Este poema corto de tres estrofas ruega al Espíritu Santo que venga y llene al autor con su preciosa unción, que lo purifique, lave, renueve y restaure con su poder, y que le permita conocer más a Dios.
1. Ven, Espíritu, ven y lléname, Señor,
con tu preciosa unción (2)
Purifícame y lávame, renuévame,
restáurame, Señor, con tu poder
Purifícame y lávame, renuévame,
restáurame, Señor, te quiero conocer