estos valores con elogios y premios para que los niños los incorporen en su desarrollo.