Este documento discute los factores que pueden contribuir a que los hijos se vuelvan delincuentes. Identifica cuatro estilos de paternidad (autoritario, sobreprotector, permisivo y democrático) y explica cómo cada uno puede afectar el desarrollo psicológico y social de los hijos. También enfatiza la importancia de fomentar la responsabilidad en los niños a través de tareas, normas consistentes y recompensas, así como establecer límites claros sobre lo que es permitido y no permitido.