1. Elogio de la protesta
Frente al modelo de privatización que trata de imponerse en la sociedad y en el
seno mismo de la educación pública.
Análisis, evaluación crítica.
Para una toma de conciencia de la situación que padece la Escuela Pública.
Información, sensibilización.
Ante las agresiones que afectan el proceso educativo mismo y recortan servicios
educativos fundamentales de la escuela pública.
Acción de protesta.
Hemos asistido desde el inicio de las movilizaciones de la enseñanza madrileña
a una protesta que ha ido ampliándose y que promete ser imparable: el conflicto
educativo incluye tanto la huelga de profesionales como la contestación
conjunta de toda la comunidad educativa afectada; comprende la etapa de
secundaria y el conjunto de etapas y modalidades educativas; se extiende desde
Madrid a otras comunidades donde empiezan ya a implantarse medidas; incluye
otros países escindidos socialmente por un abismo económico infranqueable y
en los que el derecho a la gratuidad de la educación y a la igualdad de
oportunidades está siendo vulnerado.
La acción de protesta es el único camino ante la injusticia.
La impasible actitud de la Administración hace que debamos tomar nuevas
fuerzas. La marea no se detiene. Quizá debamos comenzar desde el principio.
Como las olas que van y vienen. Volvamos a empezar.
Ninguna agresión a la educación pública sin una respuesta contundente.
Ninguna excusa para el atropello de nuestros derechos.
El clamor de muchos profesionales hacia una huelga laboral contundente se ha
visto sofocado en muchos momentos, incluso por parte de aquellos que dicen
representar a los propios trabajadores de la educación. Defendemos que este
conflicto no es estrictamente laboral, pero también es laboral. Como
profesionales, trabajadores y trabajadoras de la Escuela pública, tenemos que
defender las condiciones en las que se desarrolla nuestra labor y hemos de
impedir las medidas que contribuyen al deterioro del servicio que se presta.
Esto es una cuestión que los profesionales hemos de asumir como propia. Por
encima, incluso, de las tibias (y cómplices) posturas de los sindicatos
mayoritarios.
Los profesionales de la educación se esfuerzan a diario por diseñar proyectos
que mejoren su labor educativa, buscan soluciones creativas para afrontar los
problemas que padecen. Pero una situación que intenta instaurarse como
defecto estructural sólo puede plantearse en términos de acción de protesta.
2. Protesta de los trabajadores que defienden sus condiciones de trabajo y el pleno
desarrollo de su labor, protesta de los padres y madres afectados por los recortes
que tratan de degradar la atención educativa que reciben sus hijos e hijas,
protesta de los alumnos que sufren las consecuencias en el ámbito educativo y
que merman sus posibilidades futuras. Protesta conjunta, cada cual desde el
lugar que ocupa.
La exigencia de defensa de la escuela pública se opone a toda medida que atente
contra ella. Se solidariza con las reivindicaciones laborales de todos aquellos
profesionales que trabajan en, por y para ella. En las manos de los trabajadores
y trabajadoras de la escuela está rescatar las reivindicaciones que les unen y
luchar por ellas. Descartamos consentir con los agravios e insistimos en la
contestación contundente. La acción de protesta de los trabajadores que
consideramos más efectiva es la huelga indefinida que se planteó en los inicios
de las movilizaciones. Pero han de ser los profesionales de la escuela pública los
que han de protagonizar la organización de su acción y el modo en que han de
llevarse a cabo las futuras negociaciones con la Administración, y exigir de los
sindicatos que aporten todos los mecanismos a su alcance en apoyo a dicha
acción.
La desconfianza y el desánimo rondan. Una vez más la tozuda e inicua realidad
trata de imponerse. Hace falta coraje. Y solidaridad. Y organización. Pero están
a nuestro alcance. Retomemos el poder que tenemos para revertir la
precariedad, la parcialidad y el privilegio de unos pocos. Hagamos frente a cada
agravio que consiente que arraigue la desigualdad en nuestra sociedad.
Se hace marea al andar…