Este poema rinde homenaje a un veterano de la guerra de Malvinas, reconociendo su valentía, patriotismo y el trauma que sufrió como soldado joven obligado a ir a la guerra sin desearlo. Agradece al veterano por haber defendido las islas Malvinas y recuerda a sus camaradas caídos en la batalla que hoy descansan bajo un manto celeste y blanco desde el cielo.