La Web 1.0 permitía a los usuarios solo consumir información generada por otros. La Web 2.0 dio a los usuarios el control de sus datos y la capacidad de interactuar e intercambiar contenido con otros. La Web 3.0 pretende crear un sistema de etiquetado semántico que permita a los buscadores comprender mejor la información en la red y a los usuarios hacer búsquedas en su propio idioma sin necesidad de palabras clave.