Molly Moon, una niña huérfana, encuentra un antiguo libro sobre hipnotismo y aprende a dominar la técnica. Esto le permite vengarse de sus abusadores en el orfanato y viajar a Nueva York para reencontrarse con su mejor amigo Rocky. Molly tiene éxito como hipnotista en Broadway, pero un estafador descubre su secreto y la chantajea. Molly y Rocky logran derrotarlo y convierten al estafador en un zombi amable. Molly renuncia a usar el hipnotismo para su beneficio
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Molly moon y el increíble libro del hipnotismo
1. Molly Moon y el increíble libro del hipnotismo
Molly Moon es la niña que logra esa omnipotencia que todo niño sueña, especialmente
cuando no es feliz o no se le hace justicia, entonces cómo no fabular que eres todo
poderoso como Superman, para deshacer entuertos y de paso darle un buen sopapo en
la boca al mentecato que te fastidia. Bueno, también puedes ser poderoso si los dominas
con la mirada y los sometes a tu voluntad: el hipnotismo lleva una carga de infinitas
posibilidades para que un niño consiga lo que quiera. Y Molly Moon, la niña huérfana
de la Casa Hardwick, ese orfanato inglés que, como lo sugiere su nombre era también
un lugar horrible, pudo un afortunado día hacerse de un antiguo, sabio y misterioso
libro. Y lo más sorprendente fue que Molly pudo desentrañar los intríngulis del método
y aprenderlos tan bien que logró hipnotizar hasta a Pétula, la perrita de la directora
del hospicio. Entonces Molly empezó su meteórica carrera de hipnotista, claro, en
modesto anonimato, porque nadie debía percatarse de su habilidad. Todos cayeron
ante el influjo de su verde mirada, fue un gran gusto darles en la cara a todos los
pesados que le hicieron la vida imposible en el orfanato. Pero ahora que estaba en la
cumbre de su éxito, no tenía a su mejor amigo para compartirlo. Rocky, el niño que era
como su hermano pues lo habían abandonado a las puertas del orfanato el mismo día
que dejaban a Molly, había sido dado en adopción y llevado a Nueva York. Bueno, pero
eso ahora no era inconveniente para Molly, pues por qué no podría atreverse a ir
hasta la gran metrópoli en su busca. Ahora se sentía capaz de conseguirlo todo. Con
Pétula como compañía, voló a la gran metrópoli. Oh, qué maravilla, hacer lo que le
placía, pues aun cuando era una niña y hubiera necesitado alguien mayor que la
acompañara, en su nueva situación se sentía y actuaba absolutamente autosuficiente.
En Nueva York triunfó gracias al hipnotismo, llegó a convertirse en una estrellita de
Broadway cuando protagonizó un musical llamado “Estrellas en Marte”.
Por supuesto engañó e hipnotizó a centenares de personas y ganó mucho dinero. Pero
un estafador que sabía de la existencia del libro descubrió su secreto. Secuestró a
Pétula y chantajeó a Molly para que robara un banco para él. Pero apareció Rocky y
juntos se libraron de Nokman, pero Nockman no pudo librarse de ellos, pues los buenos
niños, merced a su habilidad hipnótica, decidieron redimirlo para el mundo
convirtiéndolo en amable zombi a su entera disposición y servicio. Llevaron consigo a
Inglaterra al ahora buen Nockman, convertido en todo un experimento viviente que al
parecer estaba resultando un éxito, pues hasta se le veía feliz al hombre. Molly, aunque
renunció a seguir utilizando el hipnotismo para su provecho, consiguió vivir como todo
niño sueña poder hacerlo: libre de los mayores y siendo ella su propia tutora. Como
había echado a la malvada dueña del orfanato, ahora este quedó a su cargo, pues tenía
solucionado el aspecto económico. Bueno, para condescender un poco con el mundo,
contrató a la buena señora Trinklebury ... que hasta podría llegar a formar pareja con
Nockman y ayudaría a dar buen fin a su experimento de reforma y se convertiría al
fin en un hombre de bien. Podríamos decir que Molly lo había conseguido todo, pero
creo que más bien iba a empezar a aburrirse sin la poderosa arma del hipnotismo.