1. A simple vista, parecería que no hay nada que temer en el protagonista de nuestra foto,
pero a veces las apariencias engañan... Así, bajo su inofensivo aspecto, el plumero de la
Pampa (Cortaderia selloana) oculta una importante amenaza para la biodiversidad
gallega.
Proveniente de Suramérica, la historia del plumero de la Pampa en Galicia está ligada a
las carreteras, donde fue introducida como barrera visual, además de gozar de cierta
popularidad como planta ornamental. Fue extendiéndose con gran rapidez durante los
últimos años a causa de su gran capacidad de propagación, tanto vegetativa como por
semillas hasta llegar a su primera cita como naturalizada en Galicia, que data de los
años 80. En la actualidad está muy presente por toda la zona costera y las áreas de
influencia de la autopista del Atlántico.
Pero, ¿por qué hablamos del plumero de la Pampa? La respuesta es que es una especie
invasora y como tal, afecta a nuestro medio ambiente. Según la definición de la UICN
(Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), se considera especie
invasora a aquella especie exótica que se establece en un ecosistema o hábitat natural o
seminatural, es un agente de cambio y amenaza la diversidad biológica nativa.
Tal es el daño que causan las especies invasoras, que ya en el año 2000 se estimaba que
las pérdidas económicas que provocaban sólo en Estados Unidos ascendían a 138
millones de dólares anuales, en sectores como el forestal, el agrícola o el pesquero.
El problema de las especies invasoras es a menudo pasado por alto, pero teniendo en
cuenta que estamos viviendo un periodo de extinciones sin precedentes desde el
cataclismo masivo del Cretácico, probablemente valga la pena señalar que la
introducción de especies exóticas está considerada como la segunda causa de extinción
de especies en nuestro planeta, sólo superada por la destrucción de hábitat.
Una especie introducida atraviesa por 3 etapas antes de convertirse en propiamente
invasora:
2. -Transporte: Accidental o no, acaba llevando una especie de su área de distribución
natural a otra donde nunca estuvo presente.
-Aclimatación: La especie recién llegada comienza a vivir en su nuevo territorio,
aunque sin llegar a extenderse.
-Invasión: La especie abandona su reducto inicial y comienza a aparecer primero en
hábitats degradados y poco a poco en hábitats más ricos, deplazando a las especies
nativas.
Muchas especies introducidas no llegan a aclimatarse bien, o sí llegan a aclimatarse,
pero no por ello se convierten en invasoras. Son las que se muestran capaces de
extenderse con rapidez y alterar los ecosistemas las que merecen el calificativo de
“invasoras” y deben ser erradicadas o al menos controladas.
Llegados a este punto, los efectos de las especies invasoras sobre el medio comienzan a
hacerse evidente, por medio de la competencia con las especies autóctonas. Muchas
presentan estructuras vegetativas que alteran el hábitat y no permiten el establecimiento
de otras especies, como ocurre con la Uña de gato (“Carpobrotus edulis”), y otras
especies tapizantes. También pueden afectar a la insolación, al humus, o al contenido en
nutrientes del suelo.
Muchas especies de flora invasora se caracterizan por reproducirse vegetativamente,
factor que hace su erradicación aún más complicada, ya que a menudo son capaces de
brotar de nuevo a partir de las raíces o de casi cualquier fragmento que quede en el
suelo.
Como con casi todo, la mejor estrategia frente a las plantas invasoras es la prevención,
tratar de evitar cada una de las 3 fases que veíamos o al menos controlarlas de cerca,
para evitar que las plantas introducidas de hoy se conviertan en las invasoras de
mañana.
3. Materia: Ciencias para el Mundo Contemporáneo
Curso: 1º Bachillerato
Bloque 4, Modelo de gestión del planeta: Aumento de residuos y pérdida de la
biodiversidad