La evidencia de salvación: La obediencia nacida del corazón agradecido
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Estudio dado en el Ayuno congregacional de la IBE Callao sobre el servicio cristiano
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La evidencia de salvación: La obediencia nacida del corazón agradecido
- 1. El tiempo ha llegado. Entendiendo los tiempos: Tiempo de servir.
- 2. Principio. Nuestro llamamiento determina nuestro conducta en todas sus áreas.
- 3. Pauta fundamental. Nuestra vida de fe se debe mostrar por medio de la obediencia a la voluntad de Dios.
- 4. Una interrogante común. • ¿Cómo saber si soy salvo?. • La salvación no es un asunto de emociones, aunque pudieran haberlas. • La salvación no tiene que ver con que iglesia uno asiste. • La salvación es una acto de la gracia de Dios.
- 5. Una interrogante común. . • Todo aquel que ha sido salvo es transformado de modo radical. • Su transformación abarca la libertad para obedecer la voluntad de Dios.
- 6. Verdad innegable. La obediencia, nacida del corazón agradecido, es la evidencia de salvación en la vida de un creyente 1 Jn 2:3.
- 7. 1° Evidencia de la obediencia. Perfeccionado en el amor 1 Jn 2:5 Amor de Dios. Amor a Dios. Amor como el amor de Dios.
- 8. 2° Evidencia de la obediencia. Andar como Él anduvo 1 Jn 2:6-8: Obedecer el mandamiento antiguo: Amarse unos a otros. Obedecer el mandamiento nuevo: Amarse como Cristo nos amó.
- 9. Realidad espiritual. El estilo de vida, de acuerdo al modelo de vida de Jesús, va desarrollando día a día, así como las tinieblas van pasando y la luz va iluminando 1 Jn 2:8.
- 10. Aplicaciones. • ¿Cómo esta nuestro nivel de obediencia?. • Cuidarse de exigir obediencia, porque la obediencia ha de ser voluntaria y consiente. • Cuídate de quienes te exige obediencia sin sustento divino.
- 11. Lo que tenemos que amar Luc 10:27: A Dios por encima de todo. Amar al prójimo. Lo que no tenemos que amar 1 Jn 2:15: No amar el mundo Efe 2:1-3 Ni las cosas que están en el mundo.
- 12. La imposibilidad. No se decir que se es salvo si es que no se muestra por la obediencia al Señor Luc 16:13.
Notas del editor
- 1 Jn 1:5 DHH
- 1 Jn 2;4 RV60 Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.
- 1 Jn 2:3 RV60 Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.
- 1 Jn 2:5-6 RV60 pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. 6 El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.
- 1 Jn 2:5-6 RV60 6 El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo. Hermanos, no os escribo mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que habéis tenido desde el principio; este mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído desde el principio. 8 Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra.
- 1 Jn 2:8 RV60 Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra.
- 1 Jn
- Luc 10:27 DHH El maestro de la ley contestó: —“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente”; y, “ama a tu prójimo como a ti mismo.” 1 Jn 2:15 RV60 No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Efe 2:1-3 DHH Antes ustedes estaban muertos a causa de las maldades y pecados 2 en que vivían, pues seguían los criterios de este mundo y hacían la voluntad de aquel espíritu que domina en el aire y que anima a los que desobedecen a Dios. 3 De esa manera vivíamos también todos nosotros en otro tiempo, siguiendo nuestros malos deseos y cumpliendo los caprichos de nuestra naturaleza pecadora y de nuestros pensamientos. A causa de eso, merecíamos con toda razón el terrible castigo de Dios, igual que los demás. Efe 2:1-3 NTV Antes ustedes estaban muertos a causa de su desobediencia y sus muchos pecados. 2 Vivían en pecado, igual que el resto de la gente, obedeciendo al diablo —el líder de los poderes del mundo invisible[a]—, quien es el espíritu que actúa en el corazón de los que se niegan a obedecer a Dios. 3 Todos vivíamos así en el pasado, siguiendo los deseos de nuestras pasiones y la inclinación de nuestra naturaleza pecaminosa. Por nuestra propia naturaleza, éramos objeto del enojo de Dios igual que todos los demás.
- Luc 16:13 Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas