Libro Violeta - Consuelo Álvarez 2ª parte

CONSUELO ÁLVAREZ , VIOLETA.Telegrafista, Periodista y Defensora de los derechos de la mujer.
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13.1 Miembro de la Sociedad Española de la Higiene (1910).
Consuelo aceptó en 1910 el nombramiento de vocal del Comité de Damas del Primer Congreso
de la Tuberculosis, para participar en el lanzamiento de una campaña que erradicara la
tuberculosis en las escuelas, cárceles, fábricas y barriadas pobres.
Unos días antes de celebrarse el congreso, fallecía Koch en Baden-Baden, (Alemania) a los 67
años. Descubridor del vacilo de la tuberculosis y de las tuberculinas, como procedimiento de
tratamiento curativo, ocupaba el cargo de director del Instituto de Higiene de Berlín.
La tuberculosis era, en esa época, una enfermedad contagiosa grave, sobre todo, por las pésimas
condiciones higiénicas que había en ese año. Alrededor de 40.000 personas fallecían en España
por esta enfermedad. La tuberculosis, tratada y con medios, se podía curar. Por ello, un grupo
de médicos e intelectuales crearon distintas sociedades, y se propusieron luchar contra este
problema de salud colectiva.

Con esta idea nacía la Sociedad Española de Higiene con sede en el Colegio de Médicos de
Madrid. Violeta fue socia de esta sociedad desde 1910. Los fines de Sociedad Española de
Higiene eran educadores, y utilizaba las conferencias populares para difundir sus enseñanzas.
Denunciaba, si era preciso, ante la autoridad municipal, los aspectos negativos relativos a la
higiene, con el fin de mejorarlos. Además, solicitaba viviendas higiénicas, no casas donde se
propagara la difteria, el tifus, el sarampión, la viruela y la tuberculosis.
En el año 1911, era vicepresidenta del Comité femenino de Higiene Popular. El comité había
sido fundado por un grupo señoras para combatir la tuberculosis. En un primer momento,
la periodista, no pensaba que fuera a dar muy buenos resultados y escribía sus motivos:
“conociendo bien las necesidades del pueblo, la miseria que rodea a las familias obreras,
lo inhabitable de sus albergues, la escasez de tiempo disponible para el aseo del hogar, lo
inasequible para ellas de cuanto suponga comodidad, las vicisitudes por las que atraviesan,
me pareció que toda labor de propaganda sería vana, si no se apoyaba en la poderosa palanca
que mueve el mundo: el dinero”. 172
172. Sociedad Española de Higiene, El País, Madrid, 1911.

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Pensaba que dar consejos a los pobres, si no los pueden poner en práctica, es como predicar
en el desierto. Pero, el comité de damas consiguió algunos recursos económicos, recurriendo
a personas, que cumplieron un deber humanitario y fueron generosas. El dinero reunido fue
repartido entre familias obreras, que aún dentro de su pobreza, tenían sus casas limpias y vivían
con dignidad.
13.2 Pertenece al Junta Directiva del Centro de Hijos de Madrid. (1911).
El Centro de Hijos de Madrid fue otra de las asociaciones madrileñas a las que perteneció
Violeta. Este centro, el día 30 de mayo de 1911, nombró una Junta directiva para favorecer
la emancipación económica de la mujer, proteger a las niñas abandonadas, y a las jóvenes y
ancianas que vivían en al pobreza. Componían la Junta: la presidenta, María Encarnación de
la Rigada; las vicepresidentas, Consuelo Álvarez, Violeta, Francisca Gil, Engracia Hoces, y
Micaela Díaz. Eran las secretarias, Cecilia Camps, Carmen M. Villar, Luisa Jalvo y Elisa Ocón.
En la primera reunión, la Junta acordó establecer una agencia comercial gratuita y montar una
exposición permanente con las labores, que habían confeccionado las mujeres.Además, hizo un
llamamiento a las señoras de Madrid, para que prestaran apoyo a estas ideas.
La actividad de Violeta continuará en la Sociedad de Higiene durante los meses de abril y
mayo de 1913. Hablará la escritora, en sesiones públicas, sobre La importancia social de
la blenorragia junto a Encarnación de la Rigada, Valdés, Pérez Noguera, Sanglier, Castillo,
Queraltó y Vázquez Lefort.
Un mes después escribirá Violeta un artículo en El País “Un mentís al optimismo” en el que
decía: “En la Sociedad de Higiene quejábame de lo limitada que es en Madrid la caridad,
siendo el centro del capitalismo y el derroche.
El doctor Ortega Morajón me tildó de injusta y exagerada, me habló del estado actual de la
Beneficencia, y que se aporta una gran cantidad de dinero, para suprimir la miseria.
Yo quería demostrar que la mujer se ve muy poco defendida contra la prostitución, millares de
infelices van a ella, por desamparo, por indiferencia social, pues aún cuando en actos públicos
se dicen cosas muy bellas, en la práctica, no van los hechos al compás de las palabras”. 173
173. Sociedad Española de Higiene, El País, Madrid 1913.

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13.3 Sexta mujer miembro de la Asociación Española para el Progreso de las Ciencias.
(1913).
La Asociación Española para el Progreso de las Ciencias se había creado en 1908. El día 2 de
enero de ese año, se celebró una reunión en el Ateneo de Madrid, presidida por Segismundo
Moret. Estuvieron en el acto representantes de las Academias, Sociedades Científicas, Centros
docentes y la prensa. A partir de los acuerdos tomados en la reunión se nombró una comisión,
para redactar los estatutos de la Asociación. Una vez aprobados dichos estatutos, se llegó al
acuerdo de celebrar el Primer Congreso de la Asociación Española para el Progreso de las
Ciencias en Zaragoza.
Los objetivos de la Asociación eran unir a todos aquellos investigadores, que tuvieran como
idioma el español; difundir los resultados de sus investigaciones, y ponerles en contacto con
investigadores extranjeros. De tal manera, que se sistematizara el saber científico, y se hiciera
llegar a la sociedad, la importancia que tiene en un país, la ciencia.
La Asociación Española para el Progreso de las Ciencias se dividió en Secciones para acudir
a los Congresos y presentar las ponencias. Entre las personalidades del primer congreso
destacaban en:
Ciencias Matemáticas: José Echegaray.
Ciencias Fisicoquímicas: José Muñoz del Castillo.
Ciencias Naturales: Manuel Antón.
Ciencias Sociales: Gumersindo Azcárate.
Ciencias Médicas: Julián Calleja.
Aplicaciones: Leonardo Torres Quevedo.
Violeta intervino en el IV Congreso de la Asociación Española para el Progreso de las Ciencias,
celebrado en Madrid del 15 al 20 de junio. Fue en la sesión del 18 de junio con la ponencia
Bosquejo Sociológico. El Estado, El Niño, La Mujer y El Obrero dentro de la Sección V de
Ciencias Sociales. Esta Sección incluía Derecho, Economía Política, Sociología y Pedagogía.
Defiende Violeta en su ponencia que el Estado debe atender a los tres grupos más débiles de la
sociedad como son: el niño, la mujer y el obrero.

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En cuanto a la infancia la cuestión más importante para Violeta es dar solución al problema de
la falta de escuelas, ya que es una desgracia vivir sin tener acceso a la educación y ser candidato
a delinquir. Para que la vida de la persona sea fructífera, hay que atender a las necesidades
corporales y a las del pensamiento.
Por lo que se refiere a la mujer, dice, ha sido puesta por la religión en un plano inferior al
hombre, como consecuencia del pecado original, y de haber sido la primera en pecar. A la
mujer se le ha hecho responsable del sufrimiento humano. Poco a poco, su existencia va siendo
cada vez más digna gracias a la ciencia.
Algunos filósofos al hablar de la misión de la mujer, como individuo social, le han dado un
papel restringido y subordinado. Sin embargo, en un país como Inglaterra, argumenta Violeta,
que va a la cabeza de Europa, en cultura y en el concepto del derecho, ha surgido un grupo
de mujeres feministas, que defienden su derecho a pensar, y a que se las considere aptas, para
ocupar en la sociedad puestos superiores, a los que se las ha designado hasta 1913. Estas ideas
están dando sus frutos y se están extendiendo a otros muchos países.
La ignorancia de la mujer se debe, según la pedagoga, a un sistema de prohibiciones y de presiones
que le han impedido desarrollar su inteligencia.Al hombre no le ha interesado perder su hegemonía,
y por ello, no se han difundido los pensamientos de Erasmo y Kant a favor de la cultura femenina,
sino los de otros como Rousseau, que cree que la mujer ha nacido para la procreación.
Cuando se tiene la convicción, como Violeta, de que la madre es la que inicia al niño o niña en
el sentimiento y en el pensamiento, es difícil admitir que pueda desarrollar estas funciones, sin
haber recibido una instrucción y una educación adecuadas.
La sociedad sería mejor, si en los hogares reinara el orden y la moral. Por ello, según la
pedagoga, la mujer en igualdad de condiciones debe intervenir en política, para sanearla, no
para solicitar credenciales y favorecer a los amigos, en detrimento de la justicia. Debe participar
en la beneficencia, estudiando su funcionamiento, y el medio de mejorarla. La mujer tiene que
estudiar pedagogía, para tomar parte en cuestiones de la enseñanza, apoyándose en la razón.
La escritora piensa que hay que abordar la humanización de la sociedad, que consiste en dar a
la mujer una cultura superior a la que en general se le proporciona, y reconocer sus derechos.

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Es preciso, ponerla en condiciones de cumplir sus deberes, que no está cumpliendo, unas veces
por desconocimiento, y otras por imposibilidad.
En cuanto a la clase obrera o proletariado ha conseguido, según Violeta, mayor dignidad social
que la mujer. Aunque, su mejora ha sido más ideal que práctica. El obrero piensa que puede
alcanzar mayores bienes y este pensamiento le da fuerzas para sobrellevar la escasez con la que
vive.
Cuando el obrero lee libros, periódicos, asiste a mítines, la idea de la desigualdad crece en él y
se va rebelando contra el sistema. La sociedad asustada ante la rebeldía busca defenderse. De
esta forma, igual que el hombre teme que la mujer se incorpore al trabajo, la persona satisfecha
se siente inquieta al tener que ceder algo de su comodidad.
El problema del proletariado no se soluciona, piensa Violeta, pues las viviendas, los alimentos
de primera necesidad son cada vez más caros y los gastos de los obreros son mayores que sus
ingresos. No hay establecidas pensiones, para los trabajadores ancianos, ni se da paso a la
mujer a determinadas profesiones; los salarios mínimos son muy bajos y los jóvenes tienen que
emigrar, fuera de su país, en busca de otras oportunidades de trabajo.
“Conclusiones de la ponencia:
1ªInteresaralospoderespúblicosafindebeneficiarlaagriculturaconunbuenaprovechamiento
de las aguas, por medio de pantanos y canales.
Establecer depósitos de abonos artificiales, favoreciendo por estos medios el cultivo intensivo.
Mandar a las regiones agrícolas personal apto para difundir prácticamente la enseñanza
agrícola.
Repoblación forestal y sanción penal a los que atenten contra ella.
2ª Declarar la ciudad de Toledo monumento nacional en su conjunto, apresurando medidas de
conservación y prohibiendo se construyan edificios de arquitectura moderna, que desentonen
del ambiente.
3ª Crear escuelas donde la enseñanza sea puramente moral y científica, dejando la religiosa
para ser dada por sacerdotes en cátedras especiales y en los templos.
4ª Emplear a la mujer, previo examen de aptitud, como mecanógrafa, taquígrafa, escribiente y
auxiliar de oficinas, en todas las dependencias del Estado.
5ª Regular los sueldos de las ya empleadas, asignando como mínimo 1.500 pesetas (al año).

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6ª Que se conceda el voto municipal a la mujer.
7ª Crear asilos para criadas a fin de salvarlas de la prostitución, por carencia de recursos,
pues las estadísticas demuestran que después de paros forzosos se engrosan los ejércitos del
vicio.
8ª Crear escuelas de enfermeras, con prácticas en hospitales.
9ª Fundar talleres asilos para muchachas sin trabajo.
10ª Multiplicar los establecimientos de enseñanza para adultas.
11ª Establecer jornales mínimos, pensiones para obreros ancianos.
12ª Construir casas para obreros, en condiciones de salubridad.
13ª Fundar tahonas, carnicerías, carbonerías y lecherías municipales para obreros”.174
Consuelo Álvarez, Violeta es la sexta mujer que ingresa en la Asociación Española para el
Progreso de las Ciencias. Entre los años 1908 y 1936 sólo pertenecieron 38 mujeres a la
Asociación.

Diecisiete años después, en el año 1931, también ingresaría en la Asociación su amiga Clara
Campoamor. Clara presentó la ponencia La nacionalidad de la mujer casada en el Congreso de
Cádiz de 1927 y Alteración de Capitulaciones después del matrimonio en el de Barcelona de 1929.
14. La primera guerra mundial. (1914 - 1918).
Violeta es pacifista, detesta la guerra, como todo lo que significa violencia e imposición.
Obedece a un sentimiento que está por encima de todo: el amor y respeto a los demás, pues para
ella, “la humanidad es una sola sin distinciones de razas, ni de religiones, y la guerra es una
crueldad, un asesinato legal”.
Desde el comienzo de la Primera Guerra Mundial, el día 28 de julio de 1914, se declara a favor
de los aliados, y escribirá más de cincuenta artículos en la sección De la guerra del diario El País.
Describe una realidad, la de los hombres que van a la guerra, y la de los que huyen de ella.
Constata como trenes procedentes de Portugal atraviesan las ciudades castellanas y van llenos
174. Violeta, Bosquejo Sociológico. El Estado, El Niño, La Mujer y El Obrero, IV Congreso de la Asociación Española
para el Progreso de las Ciencias, Madrid, 1913. Violeta pedía, en 1913, para la Toledo imperial, la concesión que le daría la
UNESCO en 1986, ciudad patrimonio de la humanidad para preservar su patrimonio histórico monumental.

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de franceses, jóvenes y mayores, que dejan su casa, y vuelven a su patria, en momentos de
guerra, y esa vuelta tiene un carácter trágico, la de la incorporación a la lucha.
Por otro lado, vienen trenes con españoles que vuelven a su país, huyendo de la guerra, vienen
de las fábricas de vidrio de Alemania que están paradas. Llegan mejor trajeados que se fueron,
pero con la inquietud de qué pasará con el exceso de oferta de sus productos, aquí donde la
demanda es escasa.
En cuanto a los españoles dice Violeta que sólo unos días antes del comienzo de la guerra, las
personas debatían sobre intereses personales y cuestiones locales. Sin embargo, el destino ha
hecho que la conciencia europea llegue hasta los rincones más remotos, aunque los españoles
están tranquilos, porque piensan que les ampara la palabra neutralidad. Pero las naciones, según
la periodista, no son seres aislados, son miembros de un todo de un organismo. Cuando se está
inmerso en una atmósfera de agresión, no es suficiente el deseo y la voluntad de permanecer
apartados, de todo acontecimiento.
En septiembre de 1914 da Violeta dos noticias que tienen como protagonistas a las mujeres,
por un lado frente a los alemanes que cabalgan sobre el caballo de la victoria y se llevan por
delante personas y cosas, destacan las mujeres alemanas de Hilderberg que tuvieron consuelo,
para los prisioneros hechos por sus compatriotas. Pues las mujeres tienen una fuerza espiritual
que anula a la fuerza bruta.
La segunda noticia es la del ataque de las tropas del Káiser a la Cruz Roja, institución
humanitaria, que practica el bien por igual y para todos. En el ataque han muerto tres enfermeras
que cumplían con la misión de curar a los heridos.
Violeta, desde los primeros meses de 1915, escribe que la guerra europea está siendo desastrosa
para España, económica, y moralmente, además de perjudicar el desarrollo de la vida industrial.
Acude, con su hija Esther, a una manifestación celebrada en Madrid, para protestar, por el
atropello de Alemania contra Bélgica. Piensa que es la demostración de la inseguridad en que
viven los pueblos y la escasa validez de los tratados, de los pactos, cuando una nación débil,
pretende hacer frente, apoyándose en la ley, a otra poderosa.

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14.1Violeta y la Unión Mundial de la Mujer. (1915).
En un artículo titulado “Las mujeres por la paz” de agosto de 1915 Violeta da a conocer la
iniciativa de un grupo de mujeres que pertenecen a la Unión Mundial de la Mujer, que desde
Ginebra trabaja por la paz. LaAsociación va más allá de la Cruz Roja, quiere evitar, en adelante,
las guerras e intervenir para que la Gran Guerra termine.
La Unión Mundial de la Mujer quiere trabajar por la concordia internacional. El manifiesto que
ha mandado a toda las naciones dice entre otras cosas, lo siguiente:
“La base de la Unión es el sentimiento de compasión humana, arraigado en el corazón de la mujer.
Expresemos esta comisión en pensamientos y acciones nobles, y combatiremos por la paz definitiva.
Trabajaremos por la educación de la mujer y contribuiremos de este modo al progreso general de
la Humanidad (…) Nosotras deseamos establecer relaciones fraternales entre todas las mujeres,
con el esfuerzo común de destruir los obstáculos, romper las barreras que separan a las naciones.
Presidente: Clara Güthic Cocke
Secretario General: Marguerite Gobart.”175
Violeta, les envía su adhesión. Les dice que siempre estará dispuesta a participar en toda obra
de este género y, además, anima a sus lectoras a que hagan lo mismo, para que no se diga que
las mujeres españolas no son sensibles a este llamamiento.
14.2 Fundadora de Fraternidad Cívica,Asociación para honrar a los muertos y embellecer
el Cementerio Civil de Madrid.
En el terreno personal, el año 1915 va a ser, para Violeta, un año con buenas y malas noticias.
Su hijo Laureano vuelve licenciado de la guerra de África. Atrás, han quedado tres años fuera
de su casa y muchas angustias en el frente. Su madre escribirá que “su aspecto no es el más
satisfactorio. La vida dura que ha llevado sin provecho se refleja en su rostro”. 176
Sin embargo, en octubre muere la madre de Consuelo, Maria Juana Victoria Pool, en Mataró
(Barcelona). De sus hijos, le sobreviven dos: Consuelo y Sara. Parece que en los últimos años
175. Violeta, “Las mujeres por la paz”, El País, Madrid, 1-8-1915, p.1.
176. Violeta, “De la guerra”, El País, Madrid, 1-8-1915, p.1.

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de vida de Juana, la relación con sus hijas había mejorado mucho.
A mediados del año 1916, en el periódico El País, aparece una noticia diciendo que se quiere crear
una Asociación de mujeres, en principio, con el nombre Asociación de Señoras Fraternidad con
varios fines: para honrar a los muertos, mantener en el recuerdo a los hombres y mujeres que
tuvieron el valor de morir fieles a sus convicciones y además cuidar y embellecer el Cementerio
Civil de Madrid.
A continuación, se forma una comisión encargada de recoger adhesiones para constituir
legalmente la Asociación, y redactar el reglamento. Se establece una cuota que irá de 0,50
céntimos a 3 pesetas. Los hombres podrán pertenecer a la Asociación, como protectores, pero
sin derecho a intervenir en las gestiones de la Asociación.
Dirigían laAsociación: Consuelo Álvarez, Violeta,Antonia Duch, Orencia Gallego,Ana García,
Cecilia Harli, Pilar Jaime, Quintina Márquez y Otilia Solera.
Consuelo siempre había tenido el dolor de no poder visitar en el cementerio a sus muertos; en 1909
escribía: “Yo no puedo visitar a los míos, lejos se encuentran todos mis hermanos jóvenes y nobles,
deseaban la libertad del pueblo cubano y murieron. Lejos está el lugar donde reposa el padre, mil
veces bendito por bueno y por patriota, lejos la hija inolvidable y más lejos aún otros muertos, los
que la humanidad pensante llora, los mártires, de la ciencia, de la libertad, de la justicia”.177
Tenemos noticias de que la Asociación de señoras sigue adelante, en 1917, con el nombre de
Fraternidad Cívica. Son presidentas honorarias: Consuelo Álvarez, Catalina García, viuda de
SalmerónyLeonorPidelaGuardia.FormanlaJunta:lapresidenta,RosarioMeca,lasvicepresidentas,
Catalina Salmerón y Petra Ambite de Ayuso, la tesorera, Rosa Cabrera y la secretaria, Otilia Solera.
Violeta en el Cementerio Civil y con Fraternidad Cívica rendirá homenaje entre otros a Morayta,
Blasco Ibáñez, Menéndez Pallarés, Dicenta y Morote.
14.3 Las mujeres alemanas piden la paz.
Son las mujeres alemanas quienes comprenden la lacra que supone la guerra, para su pueblo
177. Violeta, “A mis muertos”, El País, Madrid, 2-11-1909. p.1.

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y para la humanidad en general. Es entonces, cuando se unen para pedir la paz. No una paz
efímera y transitoria, sino una paz duradera.
Piensa Violeta que todas las mujeres, incluso las de los países que se han declarado neutrales,
deberían seguir esta iniciativa de petición de la paz, para conseguir ser oídas y lograr su
objetivo. 178
Ante la declaración de implacable hostilidad que Alemania hace a España, dice Violeta, que era
esperada, desde el primer momento, por quienes han comprendido el espíritu que en esta guerra
anima a la nación alemana.
Los que creían haber conquistado las simpatías alemanas, concediendo hospitalidad a los
súbditos del káiser, tiene ocasión de aprender qué grande es la deuda, y el tiempo se encargará
de que la salde, el que la haya contraído.
En febrero de 1917 se constituye, en Madrid, la Liga Antigermanófila en un acto celebrado en
el Círculo Reformista. Tiene la Liga como presidente honorario a Galdós, y a Simarro, como
presidente efectivo. Entre sus miembros, Consuelo Álvarez junto a Unamuno, Castrovido,
Azaña, y Álvaro Albornoz. Se consigue reunir a los principales líderes socialistas, republicanos
y reformistas.
14.4 Violeta reflexiona sobre la Primera Guerra Mundial.
En el Ateneo de Madrid, durante el mes de abril de 1917, el secretario de Ciencias Morales y
Políticas, Mendizábal, puso en discusión la memoria que había escrito titulada “España y la
guerra”, para analizar la situación y, para adoptar resoluciones y acuerdos, que se conviertan
en hechos.
Escribe Violeta un artículo con el mismo título y dice:” La cuestión no ha sido tratada con el
interés que merece. Debió surgir antes en la juventud ateneísta. Cierto es que la política de
los directores imponía una reserva, “laissez passer, laissez faire”. Pero, si los “capacitados”
hubiesen ejercitado su derecho a opinar dentro de los límites legales ¿No se hubiera visto
reflejado en la conducta de los políticos?
178. Violeta, “Las mujeres piden la paz”, El País, Madrid, 26-9-1916, p.1.

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Los pueblos en ocasiones más que someterse a preceptos, deben ser alma de ellos; pues lo
gobiernos no hacen más que refrendar el popular sentimiento y hacerlo cristalizar en leyes.
Se nos ha dicho a los españoles que debemos imitar la flema británica y la terquedad teutona,
para regular nuestro proceder. Pero esto es imposible, hay que tomar otros derroteros. Hay que
recobrar el yo perdido y obrar con arreglo a nuestra moralidad efectiva. Si ahora la razón está
de acuerdo con el sentimiento, que pugna por romper con una frialdad e indiferencia, tengamos
el valor del arranque y la grandeza de ocupar nuestro puesto”.179
Después de varios años de contienda, Violeta, reflexiona sobre la guerra, y piensa que su misión,
como la de sus colegas es difícil y delicada, pues pueden influir mucho en la opinión de los
demás. Para ejercer la profesión periodística y dado su carácter social, según la periodista, se
necesita tener cultura, sentimiento y ser reflexiva. En este caso, además, apuntar soluciones
para terminar con el problema de la guerra.
El punto de partida de la guerra fue la violación del derecho, por tanto hay que volver a la
normalidad, poniendo el derecho en el lugar preeminente que le corresponde. La vida de los
Estados tiene como base la Justicia. La nación no puede subsistir sin ella.
Pero, los países van tomando una actitud definida a favor del triunfo de aquellos, que al lanzarse
a la lucha, llevaron como empresa en sus escudos: “Respeto a los tratados, honor a la palabra
dada; culto a la Justicia, al Derecho y a la libertad de Naciones”.180
14.5 La educación para todos sigue siendo su prioridad.
A pesar del ambiente bélico que conmovía a Violeta, la periodista, sigue preocupándose en
estos años de una cuestión que considera capital, la educación. Sobre educación había dado
una conferencia con mucho éxito en el Ateneo en 1914, y será, durante toda su vida, una asidua
a los debates de la Sección de Pedagogía en esta institución.
Estaba convencida de que las conferencias cumplían una misión cultural divulgativa importante,
pero para alcanzar este fin, había que tener en cuenta al público al que iban dirigidas.Al ateneísta
se le suponía una preparación; allí la tarea del conferenciante tenía por objeto refinar la cultura
de una colectividad erudita.
179. Violeta, “España y la guerra”, El País, Madrid, 15-4-1917, p. 1.
180. Violeta, “Reflexiones sobre la guerra”, El País, Madrid, 27-4-1917, p. 1.

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Sin embargo las conferencias que impartía Violeta en otras instituciones respondían a otro fin,
a instruir a las clases populares. Por ello, y para ser comprendidas por el público, debían ser
sencillas tanto en las teorías que exponían, como en la forma de exposición.
Las conferencias deberían ser una serie de lecciones, anunciadas con antelación suficiente, y con
una exposición clara de la materia que se va a tratar. Habría que advertir que las conferencias
divulgativas iban dirigidas a personas que no habiendo podido adquirir una instrucción escolar
querían documentarse.
Con estos propósitos participó Violeta en el ciclo de conferencias de la Agrupación Femenina
SocialistadeMadrid,enelSalóndelaCasadelPueblo,en1914y1916,con:Algunasconsideraciones
acerca de la pedagogía social y La sensibilidad del alma individual y del alma colectiva.
Un año más tarde en la Sociedad de Higiene quiso seguir divulgando nociones de higiene
básicas para mantener la salud. Violeta había hecho unos estudios sobre los problemas sociales
que se discutían acerca de la vida del obrero. Durante su conferencia analizó la enfermedad
de la tuberculosis y su propagación; cómo deben ser y mantenerse las viviendas; los salarios y
el trabajo en los talleres de las modistas, las injusticias de los patronos con los accidentes de
trabajo, etc. 181
14.6 Fundadora de la Asociación de Amigos de los Ciegos y su amistad con Rubinstein
(1916-1917).
Violeta no se conformará sólo con dar conferencias, se preocupará de las niñas y niños menos
afortunados, porque ellos serán las futuras generaciones que cambiarán el país.
Desde que visitara, por primera vez en 1913, la Escuela Nacional de Ciegos y comprobara
la gran labor de sus profesoras, va a estar en contacto con sus alumnos. Participará en una
fiesta literaria musical en mayo de 1916, y en enero del año siguiente fundará la Asociación
de Amigas de los Ciegos, con fines filantrópicos. Violeta quiere contribuir a la enseñanza y
educación de los ciegos y que tengan un futuro. Siguiendo su idea de conocer el sistema de
beneficencia y mejorarlo.
181. La Correspondencia, 13-4-1917, p.1.

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El día 21 de enero de 1917 consigue que Rubinstein de un recital de piano, en el Centro de
Ciegos con un magnífico repertorio, Tocata y Fuga de Bach, Marcha fúnebre de Chopin,
Goyescas de Granados y Navarra de Albeniz.
La periodista explica en El País como los rostros de los niños ciegos cambiaban la expresión,
escuchando las notas del genio polaco, y añade: “No se puede sacar más partido del piano. Es
imposible decir mejor y con más delicadeza, con más finura y sentimentalidad”.
Al finalizar el concierto, Rubinstein se despidió de los niños ciegos y habló con Violeta, en
español, comentándole su experiencia, que había sido muy enriquecedora. El maestro había
tocado con gran entusiasmo y placer, para este auditorio tan especial.
Al día siguiente, la Asociación de Amigas de los Ciegos organiza una sesión literaria-musical,
en el Salón de Actos de Fomento de las Artes. Participaron el Quinteto de Ciegos que tocó El
profeta y Caballería Rusticana. Glorita Keller que ejecutó, con sólo once años, Capricho para
arpa de Hubert y recitó una poesía de Consuelo Álvarez, Violeta. La arpista Keller, profesora
del Conservatorio, interpretó Souvenir del Mar de Plata. Finalizó el acto, con la actuación de
Esther Azcárate, hija de Consuelo, y Julio Costa que interpretaron dos diálogos “De pesca” de
Parellada y “Olé las castizas” de Ramón María de Pereda. Todos ellos según la crónica fueron
muy ovacionados. 182
Cuando Consuelo Álvarez, en 1916, finaliza sus estudios y obtiene el título de francés de la
Escuela Oficial de Idiomas, se vuelca en la docencia como profesora de gramática francesa y
española en la institución Fomento de las Artes.
14.7 Eduardo Barriobero, amigo de Violeta, presenta una Proposición de ley para
establecer el divorcio. (1918).

En junio de 1918, el diputado republicano y abogado, Eduardo Barriobero, amigo de Violeta,
desde hacía más de diez años, y con quien compartía las mismas ideas políticas. Presentó una
proposición de Ley al Congreso para establecer el divorcio en España.
182. Violeta, “Rubinstein en el Centro de Ciegos y Amigas de los Ciegos”, El País, Madrid, 21-1-1917, p.3.

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Después de catorce años de lucha, Violeta sigue pensando lo mismo, que el divorcio es uno
de los problemas fundamentales de la regeneración del país. La periodista escribe un artículo
titulado “Sobre el Divorcio” en el que comenta, que el divorcio es la solución racional de los
conflictos que surgen en los matrimonios.
El escándalo que da una mujer adúltera no es edificante, pero el asesinato premeditado que
comete un hombre, que espera el momento oportuno para realizar el llamado “crimen pasional”
tampoco es el mejor de los ejemplos:
“Instituido el divorcio, los matadores de mujeres serían considerados como delincuentes, y no
como vengadores de su honor. Las soluciones irresistibles tendrían una lógica solución y tanto
el hombre, como la mujer no se verían obligados a sufrir eternamente las consecuencias de
una lamentable equivocación. Los hijos no presenciarían espectáculos inmorales y vivirían en
un ambiente más puro que el existente en los hogares en que el odio fomenta y la tragedia se
presiente…” 183
14.8 Su interés por las cuestiones penitenciarias y las reformas legales.
Durante toda su carrera periodística, Violeta va a pedir la excarcelación de presos y presas,
la mejora de las condiciones de vida de las cárceles y el cese de la tortura. Es una mujer de
acción, que va a conocer los problemas de primera mano, para después escribir sus artículos.
En los años 1906 y 1907 había visitado en la cárcel y pedido la excarcelación de los presos
Francisco Ferrer, Nakens y Mata; en 1911, solicitó la libertad de las mujeres huelguistas de
Bilbao y consiguió que algunas de ellas fueran liberadas; en 1914, pidió la salida de los niños
sospechosos de ser criminales de la cárcel modelo y, un año después, demandó la libertad del
periodista Ramón Rubio, que defendía a los mineros de Pueblonuevo del Terrible (Córdoba)
en 1915.
Violeta estará siempre en contra de la tortura en la cárcel, y considerará este hecho como un
abuso cobarde y miserable. En el artículo “Horrores carcelarios” de junio de 1911, cuenta su
experiencia personal, que al vivir cerca de una comisaría, en una capital de provincia pequeña,
le causaba gran dolor los gritos de los detenidos:
183. Violeta, “Sobre el Divorcio”, El País, Madrid, 30-6-1918, p. 1.

211
“Muy lejos de mi ánimo idealizar al criminal y al delincuente, ni justificar la maldad, ni el vicio.
Mientras la razón no alcance su grado sumo, y la perfectibilidad pensante y sentimental no
sea un hecho, el castigo es necesario, dolorosamente necesario. Pero, esas torturas bárbaras,
crueles, ese ensañamiento del accidentalmente fuerte con el accidentalmente débil, ese abuso
cobarde, miserable, repugnante y despreciable de un poder concedido para todo lo contrario
de aquello en que se usa; tiene que despertar en las conciencias honradas, en los corazones
humanos, la más honda e intensa rebelión y poner en los labios la protesta. (…)
“Sí; no hace muchos años vivía, quien esto escribe, en una capital de provincia muy cerca de la
Comisaría. ¡Cuántas veces los desgarradores gritos de los detenidos llegaron a mí acusando el
tormento de quien los lanzaba!”184
Sería en marzo de 1919 cuando en su artículo, “Los miserables”, pediría caridad, para las
mujeres que estaban en la cárcel, y su delito no había sido probado:
“La cárcel de mujeres está abarrotada de presas acusadas de robo durante el motín popular,
que fue promovido por la avaricia y la concupiscencia de cuantos hacen del dolor y la escasez,
veneno de riqueza.
El instinto de conservación se agudiza, cuando las dificultades que el hombre necesita vencer
para subsistir se multiplican, desde el miserable de Víctor Hugo, Juan Valgean, hasta las
pobres mujeres que hoy gimen en la cárcel su desventura.
¿Qué dolorosa cadena de miserables anónimos ha formado la insaciable sed de oro?
¡Pidamos caridad para esas infelices mujeres, cuyo delito no está probado, ni podrá
evidentemente probarse, porque quizá no ha existido!... ¡Pidamos por esos niños también
presos y nacidos con triste sino en la miseria!”.185
El último artículo que Violeta escribiría en El País, el día 7 de octubre de 1919, fue “Una súplica
más. Por el doctor Alegre”. La periodista calificaba de crimen social el del doctor Alegre, y
como tal, producto del ambiente insano que solo la colectividad podría cambiar. Solicita piedad
para el médico rural, porque ya ha cumplido muchas horas en presidio.
Para la escritora: “En esta calidad de hechos delictivos lo que conviene estudiar principalmente,
es la génesis de los actos. Las causas que impelen la voluntad, el medio en que actúa el individuo,
184. Violeta, “Horrores carcelarios” El País, Madrid, 24-6-1911, p. 1.
185. Violeta, “Los miserables”, El País, Madrid, 24-3-1919, p. 1.

212
la imposibilidad de resolver a veces por normales procedimientos terribles problemas; deben
ser considerados reflexivamente antes de emitir juicio en tan complejas cuestiones. Cuando la
sociedad rompe las normas de justicia y equidad, que le son necesarias para regirse, provoca
tácitamente todos los conflictos y arma con el hierro homicida, manos que nunca se debieron
emplear, mas que en santos menesteres.” 186
Por una nota aparecida el día 5 de diciembre de 1919 en El País, y después de un tiempo
sin publicar sus artículos, sabemos que la periodista ha estado muy enferma. La nota decía
así: “Violeta” nuestra amiga e insigne colaboradora que ha dado prestigio y popularidad al
seudónimo de Violeta, se encuentra ya fuera de peligro, pero aún en convalecencia de la grave
enfermedad que ha padecido.
Grave ha estado de pulmonía y congestión a la pleura, y ha habido momentos en que se temía
por su vida. Se encuentra en camino de recobrar su salud.
Celebramos su restablecimiento. La felicitamos y extendemos nuestra felicitación a sus hijos”.
187
15. La posguerra y la dictadura de Primo de Rivera (1923-1931).
La posguerra dejó un continente europeo destruido, y con una economía precaria. En España, la
restauración cae en una profunda crisis y en 1923, triunfa la dictadura del general Primo de Rivera.
Violeta, en estos años, debía simpatizar con las asociaciones de mujeres españolas, cuyos
objetivos eran conseguir el voto para la mujer, la igualdad laboral y salarial con el hombre y la
ley de divorcio. Varias instituciones realizarán una petición a las Cortes exigiendo al unísono
estos derechos.
15.1. Violeta y la Sociedad Española del Abolicionismo. (1922-1927).
En el año 1922 se crea la Sociedad Española del Abolicionismo, para tener una legislación
moderna en lo relativo a los problemas sexuales y delitos sanitarios. Su fin era la supresión de
la prostitución. Presidía la sociedad el doctor César Juarros, médico siquiatra quien tenía como
186. Violeta, “Una súplica más. Por el doctor Alegre” El País, Madrid, 7-10-1919, p. 1.
187. Nota. El País, Madrid, 5-12 1919.

213
secretario a Sampelayo. A la Junta directiva pertenecían: Violeta, Clara Campoamor, Vicente
Jimeno, Fernandez Navarro, Gregorio, María Martínez Sierra, Pilar Oñate, Aurora Lanzarote y
Dolores García de la Vega.
La sociedad daba numerosas conferencias exponiendo sus fines. El 31 mayo de 1922 en la
Escuela de Veterinaria, el doctor César Juarros disertó sobre la trascendencia de las ideas
que había que propagar. La doctora Soriano habló sobre los aspectos del delito sanitario, y
consideró que era delito matar con un puñal y contagiar una enfermedad. Sampelayo trató sobre
los daños de la ignorancia sexual. Clara Campoamor expuso otros aspectos del delito sanitario,
y censuró el desprecio de la vida humana, característico de nuestro país y, por último, María
Martínez Sierra habló de como combatir la prostitución con educación sexual.
En estas mismas fechas en el Teatro Eslava de Madrid expusieron las ideas de la Sociedad
algunos de sus miembros más destacados como: el doctor Navarro que habló sobre Profilaxis
antivenérea; Violeta que defendió la escuela mixta, y abogó por las mejoras económicas del
trabajo femenino; Oñate que disertó sobre los factores sociales enemigos de la virtud femenina,
y el doctor Mañueco que comentó los remedios contra la prostitución. 188
Por las noticias que van apareciendo en el periódico La Libertad, sabemos que el día 1 abril de
1924 Consuelo Álvarez intervino en un mitin, en el teatro Reina Victoria de Madrid. Consuelo
parece que, con gran elocuencia, examinó las fases por las que tiene que atravesar la cultura de
la mujer, para estar capacitada para las nuevas misiones que de ella ha de exigir el progreso.
Cinco años después de su creación, la Sociedad Española del Abolicionismo, el día 2 junio de
1927, desiste de la campaña mantenida durante tanto tiempo a favor de las doctrinas de Josefina
Butler. El principal motivo fue la escasa acogida por parte del público, ya que cuando se realizó
la convocatoria para celebrar el Primer Congreso Español del Abolicionismo, hubo muy pocas
personas que quisieran intervenir:
“La amarga conclusión fue que el público no iba a sumarse al esfuerzo de liberar a las
prostitutas y a favor de los derechos humanos, sino a divertirse”. 189
188. La Libertad, Madrid, 31-5- 1922.

214
El doctor César Juarros envió una carta manifestando su gratitud a los empresarios, donde
se celebraban los mítines y las conferencias, a Martínez Sierra, Zorrilla y Eslava , y a las
distintas personalidades que pertenecieron a la Sociedad, entre ellas: a Violeta, Julia Peguero,
Aurora Riaño, Pilar Herrero, al doctor Muñoyerro, Pérez Grande, Piga, Clarita Campoamor,
Elisa Soriano, Alfonso Ayensa y al padre Bruno Ibeas, ya que todos ellos contribuyeron, con su
especialización, a querer poner fin a la prostitución.
15.2 Imparte conferencias sobre la mujer y su responsabilidad social.
En 1922, Unamuno preside la Liga Española de los Derechos del Hombre, con él están Álvaro
de Albornoz y Roberto Castrovido. Miguel de Unamuno pronuncia una conferencia en el
Ateneo requiriendo el restablecimiento de las garantías constitucionales y pidiendo que se le
exijan responsabilidades al monarca, por la catástrofe en el norte de Marruecos.
En los años 20, Violeta sigue pronunciando conferencias sobre la mujer. Sólo nos constan
algunas que aparecen anunciadas en el periódico La Libertad. El día 29 de marzo de 1922
interviene en la Asociación Unión de Mujeres de España, en la Sociedad Económica Matritense
de Amigos del País, con la ponencia Lo que aporta la mujer a la dignificación social. Sabemos
también, que el día 7 de noviembre de 1924 imparte otra conferencia en el Círculo Republicano
Federal, esta vez con el título: La participación de la mujer en la Sociedad de Naciones. Su
significación.
Sinembargo,sólodealgunasnoshallegadounabrevereseñadesucontenido,comolaconferencia
pronunciada el día 26 de marzo de 1926 en la Escuela Nueva, con el título Responsabilidades
sociales. Violeta habló sobre la influencia de la mujer en países más adelantados que el nuestro.
Es el caso de la inglesa Florencia Neltin que organizó los hospitales de Sangre durante la guerra
de Crimea, evitando millares de víctimas. Cuando regresó a Inglaterra fue nombrada directora
de Sanidad, cargo que desempeñó con gran acierto. Además, habló sobre otra inglesa Clara
Routh, que tuvo una influencia decisiva en los Estados del Norte, antiesclavistas, contra los del
Sur, partidarios de la esclavitud en Norteamérica. Su libro, fue un gran argumentario para que
triunfaralacausadelalibertad.FelicitólalabordeLuisBelloypidióquesesiguierasuejemplo.190

215
Durante el mes de marzo impartió además la conferencia “Responsabilidad social” en la
Escuela Nueva y dos revistas telegráficas, la Revista de Telégrafos y El Electricista hicieron
la reseña. Según Violeta la responsabilidad de la madre soltera no abarca a todas por igual.
Es mayor en la educada, que en aquella que carece de lo más indispensable y no recibió los
beneficios de una educación.
Desde el punto de vista social, tiene más importancia la responsabilidad que contrae la madre
al traer a la vida a un hijo sin condiciones, que la pérdida de virginidad. Se desprecia a la madre
soltera, mientras que se mira con simpatía, o con fingida severidad al donjuán, que es una lacra
para la sociedad.
Las mujeres del pueblo suelen abochornar a las madres que dejan a sus hijos en la Inclusa;
esto no tiene que ocurrir. El miedo a la opinión puede contribuir al infanticidio. Lo que es
necesario, es que estas casas de maternidad estén en las mejores condiciones posibles. 191
16. Durante la Segunda República. (1931-1936).
Cuando se proclama la Segunda República, el día 14 de abril de 1931, el primer edificio oficial
de Madrid en el que se iza la bandera republicana es el Palacio de Comunicaciones, de la
plaza de Cibeles. Los telegrafistas, desde las ventanas de la Sala de Aparatos, donde están
transmitiendo y recibiendo mensajes, lanzan a la calle cintas de teleimpresores con noticias de
las celebraciones en distintas ciudades de España.
Al día siguiente, se promulga un Decreto creando el Ministerio de Comunicaciones, con dos
Direcciones Generales independientes: por un lado, la de Correos y por otro la de Telégrafos
y Teléfonos. Entonces se crea una escala de personal Auxiliar única, fusionando la escala
masculina y la femenina.
El día 20 de abril durante el primer gobierno provisional de la República, el telegrafista
Mateo Hernández Barroso, asociado del Círculo Telegráfico y amigo de Consuelo Álvarez, es
nombrado director general de Telégrafos y Teléfonos.
191. El Electricista, Madrid, 3-1926.

216
16.1 Primera mujer elegida por sus compañeros para ser miembro de la Junta Consultiva
de Telégrafos en 1931.
El día 6 de mayo de 1931 Niceto Alcalá Zamora, presidente del Gobierno provisional de la
República, a propuesta del ministro de Comunicaciones, Diego Martínez Barrios crea la Junta
Consultiva del Cuerpo de Telégrafos, que era un organismo asesor de la entonces dirección
general de Telégrafos y Teléfonos. Esta Junta debía estudiar todos aquellos asuntos que le
encargara el director general, y a su vez podía elevar al Centro directivo las propuestas de su
iniciativa relacionadas con la organización de los servicios.
La Junta Consultiva estaba formada por 10 miembros, cuatro jefes por derecho propio y mientras
desempeñasen sus cargos, que fueron: el inspector general del Cuerpo de Telégrafos, el jefe del
Centro provincial de Madrid y los jefes de las Secciones de la Dirección General de Telégrafos
y Teléfonos y 6 funcionarios elegidos por los telegrafistas.
Foto 39. Caricatura de Violeta. 1931.
Consuelo Álvarez fue elegida por sus compañeros del Cuerpo de Telégrafos para ser su
representante, comoAuxiliar femenino, en dicha Junta. Tenía Consuelo 64 años y era la primera
vez que una mujer accedía a un órgano asesor de estas características. Desde este cargo electo
seguirá luchando hasta su jubilación, por las mejoras profesionales y sociales de los telegrafistas
con el mismo entusiasmo que al principio de su carrera.

217
16.2 Su candidatura, por Madrid, al Congreso de Diputados, en las listas del Partido
Republicano Democrático Federal.
Establecida la Segunda República Violeta tomará la decisión de presentarse como candidata
al Congreso de Diputados, por el partido Republicano Democrático Federal en las elecciones
generales que se iban a celebrar en junio.
Por eso, durante el mes de mayo de ese año va a continuar su campaña a favor de la mujer y
del reconocimiento de sus derechos, después de veinticinco años de lucha educativa y política.
Pronunciará una serie de conferencias como La mujer del presente y del porvenir y vuelve a
incidir sobre la necesidad de la ley del divorcio en El problema del divorcio.
Participará en el mitin de propaganda electoral de final de campaña, el día 20 de junio de 1931,
en teatro Pavón de Madrid con su partido.
Consuelo Álvarez, siendo consecuente con sus ideas, de que la mujer debía participar en
política, cuando tiene ocasión con la Segunda República, se presenta el día 21 junio de 1931
para ser diputada al Congreso. Lo hace con el partido Republicano Democrático Federal, por la
circunscripción de Madrid con los también candidatos: Augusto Vivero, Eduardo Barriobero,
Rodrigo Soriano, Joaquín Pi y Arsuaga, José Rocamora, Juan Perea, Ramón Franco, Dionisio
Pérez, Mario de Oriva, Luis Zibillaga, Concha Peña, Angel de Miguel y Eleuterio Saonil. 192
Foto 40. Candidatos al Congreso de Diputados por el Partido Republicano
Democrático Federal en 1931.Violeta en el centro de la segunda fila.
192. La Libertad, Madrid, 20-6- 1931

218
Clara Campoamor será candidata por el partido Radical y Victoria Kent por el Radical
Socialista ambas por la provincia de Madrid, y Margarita Nelken por el partido Socialista por
la circunscripción de Badajoz. Sólo serán elegidas estas 3 mujeres para ocupar los 470 escaños
de la Cámara. Algunos medios de prensa veían el triunfo de las primeras diputadas españolas
como el triunfo de todas las mujeres. Ellas tenían fe en el nuevo régimen y en que les traería el
reconocimiento del derecho al voto.
El periódico La Libertad con el título de “Triunfo magnífico de la conjunción republicano-
socialista en Madrid” recoge los nombres de los 21 candidatos elegidos, con una fotografía del
fotógrafo Alfonso. Los elegidos fueron: “Clara Campoamor, Julián Besteiro, Roberto Castrovido,
Andrés Saborit, Pedro Rico, Francisco Largo Caballero, Manuel Cordero, Trifón Gómez,
Alejandro Lerroux, César Juarros, José Sanchos Banús, Luis Fernández Clérigo, Luis de Tapia,
Melchor Marial, Felipe Sánchez Román, Mariano Rojo, Amós Avero, Victoria Kent, Eugenio
Avero, Andrés Ovejero y Antonio Fernández Quer”. 193
La candidatura de Violeta no prospera, era difícil conseguirlo, fue muy generosa al presentarse
por Madrid, y con políticos más jóvenes y mejor situados que ella. Sin embargo, desde ese
momento, y con el empuje de siempre, presta todo su apoyo a su amiga y antigua telegrafista
Clara Campoamor para conseguir el voto para la mujer.
Tiene de su parte para crear opinión favorable al voto femenino: a un sector importante de la
prensa liberal, a varias emisoras de radio, a grupos de intelectuales y sufragistas, a los diputados
de su partido y sobre todo, a sus compañeros progresistas del Cuerpo de Telégrafos que siempre
la habían apoyado en la consecución de sus ideales y habían confiado en ella eligiéndola para que
les representase en el Sindicato de Telégrafos.
16.3 Primer Homenaje de Consuelo Álvarez y las Mujeres Telegrafistas a la Diputada Clara
Campoamor.
El día 22 de julio 1931 Consuelo Álvarez, Violeta organiza el primer gran homenaje a la diputada
en Cortes, Clara Campoamor. Se lo dan las mujeres telegrafistas, a su compañera de profesión.
Clara lo recibe llena de emoción. La revista de Telégrafos El Electricista pone de manifiesto que,
durante el mismo, se respiró un ambiente de ansias reivindicadoras de los derechos de la mujer.
193. El Electricista, Madrid, 5-8- 1931.

219
Las mujeres telegrafistas ponen en manos de Clara sus esperanzas profesionales y le piden que
se ocupe de sus temas sociales. En cuanto a los sueldos, para las mujeres es importante que se
supriman los de 2.500 pesetas al año, que disfrutan unas 100 Auxiliares con más de 15 años de
servicio en Telégrafos. Pero, sobre todo, le insisten a Clara, en algo fundamental, que se ocupe de
sus derechos políticos: el voto y la ley del divorcio.
El secretario general de Comunicaciones, Vera dirigió unas palabras a los asistentes y habló sobre
el trabajo de la mujer y su concepto del deber. Rechazó el título de Auxiliar para la mujer y dijo
que, en adelante, se las llamaría Telegrafistas.
Las asistentes vieron bien el cambio de denominación, pero la inmensa mayoría de las funcionarias
habríanpreferido,queelcambiodenombrehubieratraídoaparejadounamayorcuantíaeconómica,
porque batían el record de permanencia con el mismo sueldo, desde 1920 cobrando 2500 ó 3000
pesetas al año.
Clara Campoamor tomó la palabra y, llena de entusiasmo, agradeció el homenaje a sus compañeras
y les dijo: “la nueva Constitución dará a la mujer la plenitud de sus derechos de los que hasta
ahora había estado privada”. 194
El subsecretario de Comunicaciones, Abad se adhirió al homenaje, así como un número muy
importante deAuxiliares de toda España que no pudieron asistir por necesidades del servicio, pero
enviaron muchos telegramas.
Foto 41. Clara Campoamor.
194. Revista La mujer, Madrid, 1-8- 1931.

220
Clara Campoamor había estado durante casi cinco años trabajando en Telégrafos. Unos meses
en Zaragoza y más de cuatro años en San Sebastián. Después, ejercería la enseñanza y cursaría
la carrera de Derecho, obteniendo el título de abogada, pero siempre tuvo muy presente a sus
compañeras y compañeros telegrafistas.
16.4 Entrevista de Rosario del Olmo a Violeta para la revista La Mujer, en la sección La
mujer en la política.
La entrevista discurre, el día 1 de agosto de 1931, en el Ateneo de Madrid donde Violeta ha
sido testigo y protagonista de muchos acontecimientos desde el año 1907. La periodista destaca
de Violeta su vida de luchadora, en un ambiente hostil que no veía con buenos ojos el avance
de la mujer, que lo consideraba como un gravísimo pecado. Su actuación era difícil, porque sus
detractores trataban de que ella se sintiera ridícula. Y el ridículo es la cosa a que más miedo le
tenemos los españoles.
Foto 42. Violeta en el Ateneo en 1931.

221
Pero Violeta fue una precursora que con valentía y despreciando los prejuicios siguió luchando
por sus ideas vanguardistas, con las armas que tenía: su pluma y su voz.
Dice Violeta: “Son muchos años de labor que me han cerrado muchas puertas, pero a estas
alturas de mi vida, cuando debía pensar en el descanso, siento el mismo entusiasmo que en plena
juventud y me interesan los mismos problemas con la misma intensidad que los de antaño”.
¿Qué opinión le merece la generación actual?
- Inmejorable creo que hará grandes cosas que pondrá los cimientos de una sociedad más
justa.
¿Tiene usted fe en el porvenir político de España?
- Absoluta
¿Y en la labor de la Cámara?
El gesto rápido y expresivo de Violeta niega antes que su voz.
- Yo siento mucho ser pesimista en ese terreno, pero creo que la solución de los problemas
actuales no saldrá del Congreso: la dará el pueblo en la calle, lo mismo que trajo “su”
República. Le aseguro que cuesta trabajo decir esto a quien como yo, ha militado siempre en las
filas parlamentarias, pero llevo el mismo ritmo acelerado que la vida y pienso que las fórmulas
democráticas tan bellas, han sido rebasadas por el contenido humano de otros postulados.
Es decir que usted se rejuvenece en su ideal.
- Exactamente, ¿Y no le parece qué, si en la vida todos pusiéramos un poco de nuestra parte,
transigiendo con lo inevitable, la haríamos algo más bella?
Sí; con espíritus así, lanzados hacia el futuro con un ansia de perfección, es más bella la vida
y la lucha menos difícil. Sobre todo, cuando esa cordialidad la brinda una persona que, en el
camino áspero encontró la plata de sus cabellos.
16.5 Asamblea General del Sindicato de Telégrafos. (1931).
En el mes de septiembre Violeta continúa con su actividad sindical en Telégrafos. El día 29 se
clausura, en el Teatro Maravillas de Madrid, el Congreso Sindical de Telégrafos organizado por
el Comité Local de Madrid, en el que habían intervenido: Virgilio Soria Montenegro y Julio
Duerto por la sección sindical de Telégrafos de Madrid y Consuelo Álvarez, Violeta, por la
sección femenina del Sindicato de Telégrafos.
Estuvieron presentes en el acto el ministro de Comunicaciones Martínez Barrios, el director
general y la Junta Ejecutiva del Sindicato. Los acuerdos obtenidos para el personal fueron muy

222
satisfactorios, y entre otros destacaron los siguientes: supresión de categorías, supresión de
multas como castigo, fijación de la jornada de trabajo de 40 horas semanales y al menos un día
de descanso semanal. Se fijaron en treinta días las licencias anuales ampliables a sesenta, si no
se disfrutó en años anteriores; para asuntos particulares seis meses sin haberes; tres con sueldo
completo en caso de enfermedad justificada y por espacio de un año con el 75% de los haberes.
También, consiguieron la aplicación de las leyes de los accidentes de trabajo a los funcionarios
de Telégrafos y la supresión de los Tribunales de Honor. 195
16.6 Violeta y el sufragio universal en España.
Hubo varios intentos para conseguir el reconocimiento del sufragio universal para las mujeres,
desde los primeros años del siglo XX. En 1907, Joaquín Salvatella y Odón del Buen del Partido
Democrático Federal presentaron una proposición de Ley a favor del voto para la mujer,
cumpliendo con el compromiso que había contraído el partido con Violeta.
Un año más tarde, el diputado Francisco Pi yArsuaga jefe del Partido Republicano Democrático
Federal, al que pertenecía Violeta, presentó una enmienda ante el Congreso para que las mujeres
mayores de 25 años pudieran votar, en las elecciones municipales, sólo las mujeres emancipadas.
También, el periodista y político, Luís Morote, ateneísta amigo de Violeta, veía justo equiparar
la mujer al hombre en los derechos políticos, ya que contribuía al sostenimiento de las cargas
públicas. Finalmente, la enmienda fue desechada por inoportunidad política.
Habría que esperar hasta 1931, con el gobierno de la República, para que la mujer consiguiera
el sufragio universal. En esa fecha Consuelo Álvarez, Violeta será candidata por Madrid por
el partido Republicano Democrático Federal, y al no conseguir escaño, apoyará a su amiga y
antigua compañera telegrafista Clara Campoamor para conseguir el ideal por el que ella había
luchado toda su vida.
El día 1 de octubre de 1931 se aprobó en el Congreso el sufragio universal para la mujer, con 161
votos a favor, con los votos de la derecha, los pequeños partidos republicanos y nacionalistas, el
Partido Socialista Obrero Español, excepto Indalecio
195. La Libertad, Madrid, 29-9-1932.

223
Prieto, y el voto de Clara Campoamor del Partido Radical. Este día fue uno de los más felices
de la vida de Violeta, al ver hecho realidad el reconocimiento de un derecho político para las
mujeres, por el que había luchado durante 24 años.
Violeta, lejos de dejar la política, da un paso al frente y forma parte el día 1 de noviembre 1931
de una comisión organizadora que actúa como Comité nacional provisional para crear el Partido
Nacional Radical Socialista con vistas a las elecciones municipales. La comisión, además de
Violeta, estaba formada por: Jose Antonio Balbontín, Mariano Benlliure y Tuero, el doctor
García Caballero y Antonio Hierro.
Durante los meses de enero y febrero de 1932 se suceden en Madrid los mítines de campaña
de propaganda para la formación de un bloque de izquierdas y en todos ellos participa Violeta.
En los días 6 al 11 de marzo de 1932 se celebra el Congreso del que sale un nuevo partido, Partido
Social Revolucionario. En la sesión de clausura de dicho Congreso se nombra la Comisión
Ejecutiva que fue elegida por la mayoría absoluta de los votos y quedó así: Secretario, Antonio
Hierro, Vicesecretario, Mariano Aldave, Secretario-Tesorero Dominguez, Secretario-Contador
Rodríguez Bedia, vocales: Balbotin, Benlliure, Marsá, Consuelo Álvarez y Justiniano García.196
16.7 Primer Aniversario de la Segunda República.
El día 17 de abril 1932 se celebra el Primer Aniversario de la Segunda República e intervienen
sieteAsociaciones de mujeres en un gran mitin: Clara Campoamor por la (URF), BenitaAsas por
la (ANME), Carmen Burgos por la (Cruzada de Mujeres), Luz Flores por la (Sección Femenina
del Partido Radical Socialista), Belén Sárraga y Consuelo Álvarez por las (Mujeres Federales),
María Eugenia Hernández por las (Mujeres de Acción Republicana) y Dolores Merás Posada
por la (Sección Femenina del Partido Liberal Democrático).
Después de 16 años de su creación, en mayo de 1932, la Asociación Fraternidad Cívica da un
homenaje a Pi y Margall, Salmerón y Pablo Iglesias, en el Cementerio Civil de Madrid. Desde
la escalinata del mausoleo de Pi y Margall comienza el acto Tato Amat e intervienen Violeta y
Mateo Hernández Barroso director general de Telégrafos. . 197-198
197-198. La Libertad, Madrid, 17-5-1932.

224
16.8 Jubilación de Consuelo Álvarez en Telégrafos.
El 24 de julio de 1932 Consuelo Álvarez se encuentra destinada en la Secretaría del director
general, Mateo Hernández Barroso, uno de los pocos directores generales de Telégrafos
pertenecientes al Cuerpo, con ella trabaja su hija y compañera de tantos años de profesión
y de inquietudes literarias Esther Azcárate Álvarez. En esa fecha cumple 65 años, la edad
reglamentaria de jubilación y cesa en Telégrafos, con la satisfacción de haber tenido el apoyo
y el reconocimiento de sus compañeros, por haber sido una persona honesta y consecuente con
sus ideas, que le llevaron a defender tanto a sus compañeras telegrafistas como los problemas
de la Corporación en general.
Foto 43. Mateo Hernández Barroso. Director General de Telégrafos.
16.9 Conferencias de Violeta en el Ateneo durante la Segunda República.
Manuel Azaña presidió el Ateneo de Madrid desde 1930 hasta mayo de 1932. En estas fechas,
Violeta disertó el día 5 de diciembre de 1931 sobre La Escuela Única en la Sección de
Pedagogía, que moderaba José Ballester.
En enero del año 1932, intervino en un debate sobre La Reforma Agraria. El problema de
la reforma agraria, para la escritora tenía dos aspectos: uno de justicia y otro técnico y sólo

225
habló del primero, que era el que interesaba al Ateneo. Violeta consideraba que debía haber una
distribución de la riqueza más equitativa, más justa. La tierra no debería ser propiedad de nadie,
ni siquiera del que la cultiva, sino del Estado que debería adjudicarla a quienes la hicieran
producir mejor. Ponía en parangón, a los parásitos sociales con los trabajadores, y a los que
tienen latifundios con los que padecen hambre. Estas injusticias, decía, tendrán que terminar
para evitar que sobrevengan desórdenes, que pongan en peligro la República.198
Siendo presidente delAteneo Miguel de Unamuno intervino en 1933, en la Sección de Pedagogía
sobre La jornada escolar del niño. Durante ese año, en los meses de abril y junio, participó en
la discusión sobre Cultura proletaria y campesina también dentro de la Sección de Pedagogía.
Cuando elAteneo estuvo bajo la presidencia de Fernando de los Ríos, en febrero de 1936, Consuelo
Álvarez disertó sobre la Agrupación de Mujeres Republicanas de Izquierda. Una semana más
tarde, la Agrupación organizó un mitin de propaganda electoral, presidido por Carmen de Las y
entre las oradoras figuraban: Consuelo Álvarez, Belén Sárraga y Concepción Mourile. 199
16.10 Participación en el Primer Congreso Nacional de la Asociación de Mujeres contra
la Guerra y el Fascismo. (1934).
La Asociación de Mujeres contra la Guerra y el Fascismo, fue creada en 1933 por el Partido
Comunista para coordinar la lucha antifascista, y organizar el apoyo a la comunidad obrera de
Asturias tras la represión de octubre. A esta Asociación pertenecía Consuelo Álvarez.
El 17 de julio 1934 se clausuró el Primer Congreso Nacional de los Jóvenes y Mujeres contra
la Guerra y el Fascismo. En la presidencia efectiva estaban: Victoria Kent, Dolores Ibárruri,
la Pasionaria, Encarnación Fuyola, Irene Falcón, María Teresa León, Evelyn Kant. Intervino
Consuelo Álvarez, Violeta por su partido y dijo que quería sumarse a la protesta contra la guerra
y el fascismo, y animar a las mujeres españolas a luchar por tan noble postulado.
En el Congreso se acordó la asistencia de 60 delegadas de las firmantes del manifiesto de las
iniciativas de Mujeres contra la guerra y el fascismo al Congreso Mundial de París, los días 4, 5 y 6
de agosto con motivo del aniversario de la Gran Guerra. Consuelo Álvarez asistió como delegada.

226
Las Conclusiones del Congreso fueron las siguientes:
Crear comités de mujeres en todos los pueblos, y en todas las ciudades, para llevar esta
organización a los lugares de trabajo.
Luchar al lado de los hombres por las conquistas democráticas, y por la elevación del nivel de
vida del proletariado, campesinos y empleados.
Litigar por las reivindicaciones específicas de las mujeres: a igual trabajo igual salario, voto
para la mujer a los 18 años, democracia sindical, ir en contra la ley que prohíbe el aborto,
tener un seguro de maternidad pagado por el Estado y los patronos, no consentir la elevación
del precio de las subsistencias, estar en contra de eliminar el trabajo de las mujeres casadas,
sustituyéndolas por jóvenes con menor salario, y por último se oponen a la guerra. 200
17. Durante la guerra civil y final de su vida.
En noviembre de 1936, se trasladaron todos los servicios telegráficos de Madrid a Valencia, y
con ellos a los funcionarios de la Dirección General de Telégrafos. Consuelo Álvarez, Violeta
siguió a sus hijos, Laureano y Esther, que continuaban trabajando en Telégrafos. La familia
de Consuelo había aumentado. Sus hijos la habían hecho abuela de seis nietos: Rosario, Julio,
Fernando, Santiago y dos niñas a las que les habían puesto su nombre, Consuelo.
Foto 44. Laureano Foto 45. Esther Azcárate
Azcárate Álvarez y su marido Santiago Picazo.
200. El Sol, Madrid, 17-7-1934.

227
17.1 Intervención en el Segundo Congreso Nacional de la Asociación Mujeres contra la
Guerra y el Fascismo en Valencia. (1937).
En 1937, Violeta siguió con su actividad política, el 11 de noviembre participó en la Segunda
Conferencia Nacional de Mujeres contra la Guerra y el Fascismo en Valencia. En la Conferencia,
la Asociación hizo bal ance de todo el trabajo realizado, y mostró la ayuda de la mujer en favor
de la República y la democracia.
Durante la guerra, el Ministerio de la Defensa nombró un Comité de Auxilio Femenino de
entre un grupo de mujeres que pertenecía a la organización de Mujeres Antifascistas. Estuvo
presidido por Dolores Ibárruri y al comité perteneció Consuelo Álvarez. La organización exigió
del gobierno que liberasen a los hombres de aquellos puestos en que no fueran necesarios, y se
les enviara a la guerra. Sus trabajos los realizarían las mujeres.
Cuando finalizó la guerra civil y al pertenecer al bando opuesto al general Franco, permaneció
oculta durante unos años, hasta que debido a su implicación política fue condenada a 12 años
de cárcel. Por su avanzada edad, era una anciana de 77 años y con una salud muy deteriorada,
Consuelo Álvarez, Violeta cumple la pena en libertad provisional. En esta difícil etapa de su
vida contó con el amor de sus hijos y sus nietos que nunca la abandonaron.
Fallece en Madrid el 19 de enero de 1959 a la edad de 91 años, sin ver restablecida la
democracia, ni los derechos de la mujer por los que luchó toda su vida, pero sí consiguió, al
menos, uno de sus deseos, ser la maga de su casa, la matriarca de su familia y mantener unidos
a todos sus miembros .
Se cumplieron las palabras que ConsueloAlvarez, Violeta puso en boca de Blanca la protagonista
de su novela La Casona del Pinar: “Yo pertenezco a una familia que toma los sentimientos
muy en serio y hace de ellos culto. No he hecho ninguna elección, pero si algún día la hago,
será respetando y sosteniendo cuanto le he dicho. Y si ésto no puede ser, si no llega mi ideal,
quedaré aquí para siempre conformada con ser la Maga de La Casona, haciendo todo el bien
que esté en mi mano.” 201
201. Consuelo Álvarez, Violeta, La Casona del Pinar, 160 pp.

228
18. Correspondencia de Violeta con políticos y literatos. Artículos de prensa relacionados
con las cartas.
Correspondencia con Benito Pérez Galdós.
En la Casa-Museo Pérez Galdós del Cabildo de Gran Canaria se conservan 7 cartas que
Consuelo Álvarez, Violeta le escribió a don Benito, a quien consideraba su maestro y amigo.
Todas ellas las he transcrito para su mejor comprensión.
Además, en el archivo familiar Santiago Picazo, bisnieto de la escritora se conservan, una carta
y un saluda de Galdós a Violeta, que el político le escribió utilizando un papel con membrete
oficial del Congreso de los Diputados. En el encabezamiento figura el escudo de España y la
inscripción, El Diputado a Cortes por Madrid; en el pie del escrito Palacio del Congreso.

229
Sr. D. Benito Pérez Galdós:
“Admirado Maestro y distinguido amigo: gracias mil por su delicada atención al enviarme
la hermosa “Casandra”, que para mi tiene doble valor. Uno, su belleza literaria, otro, la
dedicatoria que consagra a esta insignificante, el primer novelista contemporáneo.
Guardaré el volumen como grato recuerdo de su amistad que me enorgullece y me honra,
congratulándome de haber hallado entre las espinas de la política, ocasión de apreciar a quien
perfuma las inteligencias con la dulce y confortadora esencia de su maravilloso talento.
De su muy afectuosamente amiga y Q.L.B.L.M”.
Violeta
19-9-1907. EPIS 1-4-37/0298.
En esta primera carta Violeta le da las gracias por enviarle su obra “Casandra” y sobre todo,
por la dedicatoria, que para ella tiene un gran valor, viniendo de quien ella considera el primer
novelista contemporáneo.
Además, la escritora hace alusión a su trayectoria política, que ha estado llena de espinas, sin
embargo, en este caso, le ha dado la oportunidad de hacer un amigo. Hay que tener en cuenta que
Violeta hizo campaña electoral, a favor Galdós, en las elecciones generales del año 1907 e intervino,
delante de él, en el mitin de cierre de campaña en Madrid. Desde entonces tuvieron mucha relación.

230
Sr. D. Benito Pérez Galdós:
“Admiradísimo y querido amigo: regreso en este momento de Lara, y la mano dolorida de
aplaudir al autor eximio, (que seguramente no vio a Violeta palmotear con frenesí) toma la
pluma, para enviar al gran Pedro Nimio la más sincera y calurosa felicitación.
Iba yo esta noche muy triste al teatro (he tenido estos días muchas contrariedades por
meterme a redentora, y es posible que me cueste un disgusto grave las gestiones hechas a
favor de los empleados), pero la representación de su obra ha sido un sedante, para mis
nervios en tensión y un bálsamo dulcísimo para mi dolorido espíritu. Resulta V. un autor
insuperable.
Sentí mucho no verle y casi temo que olvidé por completo… ¿Será así? Lo lamentaré
desconsoladamente su affa y devota lectora q.l.b.l.m”.
Consuelo Álvarez
20-12-1908 EPIS 1-4-37/0299
La carta fechada el día 20 de diciembre de 1908, la escribe Violeta en cuanto llega a su casa,
después del estreno de una obra de Galdós, en el Teatro Lara de Madrid. Según la escritora con
la mano dolorida de aplaudir coge la pluma y le felicita de una forma muy sincera.

231
Asistir a la representación de la comedia le ha cambiado el ánimo a la escritora, iba triste al
teatro, por culpa de una gestión hecha, para defender a unos empleados y vuelve renovada.
Sintió mucho no ver a Galdós.
Según sea el contenido de la carta cambia la despedida, en este caso al tratarse de un tema
literario, se despide como su devota lectora.
Sr. D. Benito Pérez Galdós
“Mi querido y admirable amigo: con entusiasmo leí su patriótica llamada al admirable
pueblo español, con emoción y orgullo escuché de labios de Azzati, elogiosos comentarios
acerca de su actitud en el Congreso.
Digna del autor de “Los Episodios” es la batalla Galdosiana en contra de la reacción; por
ella le envía su más cordial y cariñoso saludo
S.sy amiga Q.L.B.L.M”.
Violeta
Madrid 16 octubre 1909. EPIS 1-4-37/0300.

232
La carta de 16 de octubre de 1909 es la única que se conserva mecanografiada. En ella se refiere
Violeta a la “Carta al Pueblo Español”, que Galdós publica una semana antes de que se produjera
el fusilamiento de Francisco Ferrer, creador de la Escuela Moderna. A Ferrer le inculpan de ser
instigador ideológico de la revolución popular de Barcelona. Fue fusilado el día 13 de octubre de
1909. Ese día Galdós viaja de Santander a Madrid, y se reúne con los diputados de la minoría
republicana en el Congreso, para estudiar las medidas a tomar ante la gravedad de los hechos.
La escritora le dice a Galdós que leyó su carta, y escuchó al diputado republicano Félix Azzati
sus elogiosos comentarios, acerca de su actitud en el Congreso. Para Violeta es su particular
batalla Galdosiana en contra de la injusticia.
“Mi queridísimo amigo: mi hijo ha obtenido plaza de Auxiliar Mecánico con haber de 1500
pts. Ha sido un verdadero triunfo, pues no había más que tres plazas de esa categoría y eran 14
los opositores; las restantes seis plazas son de aspirante con mil pts.
No necesito repetirle cuanta es mí gratitud, cuanto mi afecto sincerísimo. ¿Cuándo regresa
Vd. a ésta? Ya sé que el último “Episodio” es precioso.
Mis hijos le envían el más cordial saludo y lo mismo hace muy efusivamente su amiga y
pequeñísima compañera, pero grande admiradora”.
Violeta
4-10- 1911. EPIS 1-4-37/0301.

233
La carta de 4 octubre de 1911 la encabeza Violeta como mi queridísimo amigo y trata un tema
personal. La escritora le da las gracias a Galdós, por el interés que se ha tomado por su hijo
Laureano, que ha obtenido plaza en Telégrafos, como Auxiliar Mecánico con un sueldo de
1.500 pesetas al año. La estabilidad económica para Violeta y sus hijos era muy importante,
después de haber pasado años difíciles.
Le está muy agradecida y en la despedida incluye también a sus hijos. Se considera pequeñísima
compañera, pero grande admiradora.
“Mi querido amigo y admiradísimo maestro: con la más sincera alegría sé que mejora Vd. y
recobra la vista; considero su curación como una dicha para España, que tanto necesita y espera
aún de Vd.
Quería ver a Vd. y no escribirle, pero temí ser molesta. Un día de estos tendré el honor de
visitarle, cuando esté más fuerte.
Sabe que de corazón le admira y quiere”.
Violeta.
(Junio de 1912). EPIS 1-4-37/0302.

234
En junio de 1912 Galdós se ha sometido a una operación de cataratas, ya que había perdido mucha
vista. Violeta se alegra de su recuperación y le anuncia que le visitará en cuanto esté más recuperado.
Como se trata de un tema de salud la despedida es más cercana Sabe que de corazón le admira y
quiere.
“Muy admirado señor: el doctor Silvela me envía la adjunta carta para Vd.
Cumplo con gusto su encargo, y le saludo repitiéndome.
S.S.S. Q.L.B.L.M”.
Consuelo Álvarez
EPIS 1-4-37/0303.

235
Es una carta de cortesía, en la que cumple el encargo del Doctor Silvela de hacerle llegar su
carta. Es la única en la que firma Consuelo Álvarez, y no con el seudónimo de Violeta.
“Querido y admirable amigo: estoy bajo el pesar de una horrible desgracia. Tienen que
operar a mi hija esta semana, pues el caso es gravísimo, hay que practicar la trepanación y
está en su grado máximo.
Tengo que llevarla a un Sanatorio y no tengo recursos, pues llevo una temporada de gastos
superiores a mis fuerzas.
Le ruego escriba al sr. Moya antes de las once del día de hoy, en que yo le veré, para que la
Asociación me ayude en este trance de vida o muerte para mi.
Hace días le escribí.
(En) El Continental espero su carta para llevarla a Moya.
Vea de servirme, se lo ruega una madre.
Su afectísima amiga”
Violeta
C/ Marqués de Santa Ana, 10 EPIS 1-4-37/0304.
En esta carta Violeta le pide ayuda, le ruega, a su amigo Galdós para que le eche una mano,
ante una desgracia, la operación de un tumor, a la que ha de someterse su hija. La escritora no

236
tiene recursos económicos y confía en que la carta de Galdós al presidente de la Asociación de
la Prensa de Madrid, Miguel Moya, de buenos resultados, como así sucedió.
La carta aunque no tiene fecha, debió de escribirla Violeta la primera semana de enero. Lo
sabemos por una noticia que aparece en El País el 17 de enero de 1909, que decía: “Esther
Azcárate Álvarez la hija de Violeta de 15 años, ha sido operada por el doctor Compaired de la
Asociación de la Prensa, de un tumor, y se le hizo una trepanación. Se está recuperando bien,
ya hace 8 días de la operación”.202
Esther acababa de hacer una función de teatro en el Lara de Madrid, con el Teatro del Arte,
dando pruebas de gran talento.
202. Noticia, El País, Madrid, 17-1-1909, p.1.

237
Santander, 3 de septiembre de 1911
Sra. Dª. Consuelo Álvarez.
“Amiga mía muy admirada: Para que Vd. sepa, si no sabe ya que cumplí su encargo le
incluyo la carta de Bernardo Sagasta.
El País llegado ayer me trajo un lindo artículo de Vd. referente a mis desdichados ojos. Lo
agradezco mucho, amiga mía, celebrando su intensa sensibilidad y gracioso estilo.
Espero que la ciencia por una parte, y por otra las oraciones y sufragios de los buenos amigos
me devuelvan pronto la luz.
Siempre de Vd. atento servidor, amigo y compañero q.b.s.m”
Fdo.: B. Pérez Galdós
Santanderinas. “La Luz que se apaga” es el artículo que Violeta escribió en El País al que se
refiere Galdós cuando dice, “El País llegado ayer me trajo un lindo artículo de Vd. referente
a mis desdichados ojos. Lo agradezco mucho amiga mía, celebrando su intensa sensibilidad y
gracioso estilo”.
Transcripción del artículo:
“En su finca de San Quintín, lugar de reposo tan bello como confortable, está el maestro, el
gran hombre, creador de “Casandra” y “Electra”, el novelador de los “Episodios”, el español
romántico y sentimental como quedan pocos en la raza.
La tristeza le invade; pero no le abate. El alma del coloso, bañada de interna luz, se alimenta
de su propia esencia, y aunque ansía la vista de sus ojos, porque en él vale infinitamente; es
un enfermo animoso, afable, sonriente, y, sobre todo, cariñoso y bueno, como lo son los que,
oyendo a su conciencia no sufren reproches.
Todo le interesa al hidalgo escritor: lo grande, lo pequeño, lo individual y lo colectivo;
lo mismo se preocupa por el bien de una persona estimada, que se apasiona por la marcha
política de su patria, tan olvidada por muchos linces inútiles a quien la Naturaleza no juega la
mala pasada de quitarles la vista.
Estos ojos que tanto supieron ver para deleitar, para conmover, para enseñar, rinden fiera
batalla con la enfermedad, y los que sólo se aplicaron a labor nefasta miserable y cruel brillan
como chispas siniestras, amenazantes de venganza. Hay momentos en que quisiera uno ser Dios
para hacer las cosas a su gusto, para dar y quitar razonablemente según los méritos de cada cual.

238
Pena me daba ver el despacho del maestro con tanta ofrenda de amor, de amistad, de
gratitud, de admiración. Pena me daba, porque quien cuidó y arregló amorosamente todas esas
cosas gratas para recrearse en ellas apenas las percibe, y en ese recinto, donde las novelas
se hacen solas, según frase de Galdós, falta lo mejor, que es la mirada de niño y de sabio que
iluminaba el rostro amable, y la sonrisa benévola, que recogía el pensamiento humano, como
las abejas el néctar, para hacer dulce y sabroso alimento de los espíritus.
Pocas veces la gloria rodea una frente sin que bajo sus resplandores se oculte traidora y
cruel la de punzadoras espinas. Galdós es integro, es bueno, en honra y prez de las letras… y
no puede ser feliz… Por eso decía que le dan a uno ganas de enmendar la plana… a quien lo
hace así”.203
203. Violeta, “Santanderinas. La luz que se apaga”, El País, Madrid, 1-9-1911, p.1.

239

240
El Diputado a Cortes por Madrid
B. L. M.
A su buena amiga Violeta y se complace en manifestarle que con todo interés recomienda el
asunto de Esther al señor Sagasta, esperando ser complacido.
El artículo de EL PAIS muy bonito. Gracias mil.
Benito Pérez Galdós
aprovecha gustoso esta ocasión para expresarle la seguridad de su más distinguida
consideración.
Palacio del Congreso 14 de octubre de 1912
Quizá Galdós le pide a Bernardo Sagasta, director general de Telégrafos, recomendación
para un mejor puesto de trabajo para su hija Esther, que había ingresado el 1 de enero de
1911 y estaba muy delicada de salud. Se había sometido a una intervención quirúrgica y tenía
problemas de audición.
En 1912 los socios del Ateneo, los Académicos de la Real Academia de la Lengua y de la
Asociación de la Prensa de Madrid, solicitan el premio Nobel para Galdós a la Academia Sueca.
Violeta escribe en El País el artículo “Del homenaje a Galdós” el día 29 de noviembre de 1911,
en el que hace constar que hay aguafiestas, pesimistas de espíritu sometido que han negado la
petición unánime del Nobel.
El artículo dice así: “Si el artista crease sus obras por el único fin de alcanzar la gloria, de
declararse vencedor indiscutible y gozarse en la pública admiración, quedaría burlado en su
designio y fracasado en su propósito.
Por senda de abrojos se camina hacia la celebridad, y cuando después de titánicos esfuerzos se
llega al fin de la jornada, y parece que por ley de justicia la recompensa se impone, salen la envidia,
la ignorancia, la mentecatez, la malicia, la adulteración, el despecho, todo ese montón de cosas
misérrimas a obscurecer las puras alegrías del que en su divina fe creyó en el colosal triunfo del genio.
Muchas veces pensé con tristeza, al ver como se encumbra a personas de baratillo, que España
entera, sin distinción de matices, se encuentra en deuda con su más preclaro hijo, el maestro
Galdós, del cual no se sabe que alabar más, si el amor que puso en su labor de artista o el valor
de su conciencia patriota.

241
Obra imperecedera es la del nunca bastante ponderado novelador; labor de gigante y de
austero, que con su mirada altiva abarca el tiempo y el espacio, buscando en el pasado y en
el presente, algo con que dejar al porvenir, no una historia caprichosa de hombres y de cosas,
de hechos y acontecimientos, sino la esencia del alma patria, los sentimientos que las agitaron
durante una interesante fase de su vida.
Este empeño que tan magistralmente ha cumplido nuestro queridísimo maestro, él que despertó
en nuestros cerebros la idea, y en nuestros corazones el entusiasmo, no ha sido bastante, por
lo que se ve, a merecer la unánime gratitud, y cuando se trata de alcanzar para él una especie
de sanción mundial, como es el premio Nobel, los aguafiestas, los interruptores, los pesimistas
de espíritu metodizado y sometido, lanzan su negación, su fría réplica, su amargo prosaísmo.
No por la gloria, sí por la conciencia trabajó el amado enfermo. Por satisfacer el imperativo de
ésta, perdió lo más preciado de su salud; mas en el alma deben alumbrarle con inextinguibles
resplandores tantos cariños como sembró la magia de su pluma, que supo ser tierna y valiente,
satírica y piadosa, como lo es este espíritu de raza que el autor de Los Episodios supo aprisionar
en hojas de papel”.204
No se conservan más cartas a partir de 1912, pero puede que se hayan perdido, pues Violeta
cultivó la amistad de Galdós hasta su fallecimiento en 1920. La escritora le dedicó a su
maestro el artículo “Mi homenaje”, en El País, el día 31 de enero de 1913 sobre la reposición
de Electra en el Teatro Español de Madrid, después de 12 años de su estreno. Parece que
Galdós recibió un gran homenaje por parte del público, y que tanto la obra como el autor
fueron muy aplaudidos.
“Y salió el maestro conducido al triunfo por Electra, que no es una mujer ni un símbolo,
sino una verdad, tan esplendorosa, tan vibrante, que las almas se encendían en aquella divina
hoguera, de humano amor y en todos los corazones palpitaba un mismo sentimiento: el del
entusiasmo admirativo hacia aquel que no supo encarnar en una ficción, el problema de un
pueblo que no puede sacudir la horrible pesadilla que le aniquila.
Flotaba en el ambiente, purificada por la gloriosa palabra de Galdós, un perfume de exquisita
sensibilidad, de valeroso resurgir, y Electra, como en el día de su estreno, sacudió los nervios,
reavivó las pasiones, llegó hasta el último rincón de la conciencia, hablando con la atormentada
y serena intensidad del que al borde del precipicio se resiste a despeñarse.
204. Violeta, “Del homenaje a Galdós”, El País, Madrid, 29-9-1911, p.1.

242
Porque Electra es España, la España adorada por el gran novelista, por el historiador
sapientísimo, con infinita galanura y valiéndose de fábulas, ha tratado, como nadie, los
más hondos problemas de la psicología nacional y empleado una vida en amar con ternura
incomparable a su musa la Patria.
Y esta Patria, que en medio de su decadencia y desbarajuste, conserva la intuición de la Justicia,
rindió homenaje al maestro con esa sinceridad, ardimiento y espontaneidad que consagra un
momento, dándole un eterno valor histórico”.205
Correspondencia con Joaquín Costa.
El oscense Joaquín Costa y Martínez fue un gran político, jurista, historiador, economista y
perteneció al movimiento conocido como regeneracionismo.
A pesar de ser doctor en Derecho y en Filosofía, de haber ingresado en el Cuerpo Superior
de abogados del Estado, y de su trayectoria política e intelectual, Joaquín Costa malvivió los
últimos años de su vida en un cuarto de la calle de los Madrazo de Madrid, donde recibía a
sus amigos los jueves y los domingos. Entre ellos a Violeta, Giner de los Ríos, Moya, Barnés,
Menéndez Pallarés, Niembro, Blasco Ibáñez etc.
Como el Ateneo no le concedió una cátedra para poder vivir, en enero de 1910 se retiró a su
tierra, a Graus (Huesca), donde sin recursos, y enfermo de esclerosis murió un año después. Por
sus ensayos sobre educación y sus discursos, pensaba Violeta que podía considerársele superior
al filósofo alemán Fichte, pero España no lo supo reconocer.
En el archivo familiar de Santiago Picazo se han conservado 3 cartas de Joaquín Costa escritas
desde Madrid y Graus en 1910, aunque debieron ser muchas más, como la que cita Violeta en
un artículo, cuando se cumplen dos años de la muerte del político.
Muy numerosos serían los telegramas que le enviara Violeta a Joaquín Costa, trabajando ella en
Telégrafos. Entre los telegrafistas era sabido que, el jefe de la oficina de Telégrafos de Graus,
Virgilio Falche, tuvo que multiplicarse para cumplir con su trabajo. Llegó a estar, algunos días,
hasta 22 horas seguidas, sin descanso, durante el periodo de enfermedad y defunción de Costa.
205. Violeta, “Mi homenaje”, El País, Madrid, 31-1-1913, p. 1.

243
Tanto la prensa, como la Dirección General de Telégrafos, felicitaron al funcionario, por el
gran trabajo realizado.

244
Madrid, 3 Enero 1910.
Sra. Dª. Consuelo Álvarez
“Amiga mía del alma: Espero que haya hecho Vd. un feliz viaje a Barcelona y que se halle
a punto de regresar, o que haya regresado ya con igual fortuna. Por ello me felicitaré en tanto
la veo.
No pude escribir a Vd. de despedida, porque el correo interior es en la corte una calamidad;
no tengo secretario, y ni siquiera criado; y yo estoy desgraciadamente impedido para ir por mí
a parte alguna. A la Redacción de El País considero inútil dirigirme.
Sin embargo, me es fuerza optar por este último medio, combinado con el correo, para dar
a Vd. la bienvenida, agradecerle muy sentidamente la firmeza y la buena memoria que me valió
su autógrafo, y reiterarme a la devoción de V. y a la de Esther, quedando suyísimo y adicto
amigo”.
Fdo.: Joaquín Costa.
En la primera carta, fechada el día 3 de enero de 1910, Costa se dirige a Consuelo como amiga
mía del alma, lo que indica el grado de amistad que tenían. A continuación, se refiere al viaje
que acababa de hacer Violeta a Barcelona, al Congreso de Pedagogía. Hacía unos meses que se
habían cerrado las escuelas sostenidas por Ferrer.
Además, Costa manifiesta que no le es fácil comunicarse con sus amigos, no tiene secretario, y
tampoco puede ir a la redacción de El País, porque está muy enfermo, casi paralítico.
Sin embargo, quiere darle la bienvenida a Madrid y, se pone a su disposición, y a la de su
hija Esther, de una forma poco común como: suyísimo y adicto amigo, con un superlativo
“suyísimo” de máxima posesión, y le hace una confesión, que no puede pasar sin su amistad,
que tiene adicción.

245
Madrid, 21 de enero de 1910
“Querida amiga Consuelo: Quedo obligado a su visita espiritual el jueves y en la finura de
su saludo epistolar del 20, lamentando su forzado acaparamiento.
Hago votos porque no se frustre la fiesta de pasado mañana: no por la entrada Triunfal de
las pobres víctimas de Maura y de nuestra cobardía, sino por gustar una vez más la gratísima
compañía de V.
Su fiel y adicto amigo rendido servidor”.

246
En la segunda carta también escrita desde Madrid el día 21 de enero, Costa está deseando ver a
su amiga, en la visita de los jueves, le pide a Consuelo un rato de compañía y espera que no se
frustre, en el día en que regresan las tropas de África.
Siempre se despide con el calificativo de adicto amigo.

247
Graus 7 Febrero 1910
Sra. Dª. Consuelo Álvarez.
“Miqueridaamiga:lleguédelicadodesalud(yapasó):empiezoadespacharcorrespondencia;
que apresuro a cumplir deber tan grato como el de saludar efusiva y cariñosamente a la
simpatiquísima Consuelo, al clausurarme otra vez, y reiterarle mis sentimientos de cariño,
de admiración y de gratitud por tantos y tan diversos títulos. La echaré a V. muy de menos, y
no se apartarán de mi memoria aquellas inolvidables horas de la calle de los Madrazo, que
tan ligeras y tan agradables me hicieron el ingenio de V., su ocurrente gracejo y su cultura
sinigual. Espero que no se olvidará V. del todo del pobre abuelito...
Que la avisada Ester siga bien de salud, contenta y satisfecha su abuela, y usted sea pagada,
cuanto cabe, de la compensación que le es debida por las pasada pruebas, tantas y tan duras.
¡pobrecilla!
Yo he llegado casi a un puerto: ya casi no me duele nada.
Con el testimonio renovado de mi obligación por sus favores y su buena amistad, me retiro
a su obediencia devoto admirador y amigo de verdad”.
En la última carta, fechada el día 7 de febrero en Graus, Costa le escribe a Consuelo sobre
su delicado estado de salud, y lo enfermo que llegó a su tierra. Cuando se ha repuesto un
poco, despacha la correspondencia, le envía un cariñoso saludo a su amiga, a la considera
simpatiquísima. Le dice que la va a echar de menos, que siempre recordará las tardes tan
agradables que pasaron gracias a su ingenio, su ocurrente gracejo y cultura sin igual, en el
domicilio del político, en la calle de los Madrazo en Madrid.

248
Costa espera que no se olvide del pobre abuelito… su devoto admirador y amigo de verdad.
Consuelo escribe el artículo “Recordando a Costa”, en El País, el 21 de enero de 1911, cuando
él ya está muy enfermo. Violeta le habla a su amigo de cosas insignificantes, no de política
como todo el mundo, sino de temas que le devuelvan la sonrisa y la esperanza.
“Cuantas veces ha venido a mi mente la idea de hablar del hidalgo Costa, la he rechazado;
porque conociendo bien el carácter del amigo queridísimo, he temido disgustarle… Lo han
conseguido muchos compañeros, en su afán de dar gusto al público, siempre curioso, no
siempre juicioso, y eternamente ávido de meterse en cercado ajeno.
Cuando pienso en algo que simbolizase la tristeza en su mayor intensidad, recuerdo la
majestuosa figura del nobilísimo anciano, que en aquella desolada habitación de la calle de los
Madrazo sintetizaba todos los dolores, las gallardías, los vencimientos de una nación agónica.
La hermosa cabeza de Costa, altiva, dominadora, arrogante, hablaba de aquellos tiempos
caballerescos e impulsivos en que España se atrevió a todo y contra todos; en que América
y Europa la tenían por dueña; en que Don Quijote vivía aún en pechos fuertes y almas
románticas. Su cuerpo, inerte, rendido, materia indócil al espíritu, pobre armazón en que se
sostenía el edificio de tan alto pensamiento, retrataba con su miseria fisiológica la miseria
moral de nuestra época. El pasado y el presente se reflejaban en el conjunto. El porvenir… De
sus labios brotaba en amargas frases, y más de una vez, ¡yo lo he visto!, la candente lágrima
escapaba de los fulgurantes ojos.
Laimagendeesehombreimponderablehaquedadograbadaenmisrecuerdosconcaracteres
indelebles, y un Costa, que acaso nadie conoce, dulce, amable, francamente expansivo y hasta
risueño surge infinitas veces ante mi memoria cariñosa.
¡Todos le hablaban de política! ¡La que le mata! ¡La que ha envenenado todas sus horas!
Cuando se alejaban y él quedaba tembloroso de indignación, de impotencia ante la realidad,
sentíame como nunca mujer, con ese dolor acariciante que es bálsamo, y sonrisa, y esperanza,
y apartaba la hiel de su espíritu, contándome cosas fútiles, quizá frívolas, desde luego
insignificantes… Pero mi objeto estaba conseguido… Un rayo de alegría furtiva brillaba en
su castigada frente, la sonrisa borraba el gesto duro de la boca que lanzara anatemas, por su
alma pasaba una ráfaga de olvido y quizá creyó en la vida y esperó ser mal profeta.
Entonces Costa hablaba de Arte, de Poesía, de cosas doblemente bellas al ser narradas por
él; de panoramas vistos en sus viajes, de espectáculos grandiosos, de costumbres populares y
españolísimas, de cantares que son toda el alma de la raza…

249
En aquellos momentos, la habitación perdía su sello de imponente y severa tragedia, los
leños encendidos en la chimenea lanzaban llamaradas regocijantes…La amistad había, por un
instante, arrojado fuera los fantasmas del padecer sin tregua.
Pero llegaba la hora… Había que dejar al solitario enfermo, al lacerado Galante hasta
el sacrificio, con la gracia noble y digna de un héroe del romancero, él, paralítico, cogido
a los muebles, a las paredes salía a despedir la visita, (que dejaba ecos de risas, aletear
de mariposa, y siempre que volví la cabeza para enviarle mi postrer saludo, ya en la calle,
contemplé, traspasada mi alma de dolor intenso, aquella figura interesante en su complejidad,
que sostenida por milagro de voluntad para no caer, parecía arrancada a las páginas de
maravilloso libro de hazañas y proezas sin igual… El libro de la historia patria, de esa patria
que, como a Costa, muchos negaron, otros desconocieron, y no pocos pasaron indiferentes ante
su ruina.
Costa se dio entero a España: toda su vida, sus pensamientos, le pertenecieron… Hizo de
ella su Dulcinea, y fiel amador, las desgracias de su dama le matan…
¡Queridísimo amigo! ¡Vayan a él, saturadas de afecto, estas líneas, que en mi alma son más
tiernas que las traza de la pluma! ¡Gigante vencido! ¡Los que se creen vencedores, a su lado
son pigmeos!” 206
En el artículo “Ala memoria del maestro”, tres días después del fallecimiento de Costa a la edad
de 65 años, Violeta escribe que ha releído sus cartas y ha llorado. Son cartas tiernas y tristes, en
las que al final de sus días quiere morir y exclama ¡Para la falta que hago!
“He releído sus cartas, dedicándole el homenaje de mis lágrimas. Sus cartas tiernas, dolientes,
impregnadas de trágica tristeza, de inmensa desesperanza. Le he recordado en aquella su actitud
mansa, de Hércules agonizante, cruzadas las manos sobre el pecho, y en mis oídos la voz intensa
ha resonado con el eco de una frase por él repetida varias veces ¡qué cruel es la vida!
¡Todos lloran ahora, cuando es impotente el pesar y tardío el arrepentimiento…! Él lloró
también, con el llanto interno del que amargamente se ve sólo en el amor de una patria
decrépita.
Monumentos, honores, cuando su generoso corazón lacerado por la ingratitud colectiva
dejó de latir… ¡Él lo decía!, y a las palabras de esperanza que la piedad susurraba tímidamente,
respondía: “¡Los conozco!”
206. Violeta, “Recordando a Costa”, El País, Madrid, 11-1-1911, p. 1.

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