El documento discute dos principios bíblicos. El primero es que la Biblia es la regla suprema para la fe y vida y contiene toda la instrucción necesaria de Dios. El segundo es que el propósito más alto del hombre es glorificar a Dios en todo lo que hace, incluida la familia, el estudio y el trabajo. También cita pasajes que instan a los creyentes a separarse de los incrédulos y no involucrarse en sus acciones impías.