Sofía pasó sus vacaciones de invierno leyendo el libro "El sabueso de los Baskerville", saliendo con amigos y familiares a cines, restaurantes y centros comerciales, y recibiendo clases particulares de inglés. Aunque disfrutó de tiempo con seres queridos y actividades recreativas, lo más difícil fue terminar las vacaciones y volver a la escuela.