Este documento resume la doctrina calvinista de la expiación limitada. Explica que Cristo murió como sustituto y sacrificio para pagar los pecados de aquellos que Dios eligió antes de la fundación del mundo. Refuta las objeciones arminianas citando versículos que muestran que Cristo murió para salvar a su pueblo y su iglesia, no a toda la humanidad. Concluye que esta doctrina honra a Dios al darle todo el crédito por la salvación.