Una pareja de ancianos de 85 años que habían estado casados por 60 años fallecieron en un accidente aéreo mientras regresaban de unas vacaciones. Cuando llegaron al cielo, San Pedro les dio una lujosa mansión como recompensa por haber vivido de acuerdo a los designios de Dios. Sin embargo, el anciano se quejó de que podrían haber disfrutado de esa vida por más tiempo si no hubiera sido por la insistencia de su esposa en seguir una dieta saludable y hacer ejercicio.