3. Las instituciones, tanto clubs como
la asociación de futbol argentino,
los dirigentes y barras bravas,
forman un circulo a base de un
mutuo beneficio y reconocimiento.
4. Por su parte, el gobierno cumple
una especie de función como
mediador, con una presencia
regular que también beneficia a
dichos grupos.
5. Los barra brava reclaman al
club, tanto entradas,
materiales para su
hinchada, camisetas y/o
otros elementos que
puedan generar algún tipo
de beneficio económico
Los clubs acceden a
otorgarle las peticiones
para evitar cualquier tipo
de disturbio y por su
propio beneficio de lo que
genera la concurrencia de
este grupo al estadio
Si los clubs se niegan a
esto, los barras actúan en
consecuencia, a través de
la violencia.
El estado aun sabiendo lo que genera
todo esto, actúa como réferi entre
ambas partes, con leyes de seguridad,
exigencias de las instalaciones y otras
medidas para evitar el conflicto. Al no
funcionar permite que los barras
puedan seguir con su estrategia
6.
7. Eduardo Galeano en su libro El
Futbol a Sol y Sombra, nos
diferencia el hincha del fanático
que cita de la siguiente manera, y
deja como reflexión…
8. Cuando la pelota echa a rodar, las posturas y prioridades de unos
y otros también varían. “Rara vez el hincha dice: ‘hoy juega mi
club’. Más bien dice: ‘Hoy jugamos nosotros’. Bien sabe este
jugador número doce que es él quien sopla los vientos de fervor
que empujan la pelota cuando ella se duerme, como bien saben
los otros once jugadores que jugar sin hinchada es como bailar
sin música”. Mientras que el fanático “en estado de epilepsia
mira el partido, pero no lo ve. Lo suyo es la tribuna. Ahí está su
campo de batalla. La sola existencia del hincha del otro club
constituye una provocación inadmisible. El Bien no es violento,
pero el Mal lo obliga. El enemigo, siempre culpable, merece que
le retuerzan el pescuezo. El fanático no puede distraerse, porque
el enemigo acecha por todas partes.”
Eduardo Galeano ,El futbol a sol y sombra.