2. Índice
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Situación y acceso
Toponimia
Historia del humedal y usos tradicionales
Geología y Geomorfología
Hidrología
Climatología
El paso de las estaciones: Primavera, Verano, Otoño e
Invierno
• Catálogo de especies
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Mamíferos
Aves
Anfibios y reptiles
Plantas
Hongos
3. Situación y acceso
Para llegar a El Espadañal, situado
en el Prado Vega, a unos 6 km de
Cuéllar, es preciso tomar la
carretera CL-112 en dirección a
Cantalejo, desviándose por el
acceso al polígono industrial
“Prado Vega” y al Campo de golf.
Acceso
4. ¿Por qué se llama ‘El Espadañal’?
Iris pseudacorus
5. Historia del Humedal I
• A finales de la Edad Media las Ordenanzas del año 1499
de la Comunidad de Villa y Tierra de Cuéllar tienen
algunas Leyes que regulaban el aprovechamiento de El
Espadañal y el Prado Vega, como por ejemplo:
– Ley 124: Prohíbe que se saquen o se caven tierras en la Vega. A
cualquier persona que dos adelantados (guardas) o dos vecinos
hallen cavando, deberá pagar por cada vegada (vez) cinco
maravedís, al ser demandado ante el alcalde que está obligado a
condenarle.
– Ley 128: Prohibía segar en la Vega desde el primero de abril al día
de Todos los Santos. Las sanciones eran de 1 maravedí por cada
haz de hierba y de cuatro maravedís por cada mostela.
– El Prado Vega se arrendaba desde los Santos al 31 de marzo. Las
sanciones para aquellos que metiesen los ganados a pastar eran
de tres maravedís por cada cabeza de ganado mayor
(mular, caballar, asnar o vacuno), un dinero por cada ánsar, diez
maravedís por cada rebaño de cincuenta ovejas o más, un dinero
por cada cabeza si el rebaño no llega a cincuenta, un maravedí
por cada cabeza de porcino durante todo el año (este ganado
tenía prohibido pastar en la Vega durante todo el año). Si los
delitos se cometen de noche, la pena se dobla.
6. Historia del Humedal II
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Ley 129: Algunas veces se daba licencia a algunos vecinos de Dehesa y Dehesa Mayor
para que paciesen ciertos pares de bueyes cuando lo hiciesen los de la Villa o sus
arrabales, ya que daban cada año doscientos maravedís al Monasterio de San
Francisco de Cuéllar. En este caso, sólo podían pacer los bueyes y vacas de los vecinos
que labrasen heredades del Monasterio y ninguno más. A los frailes su regla les
prohibía tener bueyes para labrar sus heredades (voto de pobreza), por lo que estos
trabajos serían realizados por los arrendadores.
La ley 94 de las Ordenanzas de 1546 era igual que la anterior, pero concretando que
los arrendadores de los frailes entre 10 y 20 obradas, podían meter a pastar dos reses,
y cada 20 obradas un par más; si tuviesen 10 obradas o menos, una res nada más.
Ley 130: Prohibía arrancar o quitar los hitos de la Vega. Las sanciones por cada hito
quitado eran de 1.000 maravedís para el Alcázar y 20 días en la cadena (entiéndase
por cadena, según el diccionario de la Real Academia Española cualquiera de las dos
acepciones siguientes: pena aflictiva de gravedad variable según los códigos y llamada
así porque los condenados a ella llevaban sujeto el cuerpo a una cadena; o bien,
“estar en cadena” dícese del que está en la cárcel asegurado a una cadena fija por los
extremos).
7. Historia del Humedal III
– Para estimular las denuncias, los que sorprendían al
infractor participaban de la sanción de la siguiente forma:
si el arrendador llegaba el primero y sorprendía al
infractor, toda la “pena” (multa) era para él; si llegaban
primero los adelantados o dos vecinos y posteriormente
llegaba el arrendador cuando estaban echando al
ganado, se distribuían la pena a medias; si los que han
echado el ganado fueran los adelantados o dos
vecinos, cuando llegue el arrendador, éste no cobra.
– Desde el día de los Santos hasta fin de marzo era pasto
libre para todos los ganados de la Villa y Tierra, excepto
para los puerco
– En cuanto a su historia reciente, en el año 1966 ó 67 el
Ayuntamiento de Cuéllar vendió el Prado Vega, incluido el
Espadañal, al Instituto Nacional de Colonización, aunque
posteriormente, en el año 1980, lo volvió a recomprar.
– Entre los años 1995 y 2010 se han construido distintos
diques para retener el agua del Arroyo Pradillos con el
objetivo de facilitar la aclimatación de distintas especies de
aves a este entorno.
8. Usos tradicionales
• Entre los usos tradicionales que los lugareños hacían de
estos enclaves y sus productos naturales, hoy casi
abandonados en su totalidad, destacamos los siguientes:
– Abastecimiento de agua.
– Baños medicinales.
– Extracción de lodo como fertilizante y para la construcción de
adobes.
– Caza y pesca.
– Cría de tencas, ranas y anátidas domésticas. (patos)
– Fabricación de cestos (carrizos) y sillas (eneas y espadañas).
– Pastoreo de caballos, ovejas y vacas en zonas próximas al
humedal con pastizal fresco durante todo el año.
9. Geología
El Espadañal se localizam en la “Tierra de Pinares”, a medio camino entre las
sierras del Sistema Central y la Cuenca del Duero.
Como cualquier otro paisaje geológico, son varios los factores que
determinan sus características actuales: la litología o tipo de rocas donde se
asienta, la tectónica y el clima, que a su vez determina la actuación de los
agentes geológicos externos modeladores del paisaje, los cuales lentamente
erosionan y depositan los fragmentos rocosos que antes habían arrancado.
El viento y principalmente los ríos transportan los materiales hacia la zona
central de la Cuenca del Duero, río en el que desembocan.
10. Geomorfología
Como resultado de su historia geológica y
bajo las características litológicas y
climáticas
continentales
actuales, aparecen tres unidades
geomorfológicas que determinan el
paisaje geológico de Cuéllar en torno al
humedal:
– Páramos calizos
– Arenales
– Llanuras de inundación
En ocasiones estas llanuras de inundación o vegas tienen zonas inundadas no
permanentes que constituyen humedales de gran importancia ecológica por su
riqueza botánica y faunística, por ser zona de paso y descansadero de aves
migratorias, o por ser áreas de anidación de otras especies.
El humedal de El Espadañal se ubica sobre arenas de cuarzo y feldespato con una fina
capa de arcilla muy superficial, materiales que en buena parte depositó el arroyo
Pradillos en su discurrir meandriforme por el Prado Vega.
11. Hidrología
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El humedal de El Espadañal, que llegó a tener una extensión de 150 hectáreas, fue desecado
a principios de los años sesenta dragando el arroyo Cerquilla, desviando las aguas del arroyo
Pradillos mediante un cauce artificial y canalizando las aguas de lluvia y de los manantiales.
Su desecación, promovida desde las instituciones oficiales, y que también afectó a un buen
número de zonas húmedas de nuestra península, se justificó como medida sanitaria para la
erradicación del paludismo, y los terrenos resultantes se utilizaron como tierras de cultivo y
como zona de pasto de ganado lanar y vacuno.
El humedal, seco durante los últimos cuarenta años, en la actualidad presenta una superficie
potencialmente inundable de 50 hectáreas.
El estancamiento periódico del agua se ve favorecido por la reciente construcción de dos
diques artificiales en su margen oeste, hacia donde desagua. Los diques han sido construidos
con arena y mantillo de las dunas próximas y tienen una longitud de 45 y 120 metros
aproximadamente.
El humedal se alimenta con el agua proveniente del Arroyo Pradillos y de los pequeños
manantiales de la zona de dunas procedentes del acuífero superficial de los Arenales. No
llega agua de los acuíferos colgados de los Páramos.
La profundidad máxima del agua viene determinada por la altura de los diques y alcanza los
120 centímetros. Las diferencias estacionales determinan que el humedal se seque
completamente en verano.
12. Hidrología del agua
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Las aguas del humedal tienen una mineralización
media, y en ellas se desarrolla una importante
comunidad de organismos planctónicos.
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El fitoplancton está representado por algas verdes
(Clorela) y filamentosas (Spirogira y Zignema). Son
organismos muy sensibles a las variaciones periódicas de
las condiciones del agua, como la temperatura, la
cantidad de luz, la acidez, etc. Suelen concentrarse en la
capa superior del agua, donde viven suspendidos o
flotan pasivamente.
El zooplancton lo constituyen protozoos flagelados
(Chlamydomonas) y ciliados (Colpidium, Paramecium y
Vorticella). Son organismos en constante movimiento.
Los que no viven fijos al sustrato o sobre la vegetación,
realizan desplazamientos verticales, hacia el fondo
durante la noche y hacia la superficie durante el día.
También aparecen gusanos nematodos, en ocasiones
visibles a simple vista, y algunos crustáceos de pequeño
tamaño como las pulgas de agua (Quidorus, Linceus y
Daphnia longispina).
La actividad de los organismos planctónicos está
determinada por el paso de las estaciones, ya que se
paraliza totalmente en verano y se recupera de nuevo
en los meses de octubre y noviembre con las primeras
lluvias otoñales.
13. Climatología
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Alejada del mar, la zona de Cuéllar presenta notables variaciones de temperatura
y pluviosidad a lo largo de las estaciones.
La elevada temperatura y sequía del verano, interrumpida por alguna
precipitación estival de carácter convectivo, contrasta con los intensos fríos
invernales.
El área de estudio se localiza en una zona seca, pues las precipitaciones anuales
no superan los 600 mm. Las lluvias son más intensas durante la primavera y el
otoño (60%). Las lluvias invernales suponen el 28%, mientras que las estivales
sólo alcanzan el 12% del total anual.
De las temperaturas reinantes se hace eco el dicho popular “nueve meses de
invierno y tres de infierno”: verano breve y caluroso, primavera y otoño cortos y
variables e invierno extremo y duradero, prolongándose la temperatura invernal
durante más de seis meses y con posibilidades de heladas de octubre a mayo, por
lo que se intercalan con días de buen tiempo. La temperatura media del mes más
cálido es de 22 ºC y la del mes más frío es de 4 ºC. La temperatura media anual es
de 12 ºC.
14. Climograma de El Espadañal - Cuéllar (Segovia)
Datos: Instituto Nacional de Meteorología Año 1996
Precipitaciones
Temperatura
32
25
25
26
24
23
21
16
15
18
14 15
15
13
13
12
11
10
8
8
9
6
4
Enero
2
Febrero
Marzo
Abril
Mayo
Junio
Julio
Agosto
Septiembre
Octubre
Noviembre Diciembre
15. El paso de las estaciones: Primavera I
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Las plantas comienzan su ciclo vegetativo dando lugar a un colorido espectacular, tanto dentro del agua (lirio
amarillo, lenteja de agua, filigrana, botón de oro o enea) como fuera de la misma (zurrón y alfilerillo de
pastor, aulaga, nazareno, narciso, acedera y acederilla, pimpinela menor, verónica, violeta y las siempre
llamativas orquídeas).
Entre la fauna, los anfibios desarrollan una amplia actividad y son fácilmente observables, sobre todo en noches
lluviosas de suave temperatura. Es frecuente, desde el mes de abril, observar las puestas de ranas y sapos
Aparecen las primeras especies de hongos.
Los mamíferos siguen dejando rastro de su presencia en los alrededores de la laguna: excrementos y huellas de
conejo, galerías de topillo, tierra removida por los jabalíes e incluso restos de huevos de focha y azulón que algún
zorro se ha merendado, cansado de la dieta invernal principalmente frugívora y vegetariana.
Las aves invernantes, como Cerceta común, Cerceta carretona y Cuchara común junto con aves limícolas
(Andarríos chico, Archibebe y Cigüeñuelas) abandonan el humedal, que es visitado por otras especies
procedentes del continente africano: Alondra común, Cogujada común, Alcaudón común, Abejaruco, Abubilla y
Tórtola europea son acompañadas por Golondrina común, Avión común y Vencejo común
Ánade azulón, Focha común y Zampullín común construyen sus nidos en el humedal o próximos a él. Mientras
que el azulón nidifica en pequeñas depresiones del suelo o en nidos abandonados de árboles o ruinas, fochas y
zampullines construyen nidos flotantes entrelazando tallos y ramas de plantas acuáticas.
16. El paso de las estaciones: Primavera II
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Las aves invernantes, como Cerceta común, Cerceta carretona y Cuchara común
junto con aves limícolas (Andarríos chico, Archibebe y Cigüeñuelas) abandonan el
humedal, que es visitado por otras especies procedentes del continente africano:
Alondra común, Cogujada común, Alcaudón común, Abejaruco, Abubilla y Tórtola
europea son acompañadas por Golondrina común, Avión común y Vencejo común
Ánade azulón, Focha común y Zampullín común construyen sus nidos en el
humedal o próximos a él. Mientras que el azulón nidifica en pequeñas
depresiones del suelo o en nidos abandonados de árboles o ruinas, fochas y
zampullines construyen nidos flotantes entrelazando tallos y ramas de plantas
acuáticas.
Anunciando que el verano está próximo, el canto del Cuco común nos advierte de
su presencia
17. El paso de las estaciones: Verano
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El corto, seco y suave verano castellano, con momentos de aridez extrema, determina una
importante evaporación de la lámina de agua, que unida a la falta de aporte del cauce artificial y al
descenso generalizado del nivel freático de los acuíferos, trae consigo la pérdida de agua de El
Espadañal, que se seca, aunque mantiene cierta humedad en las capas superficiales y profundas.
Muchas plantas aparecidas en primavera se mantienen en esta estación estival y comienzan a
fabricar frutos con las semillas en su interior, las cuales facilitarán la propagación y la aparición de
nuevos ejemplares de la misma especie. Son varias las plantas que florecen en verano:
brezina, juncos, juncias, carrizo, menta, malvavisco, fraile, mordida del diablo y algún
ranúnculo, entre otras especies.
Aunque las condiciones suelen ser desfavorables, si la primavera se alarga durante la estación estival
y se dan condiciones favorables, no es rara la observación de ciertas especies de hongos: Marasmius
oreades, Agrocybe aegerita, Pleurotus ostreatus, Agaricus sp. etc.
En cuanto a la fauna, casi todos los anfibios han completado su metamorfosis, por eso es frecuente
observar subadultos de Rana verde, Sapo corredor y Ranita de San Antonio; son todas ellas muy
abundantes en el Espadañal, y pueden verse durante la tarde y noche ya que, debido a las altas
temperaturas, están a resguardo durante el día entre la vegetación o parcialmente enterradas en el
suelo arenoso.
Las aves se muestran más inactivas durante el verano aunque siguen viéndose especies insectívoras
volando por encima del humedal, ahora seco: Golondrina común, Avión común, Vencejo común y
Abejaruco.
18. El paso de las estaciones: Otoño I
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Durante el otoño las lluvias son abundantes y el agua comienza a llenar el humedal. Aunque aún
podemos disfrutar de temperaturas agradables, de amaneceres y atardeceres con variedad de
luces y colores, los días más cortos y el descenso generalizado de las temperaturas traen consigo
las primeras heladas de la temporada.
Entre las plantas, son muchas las especies (escaramujo, espino albar, etc.) que conservan o
producen frutos, los cuales servirán de alimento a otros seres vivos que a su vez colaboran a su
diseminación. Ciertas plantas conservan bulbos y raíces durante todo el año.
En el otoño se dan las condiciones ambientales más idóneas para la observación de especies de
hongos, aunque la falta o escasez de precipitaciones y las bajas temperaturas (heladas) dificulten
la proliferación de las mismas o pongan fin a su fructificación.
Las manchas de agua son buenos lugares para que la fauna se proteja del frío. Por miles podemos
encontrar a jóvenes y adultos de ranas y sapos (Rana verde común, Ranita de San Antonio y Sapo
corredor) que aún buscan alimento antes de su obligada hibernación. Menos numerosos, el Sapo
común y el Sapo de espuelas, pueden ser vistos en los lugares más frescos.
También pueden observarse, durante las horas cálidas del día, algunos reptiles, como el esquivo
Lagarto ocelado, calentando su cuerpo al sol y cazando insectos y pequeñas presas.
19. El paso de las estaciones: Otoño II
• Al comienzo de la estación empiezan a llegar algunos bandos de Ánade
azulón, el anátida más abundante de El Espadañal, que cría en la laguna
y, aunque los individuos son divagantes durante el invierno, pueden
observarse durante todo el año.
• Junto a ellos pueden verse otras aves acuáticas: Cerceta común, Focha
común y, con suerte, hasta algunos ejemplares de Gaviota reidora.
• Garza real y Cigüeña blanca buscan alimento en el límite noroeste junto a la
presa artificial, próximas al caño de descarga del arroyo Pradillos.
Recorriendo el curso del arroyo seguro que levantaremos alguna Agachadiza
común.
• Los mamíferos, debido a sus hábitos crepusculares y nocturnos, son difíciles
de observar, aunque pueden llegar a identificarse por sus huellas y
excrementos dejados en los bordes arenoso-limosos de la laguna: zorros
erizos, liebres, jabalíes y corzos dejan rastros perfectamente reconocibles.
20. El paso de las estaciones: Invierno I
• Al llegar el invierno se completa la recarga del humedal, favorecida por
la escasa evaporación.
• Si el invierno es suave, algunas especies de hongos que crecen en
otoño, pueden prolongar su fructificación durante todo el mes de enero
• En el borde e interior de la laguna, los tallos y algunas hojas de plantas
como juncos, carrizos, pocas espadañas y algunas gramíneas
permanecen
• En el margen próximo al pinar, la brezina (Calluna vulgaris) conserva sus
frutos y los tomillos (Thymus sp.) se mantienen verdes durante todo el
invierno.
• La nota de color de esta estación la proporciona el narciso (Narcissus
bulbocodium) que puede comenzar su floración en el mes de marzo.
21. El paso de las estaciones: Invierno II
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Es la estación más propicia para contemplar a la fauna acuática, ya que numerosas especies
visitan El Espadañal.
Debido a su característica, los anfibios y reptiles no son capaces de mantener constante su
temperatura corporal, por ello durante el invierno entran en hibernación.
Resulta fácil observar una característica común a la mayoría de las especies de anátidas: el
claro dimorfismo sexual entre machos y hembras debido a la diferente coloración de su
plumaje. Mientras que las hembras presentan coloraciones pardas y apagadas, los machos
lucen vistosos colores con tintes metalizados.
Los patos de superficie, como Ánade azulón, Cerceta común, Cerceta carretona y Cuchara
común, se alimentan en aguas de escasa profundidad, filtrando limos o hurgando en el
fondo, sumergiendo la cabeza o la parte anterior del cuerpo. Sin embargo la Focha común y
el Zampullín común buscan alimento en el fondo, por eso suelen estar en lugares donde el
agua es más profunda.
A finales del invierno, y en las orillas del humedal, pueden verse buscando comida en el barro
distintas aves limícolas, como Agachadiza común , Archibebe común y Avefría europea.
28. FUENTES: La información contenida en este documento ha sido recopilada del
trabajo Guia de Campo de ‘El Espadañal realizado por los profesores: Miguel Angel
CUBERO CUBERO, , Santos de la FUENTE GOZALO, Félix GIL VALLEJO, Miguel Angel
GÓMEZ VALERO, Tomás MARCOS MAGDALENO y María Jesús SUÁREZ TASCÓN en el
año 2002