SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 7
Descargar para leer sin conexión
GOYO CÁRDENAS: EL PRODUCTO EJEMPLAR




                                                                           José Héctor Mendoza

“Pero tal vez sería más interesante observar que perversos y psicóticos se sienten especialmente
atraídos por la posición del psicoanalista; los primeros, porque la suposición de deseo y el efecto
de angustia que conlleva se avienen con su impulso a corromper y a dividir al otro; los segundos,
porque la suposición de saber otorgada al analista puede corroborar su íntima certeza de saber
qué quiere el Otro”.

Serge André, La Impostura perversa.

“La memoria capitalina mantiene en un lugar especial a Gregorio Cárdenas Hernández, recordado
como Goyo, Goyito, en el popular barrio de Tacuba de la ciudad de México”.

Ricardo Ham, México y sus asesinos seriales.

Existen anécdotas que traspasan las generaciones por su extrañeza. Funcionan como sueños o
demás formaciones del inconsciente en la vida de una sociedad. En el caso de las historias
relacionadas con la nota roja, el nombre de Gregorio Cárdenas es una referencia obligada. No solo
por ser uno de los casos más publicitados e impactantes de la época, o por que el mismo Goyo
Cárdenas contribuyo a la publicación de publicaciones de la nota roja como “Historias del palacio
negro narrados por Goyo Cárdenas”, o por ser un caso abordado por el célebre criminólogo
mexicano Alfonso Quiroz Cuarón; sino que elegimos como anécdota de inicio para desplegar las
interrogantes algo que tiene que ver con una reunión solemne.

Muchos mexicanos recuerdan el caso de Goyo Cárdenas por lo ocurrido en la cámara de
Diputados a principios de los 80. En ocasión de rendir un homenaje al doctor Quiroz Cuarón, Goyo
es invitado al recinto y al ser reconocido por algunos miembros de la cámara le dirigieron de pie
una ovación de aplausos. Este hecho ha sido repudiado por muchos y constantemente se relata
con indignación. ¿Cómo aplaudirle a un criminal? Esa pregunta tenemos que sostenerla ya que
implica la investigación en el campo del crimen.

La respuesta ingenua sería solo criticar a los diputados sin ver las posibilidades más sombrías.
Preguntemos ¿Por qué le aplaudieron los representes del pueblo a un personaje que había

                                                                                                 1
Vol. I agosto-diciembre 2008
www.somecrimnl.es.tl
cometido crímenes hacia la misma sociedad que protegen? Juguemos con el sospechosismo
rondemos las ocurrencias. Por un lado, según la versión oficial, el aplauso era la reacción merecida
hacia Goyo Cárdenas por ser el ejemplo del triunfo del sistema carcelario mexicano al mostrar un
ciudadano que ya no era un peligro para la sociedad y que incluso había logrado una reinserción
exitosa. Desde esta perspectiva, los diputados y senadores se aplaudían a ellos mismos a través
del “producto” de su éxito. Por otro lado, según la versión de la indignación, aplaudieron empujados
por la fascinación morbosa que despertaba el célebre personaje popular; aquel que los verídicos
de la época relacionaron con Barba Azul o Jack el Destripador, aquel que encantó al público
primero con sus sangrientos actos y después por la forma de ser noticia de la nota roja con sus
excentricidades, amores y huidas. Esta segunda posibilidad sería más espontánea, a la manera de
emocionarse por encontrar en la calle a un artista de la tele, lo cual ya nos indica que en este
fenómeno hay dos en relación, el que celebra y la celebridad.

Recuerdo hace un par de años, cuando a la sociedad regiomontana estremecía el caso de Diego
Santoy Riverol que asesinó a los pequeños hermanos de la que fue su novia, parte de la nota
televisiva fue el desconcierto de muchos con respecto a la creciente ola de fans del joven Santoy.
En las instalaciones donde Diego declaraba se dieron cita diversas jovencitas que esperaban verlo
y mostraban su apoyo. Algunos medios locales entrevistaron a esas jovencitas y se preguntaban,
como con Goyo, ¿Por qué apoyaban a un criminal? Las jovencitas contestaron “Porque está
guapo”, ante el desapruebo de los periodistas. Sin embargo, ¿cómo saben que está guapo?, ¿no
está incluida en esa misma respuesta quien hace la pregunta?, es decir, ¿No será que Diego tiene
fans principalmente porque sale en televisión? Incluso en la controversial respuesta de Diego
Santoy sobre sus motivos para asesinar a los niños, a saber, la petición de su propia novia de que
lo hiciera porque no los soportaba, ¿No sería más inquietante de ser cierto ese motivo? ¿No
quedaría reducido Diego a hacer lo indecible por ganarse el amor del “respetable”?

Volviendo a Goyo Cárdenas, ¿Qué podemos encontrar si nos incluimos en el cuadro criminal?
¿Qué podemos encontrar si nos reconocemos como la cámara a la posa con su mejor perfil
criminal?

El caso de Goyo Cárdenas comenzó a escribirse de la siguiente manera:

“En septiembre de 1942… el número 20 de la calle Mar del Norte fue intervenido por un ejercito de
policías y reporteros que buscaban rastros de Beatriz (Graciela) Arias (Ávalos), jovencita que había
desaparecido días antes y que según sus compañeros… fue vista por última ocasión en compañía
de Gregorio Cárdenas Hernández, joven de 27 años estudiante de Ciencias Químicas con quien
llevaba una muy estrecha relación…el 8 de septiembre de 1942… fueron encontrados sin vida los
cuerpos de cuatro mujeres, todas con síntomas de asfixia por estrangulación debido a la presión
ejercida por una soga y, en el caso de Beatriz Arias, por traumatismo craneoencefálico o golpes en
la cabeza… Al intentar localizar a Cárdenas Hernández se sorprenden al enterarse de que
acababa de ser internado en un hospital psiquiátrico por su propia madre, los agentes se trasladan
hasta él para interrogar al sospechoso que los recibe con una extraña y bien ensayada historia en
la que Goyo, sosteniendo un pedazo de gis en la mano, decía ser inventor de una píldora de
invisibilidad, la cual acababa de tomar y era cuestión de tiempo para que hiciera efecto. Pese a lo
original del cuento, el servicio secreto insiste en sus cuestionamientos sobre el paradero de la
joven Arias ante lo que el homicida no tiene más que confesar su responsabilidad en el caso…”


                                                                                                  2
Vol. I agosto-diciembre 2008
www.somecrimnl.es.tl
Así nació la leyenda de Goyo Cárdenas, “el Estrangulador de Tacuba”, que mucho ha fascinado a
la memoria del pueblo mexicano. Para empezar nuestra observaciones siguiendo el método
psicoanalítico estamos obligados a seguir las pistas en la superficie. Primero, lo más corriente del
caso, su nombre público, su nickname de leyenda. Así como en los casos de Sigmund Freud
donde los nombres dan cuenta de la misma construcción del caso (El pequeño Hans, el hombre de
los lobos, el hombre de las ratas, el presidente Schreber o “Simplemente” Dora), el caso del
“estrangulador” nos lleva a preguntarnos por la misma estrangulación, ahogamiento o sofocación.

Lo que decimos parece elemental y sin importancia sin embargo lo apuntamos ya que fácilmente,
en el caso, pensamos que debimos haber empezado por la biografía de Cárdenas como lo
presentan los especialistas.

Para el psicoanalista belga Paul Verhaeghe existen datos y hallazgos forenses que son de utilidad
para el psicoanálisis, sobre todo aquellos que se relacionan con lo que los criminólogos llaman
perpetradores y su relación con la posición del sujeto que el psicoanálisis denomina perversa.

“debemos consultar a la clínica más significativa en la perversión: la clínica forense… Aquí siempre
se esta lidiando con “perpetradores”… tres características emergen: 1) la actuación en la realidad
de un escenario pregenital rígido 2) que compulsivamente se impone al propio sujeto perverso y 3)
que establece una relación de poder.

La primera característica es la clásica: no es suficiente solo tener fantasías perversas, deben
realizarlas con sus propias manos… El aspecto específicamente perverso recae en su rigidez,
combinada con su rasgo restrictivo. Cualquier desviación causa angustia y tensión. Desde una
perspectiva psicoanalítica, lo que nos encontramos aquí es la compulsión con la repetición más
que la repetición como tal… es de hecho compulsiva y siempre falla en sus repetidos intentos de
simbolizar el traumático Real… El perverso es fundamentalmente no-libre, compulsivamente
empujado a repetir la misma cosa… Notamos con esto que incluso el perverso no sabe lo que lo
empuja; aquí, la división del sujeto es total. En el contexto forense, esto causa dificultades, debido
a que los clínicos forenses quieren saber qué es lo que motiva la conducta y esperan obtener una
confesión. El “perpetrador” se los puede decir por la simple razón de que casi ni conoce sus
propios motivos...”

El amable lector ya habrá advertido lo que los datos nos dicen de antemano, la posición perversa
de Goyo Cárdenas. Esto por que a nuestro parecer el acto que le da nombre al “Estrangulador de
Tacuba” cumple, primero, con las tres características que menciona Verhaeghe con respecto a los
“perpetradores”. El “escenario pregenital rígido” en Goyo puede resumirse, a la Freud en su “pegan
a un niño”, en “Ahorca (estrangula) a la puta”. El carácter de “escenario rígido” lo da la sensación
de guión que se repite en los asesinatos lo que justifica el término popular (ya que hace más
sentido) de “asesino en serie”.

Ahora bien, ¿Dónde esta lo pregenital? Ese término, totalmente freudiano, nos habla de aquello
que se reconoce como antes, como regresivo, donde el punto cero de donde consideramos
número negativos será la dialéctica fálica. Cuando Sigmund Freud abordó el tema de la perversión
aportó dos grandes lecciones; por un lado las fantasías (y por lo tanto las prácticas sexuales)
perversas y las neuróticas comparten el mismo material pero se ubican de diferente manera al
respecto de ellas, y por el otro, el fetiche (objeto de la perversión) es un tipo especial de falo, el

                                                                                                    3
Vol. I agosto-diciembre 2008
www.somecrimnl.es.tl
“falo de la madre”. Agregamos en nuestro contexto que ese “falo de la madre” es un objeto
pregenital, pre-fálico propiamente dicho ya que falo y castración van de la mano.

Sigamos con el acto. ¿Qué tipo de satisfacción pregenital puede estar presente en el
estrangulamiento, en el ahorcar? Contestemos con la otra característica que separa Verhaeghe
con fines académicos. El acto compulsivamente se impone al propio sujeto perverso por lo que aún
y exista premeditación ese acto, esa fantasía que no puede quedarse solo en la ideación sino que
tiene que “meter manos en el asunto”, arrebata al sujeto que la realiza dándole así el verdadero
estatuto de acto. Para el terreno psicoanalítico eso pregenital que se impone, que es el centro de la
repetición a la compulsión lleva el nombre de goce.

La tercera característica es la más inquietante en nuestros días ya que se simplifica, puesto si
decimos que estable una relación de poder, fácilmente podemos decir que el sujeto se aprovecha y
que solo busca mostrar su poder. El problema de abrir la discusión de este punto es que parecen
existir solo dos “costales” en la ideología actual “victimas o victimarios”. “Goyo quería imponer su
poder sobre las victimas” o “Goyo era víctima de su compulsión (leída como “no sabía lo que
hacía”)”. Goyo establecía una relación de poder pero al ser, en ocasiones muy a su pesar, un
instrumento del goce del Otro en sus actos. En la fantasía neurótica, los perversos “fascinan y
aterran” (Verhaeghe) porque brindan la ilusión de la existencia de un sujeto sin división, completo,
(“un verdadero hijo de la chingada”) sin la castración de la duda, la deuda y la culpa. Pero eso es
decir demasiado. El caso de Goyo Cárdenas será conocido por otras características que el arte
tuvo a bien resaltar.

“En 1973, el director José Estrada retoma el caso del estrangulador en la película El profeta Mimí,
con Ignacio López Tarso y Ana Martín como protagonistas… las similitudes no se limitan al
homicidio de cuatro mujeres, prostitutas todas ellas, ahorcadas con un cordón, sino que va más
allá al dotar a Mimí de los mismos gustos y debilidades que tuvo Goyo en vida: ambos eran
amantes de la ópera, expertos taquimecanógrafos, tenía fantasías misóginas, eran muy religiosos
y estaban fuertemente influenciados por su madre.”

Si estos rasgos en común pueden hacer que el espectador reconozca el caso de Goyo es porque
engloba las coordenadas que lo constituyen como sujeto. Analicemos las singularidades de Goyo.
Otros hechos particulares le darán forma al caso entre ellos los relacionados con las “libertades”
que tuvo en encierro.

“… En ambos sitios (Lecumberri y la Castañeda) su estancia fue singular, se sabe que durante sus
breve paso por La Castañeda acostumbraba mantener relaciones amorosas con el personal
femenino que ahí laboraba llegando incluso a salir de vez en cuando del manicomio para acudir al
cine. Goyo obtuvo un permiso especial para que se le permitiera acudir a las conferencias y charlas
que brindaban algunos especialistas en el interior del psiquiátrico, además de que devoraba cuanto
libro sobre padecimientos mentales llegaba a sus manos. Sin embargo, también tuvo que sufrir las
consecuencias de permanecer en un lugar como peste pues fue sometido a largas sesiones de
pruebas psiquiátricas y de electrochoques… La paciencia de las autoridades de La Castañeda
terminó cuando Goyo decidió tomarse unas vacaciones abandonando el hospital y viajando rumbo
a Oaxaca, lugar donde más tarde sería capturado, al regresar a la capital lo esperaba su nueva
morada; El Palacio Negro de Lecumberri…”


                                                                                                   4
Vol. I agosto-diciembre 2008
www.somecrimnl.es.tl
Habiéndonos preguntado por la estrangulación, cabe la más impactante de la preguntas ¿Por qué
“Goyito”? ¿Por qué estas “confiancitas”? Es decir, ¿por qué estos privilegios? ¿Por qué esta
diferencia? La respuesta común a estas interrogantes es “por que el psicópata es un manipulador
que envuelve a las personas para su propio beneficio”. Sin embargo, eso no detiene las preguntas
sino cambia el rumbo, al manipulado o a la manipulación. ¿Qué es manipular? ¿Cómo se manipula
a alguien? Lo innegable es que la manipulación remite a lo manipulado, a eso que esta en sus
manos. Si Goyo es un “encantador de serpientes” ¿Qué música es la que nos toca? Y más aún,
¿Cómo era la actitud de Goyito frente a esa atención?

“Durante su vida en Lecumberri Goyo siempre llamó la atención, ya fuera por lo publicitado de su
caso, o por su fama de maniático, la cual se refrendaba debido a su comportamiento excéntrico
dentro del penal, no sólo el amaneramiento ya documentado por el Dr. Cuarón, sino por otras
conductas como permanecer hincado e inmóvil durante una semana al recibir la noticia de la
muerte de Doña Vicenta Hernández, o posar completamente desnudo cuando algún visitante
curioso deseaba asomarse al interior de su celda.”

Los comportamientos de Goyo establece esta relación cercana con aquellos para los que posa.
¿Estará esto último ligado directamente a su acto criminal? Lo extravagante de su actuar lo lleva a
un mandato. Pensemos en una de estas anécdotas, puesta en duda por muchos, que se refiere al
hecho de “permanecer hincado e inmóvil” por una semana al saber de la muerte de su madre.
¿Qué resulta de extravagante, extraño y singular de este comportamiento? Vemos a un hijo dolido
por la muerte de su madre, lo singular no es ese dolor sino la posición de plegaria que asume por
mucho tiempo dejado de si mismo. Esta posición en extremo pasiva por la muerte de su madre nos
lleva otra serie de acontecimientos, la relación entre estos dos seres: Goyito y su madre.

“La memoria colectiva capitalina mantiene en un lugar especial a Gregorio Cárdenas Hernández,
recordado como Goyo, Goyito, en el popular barrio de Tacuba de la ciudad de México. Los vecinos
veían en él a un excelente hijo, un intelectual que estudiaba entonces en la escuela de Ciencias
Químicas de la UNAM en vez de hacerlo en los Estados Unidos como se lo había ofrecido PEMEX,
beca que rechazó pues el amor por su madre era más fuerte que cualquier oferta. Goyo tenía un
automóvil propio, rentaba un departamento que utilizaba para estudiar, era un empleado y líder
sindical en PEMEX, casi una vida perfecta, pero hubo un extraño incidente que echó a perder los
planes del futuro escritor, pintor y abogado.”

Desde antes de los actos criminales, Goyo se distinguía como ese “excelente hijo” que buscaba
permanecer a lado de su madre. Algo que habría de resaltar en los casos criminales si le damos el
estatuto de acto, al igual que recibiendo a alguien en análisis, es considerar que eso que lo llevo
ahí (al análisis, ante los medios o ante la justicia) no es la “suma de todos los males” sino algo que
hace crisis, que llega al momento lógico de intentar efectuar un cambio, de pasar a algo más, de
rumbo. Nos llama de sobre manera los casos criminales abordados por películas ya que por lo
general nos presentan los antecedentes y el acto mismo como lo muestran las múltiples versiones
del crimen de las hermanas Papin. Si pensamos el momento del acto criminal como el intento de
hablar de un antes y después la lectura que proponemos es ver primero el después y
posteriormente el antes.

En el después de las estrangulaciones en Tacuba vemos un Goyo que queda prendado de cómo
sería recibido. Como bien lo detecta el formidable doctor Quiroz Cuarón, si Goyo no hubiera

                                                                                                    5
Vol. I agosto-diciembre 2008
www.somecrimnl.es.tl
mutado tanto en su presentación como enfermo mental con seguridad habría salido en libertad casi
10 años antes. Por lo tanto, Goyo fue victima legal de su propia pose ante la justicia.

En el antes, vamos al principio de los actos:

“Convendría por principio de cuentas nombrar los hechos por los que socialmente se significó
Gregorio Cárdenas Hernández para darse cuenta de que su primer encuentro con la justicia ocurrió
en 1939 cuando en el centro nocturno Astoria conoció a una joven con la que sostuvo relaciones
de noviazgo y luego sexuales, sorprendiéndose de que fuera virgen. Tal hecho motivó que se le
siguiera proceso por estupro; sin embargo, Gregorio se casó con la chica para lograr su libertad.”

Este matrimonio tendría la particularidad de que los cónyuges vivían en casas separadas, para, al
poco tiempo después, divorciarse. En Goyo Cárdenas encontramos algo que se repite como lugar
común en los relatos de otros asesinos célebre, el motivo de la venganza. Como se rumora con
Ted Bundy, se comenta que Goyo sufrió por la traición de su primera esposa lo que motivó lo que
devino en un odio hacia las mujeres. Más allá de los rumores y las intenciones jamás confirmadas
consideramos prudente quedarnos con la información por el mismo confesada.

“A pesar de que las respuestas de Cárdenas Hernández eran incoherentes porque afirmaba no
recordar nada de cuanto había ocurrido, la policía encontró en el cuarto de estudio del homicida un
papel escrito a lápiz que decía textualmente:

El 2 de septiembre se consumó la muerte de Gracielita. Yo tengo la culpa de ello, yo la maté, he
tenido que echarme la responsabilidad que me corresponde, así como las de otras personas
desconocidas para mí. Ocultaba los cadáveres de las víctimas porque en cada caso tenía la
conciencia de haber cometido un delito.

 Ello llevó a la fácil conclusión de que Gregorio, contrario a lo que decía, sí tenía pleno
conocimiento de la gravedad de sus acciones.”

Otro dato nos revela que después del asesinato de las jóvenes prostitutas acudía a rezar lleno de
culpa; y otro más nos dirá que el mismo Goyo llegó a decir “en esos momentos la bestia se
apodera de mi”.

De esta manera podemos ver en Goyo alguien arrebatado por eso que en el encuentro con la
mujer lo hacia reaccionar en la acción de estrangular. Este tinte de arrebato se encuentra presente
incluso en el caso de Gracielita con quien, después de una discusión, la golpea para
posteriormente llevarla a su departamento sabiendo que sería el principal sospechoso.

En ese acto, el estrangulamiento, Goyo hace algo diferente a lo usual. La diferencia estriba en
justamente la acción. Goyito hace, ahorca, toma en sus manos; mientras en otros tiempos él
parece estar en las de los otros. Esa madre que apasionadamente lo tiene para si, lo hace
reaccionar en el momento que la mujer es tomada por él, de ahí que algo de lo sexual se le salió
de las manos a Goyito.




                                                                                                 6
Vol. I agosto-diciembre 2008
www.somecrimnl.es.tl
“Henry Claude, a propósito de los delincuentes pasionales, concretamente en la variedad de los
llamados crímenes por amor, describe los asesinatos relacionados con las perversiones sexuales
de la manera siguiente:
La resistencia del sujeto o la necesidad de hacer desaparecer las pruebas del atentado pueden
conducir al criminal al homicidio por diversos medios, de los cuales el más frecuente es la
estrangulación. El atentado impulsivo de orden sexual, pues, va implicado accidentalmente de
homicidio. El criminal agrava sus actos haciendo desaparecer el cadáver, bien sea
despedazándolo, sepultándolo o arrojándolo al agua. Los perversos sexuales constituciones son
individuos peligrosos y representan un objeto de terror para quienes los rodean.”

El estrangulador de Tacuba estuvo ahogado en sus excentricidades, en su carácter excepcional
para la autora de sus días y para aquellos para los que fue excelente. Al momento de usar el lazo
para la obturación de la vida de sus víctimas, Goyo fue la bestia, el monstruo, eso que ahorca. No
fue eso ahorcado, mucho menos ese que ahorca, fue las manos de la estrangulación, el producto
ejemplar de la estrangulación, como mucho tiempo después, el producto ejemplar del tratado del
crimen, ya sea en su abordaje carcelario como en su nota roja.

La lección de este caso es para los que quieran meter mano a las cosas del crimen, sabiendo que
en casos excepcionales como los Goyo, puede convertirse en el ejecutor las buenas y malas
intenciones de las que es objeto.




                                                                                                7
Vol. I agosto-diciembre 2008
www.somecrimnl.es.tl

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

Criminología genética y factores endógenos de la criminalidad
Criminología genética y factores endógenos de la criminalidadCriminología genética y factores endógenos de la criminalidad
Criminología genética y factores endógenos de la criminalidadWael Hikal
 
Victimología presentación
Victimología presentaciónVictimología presentación
Victimología presentaciónLilis0
 
La peligrosidad slideshare
La peligrosidad slideshareLa peligrosidad slideshare
La peligrosidad slideshareAlejandra P.
 
Sociologia criminal[1]
Sociologia criminal[1]Sociologia criminal[1]
Sociologia criminal[1]rayannomeloce
 
Criminologia Clinica - Rodriguez Manzanera
Criminologia Clinica  - Rodriguez ManzaneraCriminologia Clinica  - Rodriguez Manzanera
Criminologia Clinica - Rodriguez ManzaneraEnricoferri
 
Politica criminal
Politica criminalPolitica criminal
Politica criminalalfacfp
 
Precursores de la criminología
Precursores de la criminologíaPrecursores de la criminología
Precursores de la criminologíayalimarcadepvilla
 
Dictamen de Dactiloscopia
Dictamen de DactiloscopiaDictamen de Dactiloscopia
Dictamen de DactiloscopiaUvita Oz
 
Criminologia aplicada
Criminologia aplicadaCriminologia aplicada
Criminologia aplicadaMarly MV
 
Enfoque medico biológico en criminología
Enfoque medico biológico en criminologíaEnfoque medico biológico en criminología
Enfoque medico biológico en criminologíaLayllim Pérez
 
Enfermedades y criminologia
Enfermedades y criminologiaEnfermedades y criminologia
Enfermedades y criminologiaJose Peralta
 
Origenes y fundamentos de la victimologia_IAFJSR
Origenes y fundamentos de la victimologia_IAFJSROrigenes y fundamentos de la victimologia_IAFJSR
Origenes y fundamentos de la victimologia_IAFJSRMauri Rojas
 

La actualidad más candente (20)

PSICOLOGIA FORENSE
PSICOLOGIA FORENSEPSICOLOGIA FORENSE
PSICOLOGIA FORENSE
 
Criminología genética y factores endógenos de la criminalidad
Criminología genética y factores endógenos de la criminalidadCriminología genética y factores endógenos de la criminalidad
Criminología genética y factores endógenos de la criminalidad
 
Victimología presentación
Victimología presentaciónVictimología presentación
Victimología presentación
 
La peligrosidad slideshare
La peligrosidad slideshareLa peligrosidad slideshare
La peligrosidad slideshare
 
Psicologia criminal
Psicologia criminalPsicologia criminal
Psicologia criminal
 
Perfil criminal
Perfil criminalPerfil criminal
Perfil criminal
 
CRIMINALIDAD FEMENINA
CRIMINALIDAD FEMENINACRIMINALIDAD FEMENINA
CRIMINALIDAD FEMENINA
 
Clases de criminología
Clases de criminologíaClases de criminología
Clases de criminología
 
Sociologia criminal[1]
Sociologia criminal[1]Sociologia criminal[1]
Sociologia criminal[1]
 
Personalidad criminal
Personalidad criminalPersonalidad criminal
Personalidad criminal
 
Criminologia Clinica - Rodriguez Manzanera
Criminologia Clinica  - Rodriguez ManzaneraCriminologia Clinica  - Rodriguez Manzanera
Criminologia Clinica - Rodriguez Manzanera
 
Politica criminal
Politica criminalPolitica criminal
Politica criminal
 
Precursores de la criminología
Precursores de la criminologíaPrecursores de la criminología
Precursores de la criminología
 
Dictamen de Dactiloscopia
Dictamen de DactiloscopiaDictamen de Dactiloscopia
Dictamen de Dactiloscopia
 
Criminologia aplicada
Criminologia aplicadaCriminologia aplicada
Criminologia aplicada
 
Enfoque medico biológico en criminología
Enfoque medico biológico en criminologíaEnfoque medico biológico en criminología
Enfoque medico biológico en criminología
 
Enfermedades y criminologia
Enfermedades y criminologiaEnfermedades y criminologia
Enfermedades y criminologia
 
Origenes y fundamentos de la victimologia_IAFJSR
Origenes y fundamentos de la victimologia_IAFJSROrigenes y fundamentos de la victimologia_IAFJSR
Origenes y fundamentos de la victimologia_IAFJSR
 
Tipologias de victimas
Tipologias de victimasTipologias de victimas
Tipologias de victimas
 
Criminologia
CriminologiaCriminologia
Criminologia
 

Destacado

Perfiles Criminológicos
Perfiles CriminológicosPerfiles Criminológicos
Perfiles CriminológicosManuel050296
 
Los asesinos seriales
Los asesinos serialesLos asesinos seriales
Los asesinos serialescereal-killer
 
Asesinos seriales y psiquiatría legal
Asesinos seriales y psiquiatría legalAsesinos seriales y psiquiatría legal
Asesinos seriales y psiquiatría legalArturo López Figueroa
 
Psicopatología: charles manson y posible perfil MMPI 2
Psicopatología: charles manson y posible perfil MMPI 2Psicopatología: charles manson y posible perfil MMPI 2
Psicopatología: charles manson y posible perfil MMPI 2Xephael LaVey
 
What Makes Great Infographics
What Makes Great InfographicsWhat Makes Great Infographics
What Makes Great InfographicsSlideShare
 
Masters of SlideShare
Masters of SlideShareMasters of SlideShare
Masters of SlideShareKapost
 
STOP! VIEW THIS! 10-Step Checklist When Uploading to Slideshare
STOP! VIEW THIS! 10-Step Checklist When Uploading to SlideshareSTOP! VIEW THIS! 10-Step Checklist When Uploading to Slideshare
STOP! VIEW THIS! 10-Step Checklist When Uploading to SlideshareEmpowered Presentations
 
10 Ways to Win at SlideShare SEO & Presentation Optimization
10 Ways to Win at SlideShare SEO & Presentation Optimization10 Ways to Win at SlideShare SEO & Presentation Optimization
10 Ways to Win at SlideShare SEO & Presentation OptimizationOneupweb
 
How To Get More From SlideShare - Super-Simple Tips For Content Marketing
How To Get More From SlideShare - Super-Simple Tips For Content MarketingHow To Get More From SlideShare - Super-Simple Tips For Content Marketing
How To Get More From SlideShare - Super-Simple Tips For Content MarketingContent Marketing Institute
 
How to Make Awesome SlideShares: Tips & Tricks
How to Make Awesome SlideShares: Tips & TricksHow to Make Awesome SlideShares: Tips & Tricks
How to Make Awesome SlideShares: Tips & TricksSlideShare
 

Destacado (14)

Perfiles Criminológicos
Perfiles CriminológicosPerfiles Criminológicos
Perfiles Criminológicos
 
Los asesinos seriales
Los asesinos serialesLos asesinos seriales
Los asesinos seriales
 
Asesinos seriales y psiquiatría legal
Asesinos seriales y psiquiatría legalAsesinos seriales y psiquiatría legal
Asesinos seriales y psiquiatría legal
 
Asesinos seriales
Asesinos serialesAsesinos seriales
Asesinos seriales
 
Caso Charles Manson
Caso Charles MansonCaso Charles Manson
Caso Charles Manson
 
Psicopatología: charles manson y posible perfil MMPI 2
Psicopatología: charles manson y posible perfil MMPI 2Psicopatología: charles manson y posible perfil MMPI 2
Psicopatología: charles manson y posible perfil MMPI 2
 
Psiologia de la investigacion criminal
Psiologia de la investigacion criminalPsiologia de la investigacion criminal
Psiologia de la investigacion criminal
 
What Makes Great Infographics
What Makes Great InfographicsWhat Makes Great Infographics
What Makes Great Infographics
 
Masters of SlideShare
Masters of SlideShareMasters of SlideShare
Masters of SlideShare
 
STOP! VIEW THIS! 10-Step Checklist When Uploading to Slideshare
STOP! VIEW THIS! 10-Step Checklist When Uploading to SlideshareSTOP! VIEW THIS! 10-Step Checklist When Uploading to Slideshare
STOP! VIEW THIS! 10-Step Checklist When Uploading to Slideshare
 
You Suck At PowerPoint!
You Suck At PowerPoint!You Suck At PowerPoint!
You Suck At PowerPoint!
 
10 Ways to Win at SlideShare SEO & Presentation Optimization
10 Ways to Win at SlideShare SEO & Presentation Optimization10 Ways to Win at SlideShare SEO & Presentation Optimization
10 Ways to Win at SlideShare SEO & Presentation Optimization
 
How To Get More From SlideShare - Super-Simple Tips For Content Marketing
How To Get More From SlideShare - Super-Simple Tips For Content MarketingHow To Get More From SlideShare - Super-Simple Tips For Content Marketing
How To Get More From SlideShare - Super-Simple Tips For Content Marketing
 
How to Make Awesome SlideShares: Tips & Tricks
How to Make Awesome SlideShares: Tips & TricksHow to Make Awesome SlideShares: Tips & Tricks
How to Make Awesome SlideShares: Tips & Tricks
 

Similar a Goyo cárdenas

Crimen organizado
Crimen organizadoCrimen organizado
Crimen organizadoWael Hikal
 
La_fabrica_del_asesino_el_Goyo_Cardenas_y_las_tran.pdf
La_fabrica_del_asesino_el_Goyo_Cardenas_y_las_tran.pdfLa_fabrica_del_asesino_el_Goyo_Cardenas_y_las_tran.pdf
La_fabrica_del_asesino_el_Goyo_Cardenas_y_las_tran.pdfDIYBordados
 
psicopatas y asesinos en serie
psicopatas y asesinos en seriepsicopatas y asesinos en serie
psicopatas y asesinos en serieguest1b23e
 
Verdaderos hombres de negro, los zerpa, fabio
Verdaderos hombres de negro, los   zerpa, fabioVerdaderos hombres de negro, los   zerpa, fabio
Verdaderos hombres de negro, los zerpa, fabioVictor Córdoba
 
Pensar Cromañón / El subsuelo de la Política
Pensar Cromañón / El subsuelo de la PolíticaPensar Cromañón / El subsuelo de la Política
Pensar Cromañón / El subsuelo de la PolíticaCeleste Orozco
 
Porfido carreras analisis del caso
Porfido carreras analisis del casoPorfido carreras analisis del caso
Porfido carreras analisis del casocasobelsunce
 
Rodolfo Walsh
Rodolfo WalshRodolfo Walsh
Rodolfo Walshen casa
 
Semanario El Venezolano Madrid El Ávila se muda a Madrid
Semanario El Venezolano Madrid El Ávila se muda a MadridSemanario El Venezolano Madrid El Ávila se muda a Madrid
Semanario El Venezolano Madrid El Ávila se muda a MadridAngel Monagas
 
Revista2definitiva para aula virtual
Revista2definitiva para aula virtualRevista2definitiva para aula virtual
Revista2definitiva para aula virtualPedro Romero Gómez
 
Aprendamos con el d moledor
Aprendamos con el  d moledorAprendamos con el  d moledor
Aprendamos con el d moledorlockstep2000
 

Similar a Goyo cárdenas (20)

EOC 77
EOC 77EOC 77
EOC 77
 
El "Zodíaco"
El "Zodíaco"El "Zodíaco"
El "Zodíaco"
 
Asesinatos pdf
Asesinatos pdf Asesinatos pdf
Asesinatos pdf
 
Asesinatos pdf
Asesinatos pdf Asesinatos pdf
Asesinatos pdf
 
Crimen organizado
Crimen organizadoCrimen organizado
Crimen organizado
 
La_fabrica_del_asesino_el_Goyo_Cardenas_y_las_tran.pdf
La_fabrica_del_asesino_el_Goyo_Cardenas_y_las_tran.pdfLa_fabrica_del_asesino_el_Goyo_Cardenas_y_las_tran.pdf
La_fabrica_del_asesino_el_Goyo_Cardenas_y_las_tran.pdf
 
psicopatas y asesinos en serie
psicopatas y asesinos en seriepsicopatas y asesinos en serie
psicopatas y asesinos en serie
 
Verdaderos hombres de negro, los zerpa, fabio
Verdaderos hombres de negro, los   zerpa, fabioVerdaderos hombres de negro, los   zerpa, fabio
Verdaderos hombres de negro, los zerpa, fabio
 
Pensar Cromañón / El subsuelo de la Política
Pensar Cromañón / El subsuelo de la PolíticaPensar Cromañón / El subsuelo de la Política
Pensar Cromañón / El subsuelo de la Política
 
Porfido carreras analisis del caso
Porfido carreras analisis del casoPorfido carreras analisis del caso
Porfido carreras analisis del caso
 
Revistañácate1
Revistañácate1Revistañácate1
Revistañácate1
 
Prepa 7
Prepa 7Prepa 7
Prepa 7
 
EOC 68
EOC 68 EOC 68
EOC 68
 
Y ahora que hacemos
Y ahora que hacemosY ahora que hacemos
Y ahora que hacemos
 
Factor crítico6 asesinos
Factor crítico6 asesinosFactor crítico6 asesinos
Factor crítico6 asesinos
 
Factor crítico6 asesinos
Factor crítico6 asesinosFactor crítico6 asesinos
Factor crítico6 asesinos
 
Rodolfo Walsh
Rodolfo WalshRodolfo Walsh
Rodolfo Walsh
 
Semanario El Venezolano Madrid El Ávila se muda a Madrid
Semanario El Venezolano Madrid El Ávila se muda a MadridSemanario El Venezolano Madrid El Ávila se muda a Madrid
Semanario El Venezolano Madrid El Ávila se muda a Madrid
 
Revista2definitiva para aula virtual
Revista2definitiva para aula virtualRevista2definitiva para aula virtual
Revista2definitiva para aula virtual
 
Aprendamos con el d moledor
Aprendamos con el  d moledorAprendamos con el  d moledor
Aprendamos con el d moledor
 

Más de Wael Hikal

Teoría del caos criminológico
Teoría del caos criminológicoTeoría del caos criminológico
Teoría del caos criminológicoWael Hikal
 
Perfil patológico del criminólogo
Perfil patológico del criminólogoPerfil patológico del criminólogo
Perfil patológico del criminólogoWael Hikal
 
La educación como factor disuasorio
La educación como factor disuasorioLa educación como factor disuasorio
La educación como factor disuasorioWael Hikal
 
Guía para el diagnóstico clínico criminológico
Guía para el diagnóstico clínico criminológicoGuía para el diagnóstico clínico criminológico
Guía para el diagnóstico clínico criminológicoWael Hikal
 
El impacto de la educación de la justicia criminal
El impacto de la educación de la justicia criminalEl impacto de la educación de la justicia criminal
El impacto de la educación de la justicia criminalWael Hikal
 
El estado actual de la criminología
El estado actual de la criminologíaEl estado actual de la criminología
El estado actual de la criminologíaWael Hikal
 
Análisis del control social
Análisis del control socialAnálisis del control social
Análisis del control socialWael Hikal
 
Procesamiento criminalístico
Procesamiento criminalísticoProcesamiento criminalístico
Procesamiento criminalísticoWael Hikal
 
Procesamiento criminalístico
Procesamiento criminalísticoProcesamiento criminalístico
Procesamiento criminalísticoWael Hikal
 
La educación como factor disuasorio
La educación como factor disuasorioLa educación como factor disuasorio
La educación como factor disuasorioWael Hikal
 
Guía para el diagnóstico clínico criminológico
Guía para el diagnóstico clínico criminológicoGuía para el diagnóstico clínico criminológico
Guía para el diagnóstico clínico criminológicoWael Hikal
 
El impacto de la educación de la justicia criminal
El impacto de la educación de la justicia criminalEl impacto de la educación de la justicia criminal
El impacto de la educación de la justicia criminalWael Hikal
 
El estado actual de la criminología
El estado actual de la criminologíaEl estado actual de la criminología
El estado actual de la criminologíaWael Hikal
 
Análisis del control social
Análisis del control socialAnálisis del control social
Análisis del control socialWael Hikal
 
Teoría del caos criminológico
Teoría del caos criminológicoTeoría del caos criminológico
Teoría del caos criminológicoWael Hikal
 
Génesis de la conducta antisocial
Génesis de la conducta antisocialGénesis de la conducta antisocial
Génesis de la conducta antisocialWael Hikal
 
Desarrollo científico
Desarrollo científicoDesarrollo científico
Desarrollo científicoWael Hikal
 
Criminología y derechos humanos
Criminología y derechos humanosCriminología y derechos humanos
Criminología y derechos humanosWael Hikal
 
Criminología psicoanalitica
Criminología psicoanaliticaCriminología psicoanalitica
Criminología psicoanaliticaWael Hikal
 
Importancia de la criminología
Importancia de la criminologíaImportancia de la criminología
Importancia de la criminologíaWael Hikal
 

Más de Wael Hikal (20)

Teoría del caos criminológico
Teoría del caos criminológicoTeoría del caos criminológico
Teoría del caos criminológico
 
Perfil patológico del criminólogo
Perfil patológico del criminólogoPerfil patológico del criminólogo
Perfil patológico del criminólogo
 
La educación como factor disuasorio
La educación como factor disuasorioLa educación como factor disuasorio
La educación como factor disuasorio
 
Guía para el diagnóstico clínico criminológico
Guía para el diagnóstico clínico criminológicoGuía para el diagnóstico clínico criminológico
Guía para el diagnóstico clínico criminológico
 
El impacto de la educación de la justicia criminal
El impacto de la educación de la justicia criminalEl impacto de la educación de la justicia criminal
El impacto de la educación de la justicia criminal
 
El estado actual de la criminología
El estado actual de la criminologíaEl estado actual de la criminología
El estado actual de la criminología
 
Análisis del control social
Análisis del control socialAnálisis del control social
Análisis del control social
 
Procesamiento criminalístico
Procesamiento criminalísticoProcesamiento criminalístico
Procesamiento criminalístico
 
Procesamiento criminalístico
Procesamiento criminalísticoProcesamiento criminalístico
Procesamiento criminalístico
 
La educación como factor disuasorio
La educación como factor disuasorioLa educación como factor disuasorio
La educación como factor disuasorio
 
Guía para el diagnóstico clínico criminológico
Guía para el diagnóstico clínico criminológicoGuía para el diagnóstico clínico criminológico
Guía para el diagnóstico clínico criminológico
 
El impacto de la educación de la justicia criminal
El impacto de la educación de la justicia criminalEl impacto de la educación de la justicia criminal
El impacto de la educación de la justicia criminal
 
El estado actual de la criminología
El estado actual de la criminologíaEl estado actual de la criminología
El estado actual de la criminología
 
Análisis del control social
Análisis del control socialAnálisis del control social
Análisis del control social
 
Teoría del caos criminológico
Teoría del caos criminológicoTeoría del caos criminológico
Teoría del caos criminológico
 
Génesis de la conducta antisocial
Génesis de la conducta antisocialGénesis de la conducta antisocial
Génesis de la conducta antisocial
 
Desarrollo científico
Desarrollo científicoDesarrollo científico
Desarrollo científico
 
Criminología y derechos humanos
Criminología y derechos humanosCriminología y derechos humanos
Criminología y derechos humanos
 
Criminología psicoanalitica
Criminología psicoanaliticaCriminología psicoanalitica
Criminología psicoanalitica
 
Importancia de la criminología
Importancia de la criminologíaImportancia de la criminología
Importancia de la criminología
 

Goyo cárdenas

  • 1. GOYO CÁRDENAS: EL PRODUCTO EJEMPLAR José Héctor Mendoza “Pero tal vez sería más interesante observar que perversos y psicóticos se sienten especialmente atraídos por la posición del psicoanalista; los primeros, porque la suposición de deseo y el efecto de angustia que conlleva se avienen con su impulso a corromper y a dividir al otro; los segundos, porque la suposición de saber otorgada al analista puede corroborar su íntima certeza de saber qué quiere el Otro”. Serge André, La Impostura perversa. “La memoria capitalina mantiene en un lugar especial a Gregorio Cárdenas Hernández, recordado como Goyo, Goyito, en el popular barrio de Tacuba de la ciudad de México”. Ricardo Ham, México y sus asesinos seriales. Existen anécdotas que traspasan las generaciones por su extrañeza. Funcionan como sueños o demás formaciones del inconsciente en la vida de una sociedad. En el caso de las historias relacionadas con la nota roja, el nombre de Gregorio Cárdenas es una referencia obligada. No solo por ser uno de los casos más publicitados e impactantes de la época, o por que el mismo Goyo Cárdenas contribuyo a la publicación de publicaciones de la nota roja como “Historias del palacio negro narrados por Goyo Cárdenas”, o por ser un caso abordado por el célebre criminólogo mexicano Alfonso Quiroz Cuarón; sino que elegimos como anécdota de inicio para desplegar las interrogantes algo que tiene que ver con una reunión solemne. Muchos mexicanos recuerdan el caso de Goyo Cárdenas por lo ocurrido en la cámara de Diputados a principios de los 80. En ocasión de rendir un homenaje al doctor Quiroz Cuarón, Goyo es invitado al recinto y al ser reconocido por algunos miembros de la cámara le dirigieron de pie una ovación de aplausos. Este hecho ha sido repudiado por muchos y constantemente se relata con indignación. ¿Cómo aplaudirle a un criminal? Esa pregunta tenemos que sostenerla ya que implica la investigación en el campo del crimen. La respuesta ingenua sería solo criticar a los diputados sin ver las posibilidades más sombrías. Preguntemos ¿Por qué le aplaudieron los representes del pueblo a un personaje que había 1 Vol. I agosto-diciembre 2008 www.somecrimnl.es.tl
  • 2. cometido crímenes hacia la misma sociedad que protegen? Juguemos con el sospechosismo rondemos las ocurrencias. Por un lado, según la versión oficial, el aplauso era la reacción merecida hacia Goyo Cárdenas por ser el ejemplo del triunfo del sistema carcelario mexicano al mostrar un ciudadano que ya no era un peligro para la sociedad y que incluso había logrado una reinserción exitosa. Desde esta perspectiva, los diputados y senadores se aplaudían a ellos mismos a través del “producto” de su éxito. Por otro lado, según la versión de la indignación, aplaudieron empujados por la fascinación morbosa que despertaba el célebre personaje popular; aquel que los verídicos de la época relacionaron con Barba Azul o Jack el Destripador, aquel que encantó al público primero con sus sangrientos actos y después por la forma de ser noticia de la nota roja con sus excentricidades, amores y huidas. Esta segunda posibilidad sería más espontánea, a la manera de emocionarse por encontrar en la calle a un artista de la tele, lo cual ya nos indica que en este fenómeno hay dos en relación, el que celebra y la celebridad. Recuerdo hace un par de años, cuando a la sociedad regiomontana estremecía el caso de Diego Santoy Riverol que asesinó a los pequeños hermanos de la que fue su novia, parte de la nota televisiva fue el desconcierto de muchos con respecto a la creciente ola de fans del joven Santoy. En las instalaciones donde Diego declaraba se dieron cita diversas jovencitas que esperaban verlo y mostraban su apoyo. Algunos medios locales entrevistaron a esas jovencitas y se preguntaban, como con Goyo, ¿Por qué apoyaban a un criminal? Las jovencitas contestaron “Porque está guapo”, ante el desapruebo de los periodistas. Sin embargo, ¿cómo saben que está guapo?, ¿no está incluida en esa misma respuesta quien hace la pregunta?, es decir, ¿No será que Diego tiene fans principalmente porque sale en televisión? Incluso en la controversial respuesta de Diego Santoy sobre sus motivos para asesinar a los niños, a saber, la petición de su propia novia de que lo hiciera porque no los soportaba, ¿No sería más inquietante de ser cierto ese motivo? ¿No quedaría reducido Diego a hacer lo indecible por ganarse el amor del “respetable”? Volviendo a Goyo Cárdenas, ¿Qué podemos encontrar si nos incluimos en el cuadro criminal? ¿Qué podemos encontrar si nos reconocemos como la cámara a la posa con su mejor perfil criminal? El caso de Goyo Cárdenas comenzó a escribirse de la siguiente manera: “En septiembre de 1942… el número 20 de la calle Mar del Norte fue intervenido por un ejercito de policías y reporteros que buscaban rastros de Beatriz (Graciela) Arias (Ávalos), jovencita que había desaparecido días antes y que según sus compañeros… fue vista por última ocasión en compañía de Gregorio Cárdenas Hernández, joven de 27 años estudiante de Ciencias Químicas con quien llevaba una muy estrecha relación…el 8 de septiembre de 1942… fueron encontrados sin vida los cuerpos de cuatro mujeres, todas con síntomas de asfixia por estrangulación debido a la presión ejercida por una soga y, en el caso de Beatriz Arias, por traumatismo craneoencefálico o golpes en la cabeza… Al intentar localizar a Cárdenas Hernández se sorprenden al enterarse de que acababa de ser internado en un hospital psiquiátrico por su propia madre, los agentes se trasladan hasta él para interrogar al sospechoso que los recibe con una extraña y bien ensayada historia en la que Goyo, sosteniendo un pedazo de gis en la mano, decía ser inventor de una píldora de invisibilidad, la cual acababa de tomar y era cuestión de tiempo para que hiciera efecto. Pese a lo original del cuento, el servicio secreto insiste en sus cuestionamientos sobre el paradero de la joven Arias ante lo que el homicida no tiene más que confesar su responsabilidad en el caso…” 2 Vol. I agosto-diciembre 2008 www.somecrimnl.es.tl
  • 3. Así nació la leyenda de Goyo Cárdenas, “el Estrangulador de Tacuba”, que mucho ha fascinado a la memoria del pueblo mexicano. Para empezar nuestra observaciones siguiendo el método psicoanalítico estamos obligados a seguir las pistas en la superficie. Primero, lo más corriente del caso, su nombre público, su nickname de leyenda. Así como en los casos de Sigmund Freud donde los nombres dan cuenta de la misma construcción del caso (El pequeño Hans, el hombre de los lobos, el hombre de las ratas, el presidente Schreber o “Simplemente” Dora), el caso del “estrangulador” nos lleva a preguntarnos por la misma estrangulación, ahogamiento o sofocación. Lo que decimos parece elemental y sin importancia sin embargo lo apuntamos ya que fácilmente, en el caso, pensamos que debimos haber empezado por la biografía de Cárdenas como lo presentan los especialistas. Para el psicoanalista belga Paul Verhaeghe existen datos y hallazgos forenses que son de utilidad para el psicoanálisis, sobre todo aquellos que se relacionan con lo que los criminólogos llaman perpetradores y su relación con la posición del sujeto que el psicoanálisis denomina perversa. “debemos consultar a la clínica más significativa en la perversión: la clínica forense… Aquí siempre se esta lidiando con “perpetradores”… tres características emergen: 1) la actuación en la realidad de un escenario pregenital rígido 2) que compulsivamente se impone al propio sujeto perverso y 3) que establece una relación de poder. La primera característica es la clásica: no es suficiente solo tener fantasías perversas, deben realizarlas con sus propias manos… El aspecto específicamente perverso recae en su rigidez, combinada con su rasgo restrictivo. Cualquier desviación causa angustia y tensión. Desde una perspectiva psicoanalítica, lo que nos encontramos aquí es la compulsión con la repetición más que la repetición como tal… es de hecho compulsiva y siempre falla en sus repetidos intentos de simbolizar el traumático Real… El perverso es fundamentalmente no-libre, compulsivamente empujado a repetir la misma cosa… Notamos con esto que incluso el perverso no sabe lo que lo empuja; aquí, la división del sujeto es total. En el contexto forense, esto causa dificultades, debido a que los clínicos forenses quieren saber qué es lo que motiva la conducta y esperan obtener una confesión. El “perpetrador” se los puede decir por la simple razón de que casi ni conoce sus propios motivos...” El amable lector ya habrá advertido lo que los datos nos dicen de antemano, la posición perversa de Goyo Cárdenas. Esto por que a nuestro parecer el acto que le da nombre al “Estrangulador de Tacuba” cumple, primero, con las tres características que menciona Verhaeghe con respecto a los “perpetradores”. El “escenario pregenital rígido” en Goyo puede resumirse, a la Freud en su “pegan a un niño”, en “Ahorca (estrangula) a la puta”. El carácter de “escenario rígido” lo da la sensación de guión que se repite en los asesinatos lo que justifica el término popular (ya que hace más sentido) de “asesino en serie”. Ahora bien, ¿Dónde esta lo pregenital? Ese término, totalmente freudiano, nos habla de aquello que se reconoce como antes, como regresivo, donde el punto cero de donde consideramos número negativos será la dialéctica fálica. Cuando Sigmund Freud abordó el tema de la perversión aportó dos grandes lecciones; por un lado las fantasías (y por lo tanto las prácticas sexuales) perversas y las neuróticas comparten el mismo material pero se ubican de diferente manera al respecto de ellas, y por el otro, el fetiche (objeto de la perversión) es un tipo especial de falo, el 3 Vol. I agosto-diciembre 2008 www.somecrimnl.es.tl
  • 4. “falo de la madre”. Agregamos en nuestro contexto que ese “falo de la madre” es un objeto pregenital, pre-fálico propiamente dicho ya que falo y castración van de la mano. Sigamos con el acto. ¿Qué tipo de satisfacción pregenital puede estar presente en el estrangulamiento, en el ahorcar? Contestemos con la otra característica que separa Verhaeghe con fines académicos. El acto compulsivamente se impone al propio sujeto perverso por lo que aún y exista premeditación ese acto, esa fantasía que no puede quedarse solo en la ideación sino que tiene que “meter manos en el asunto”, arrebata al sujeto que la realiza dándole así el verdadero estatuto de acto. Para el terreno psicoanalítico eso pregenital que se impone, que es el centro de la repetición a la compulsión lleva el nombre de goce. La tercera característica es la más inquietante en nuestros días ya que se simplifica, puesto si decimos que estable una relación de poder, fácilmente podemos decir que el sujeto se aprovecha y que solo busca mostrar su poder. El problema de abrir la discusión de este punto es que parecen existir solo dos “costales” en la ideología actual “victimas o victimarios”. “Goyo quería imponer su poder sobre las victimas” o “Goyo era víctima de su compulsión (leída como “no sabía lo que hacía”)”. Goyo establecía una relación de poder pero al ser, en ocasiones muy a su pesar, un instrumento del goce del Otro en sus actos. En la fantasía neurótica, los perversos “fascinan y aterran” (Verhaeghe) porque brindan la ilusión de la existencia de un sujeto sin división, completo, (“un verdadero hijo de la chingada”) sin la castración de la duda, la deuda y la culpa. Pero eso es decir demasiado. El caso de Goyo Cárdenas será conocido por otras características que el arte tuvo a bien resaltar. “En 1973, el director José Estrada retoma el caso del estrangulador en la película El profeta Mimí, con Ignacio López Tarso y Ana Martín como protagonistas… las similitudes no se limitan al homicidio de cuatro mujeres, prostitutas todas ellas, ahorcadas con un cordón, sino que va más allá al dotar a Mimí de los mismos gustos y debilidades que tuvo Goyo en vida: ambos eran amantes de la ópera, expertos taquimecanógrafos, tenía fantasías misóginas, eran muy religiosos y estaban fuertemente influenciados por su madre.” Si estos rasgos en común pueden hacer que el espectador reconozca el caso de Goyo es porque engloba las coordenadas que lo constituyen como sujeto. Analicemos las singularidades de Goyo. Otros hechos particulares le darán forma al caso entre ellos los relacionados con las “libertades” que tuvo en encierro. “… En ambos sitios (Lecumberri y la Castañeda) su estancia fue singular, se sabe que durante sus breve paso por La Castañeda acostumbraba mantener relaciones amorosas con el personal femenino que ahí laboraba llegando incluso a salir de vez en cuando del manicomio para acudir al cine. Goyo obtuvo un permiso especial para que se le permitiera acudir a las conferencias y charlas que brindaban algunos especialistas en el interior del psiquiátrico, además de que devoraba cuanto libro sobre padecimientos mentales llegaba a sus manos. Sin embargo, también tuvo que sufrir las consecuencias de permanecer en un lugar como peste pues fue sometido a largas sesiones de pruebas psiquiátricas y de electrochoques… La paciencia de las autoridades de La Castañeda terminó cuando Goyo decidió tomarse unas vacaciones abandonando el hospital y viajando rumbo a Oaxaca, lugar donde más tarde sería capturado, al regresar a la capital lo esperaba su nueva morada; El Palacio Negro de Lecumberri…” 4 Vol. I agosto-diciembre 2008 www.somecrimnl.es.tl
  • 5. Habiéndonos preguntado por la estrangulación, cabe la más impactante de la preguntas ¿Por qué “Goyito”? ¿Por qué estas “confiancitas”? Es decir, ¿por qué estos privilegios? ¿Por qué esta diferencia? La respuesta común a estas interrogantes es “por que el psicópata es un manipulador que envuelve a las personas para su propio beneficio”. Sin embargo, eso no detiene las preguntas sino cambia el rumbo, al manipulado o a la manipulación. ¿Qué es manipular? ¿Cómo se manipula a alguien? Lo innegable es que la manipulación remite a lo manipulado, a eso que esta en sus manos. Si Goyo es un “encantador de serpientes” ¿Qué música es la que nos toca? Y más aún, ¿Cómo era la actitud de Goyito frente a esa atención? “Durante su vida en Lecumberri Goyo siempre llamó la atención, ya fuera por lo publicitado de su caso, o por su fama de maniático, la cual se refrendaba debido a su comportamiento excéntrico dentro del penal, no sólo el amaneramiento ya documentado por el Dr. Cuarón, sino por otras conductas como permanecer hincado e inmóvil durante una semana al recibir la noticia de la muerte de Doña Vicenta Hernández, o posar completamente desnudo cuando algún visitante curioso deseaba asomarse al interior de su celda.” Los comportamientos de Goyo establece esta relación cercana con aquellos para los que posa. ¿Estará esto último ligado directamente a su acto criminal? Lo extravagante de su actuar lo lleva a un mandato. Pensemos en una de estas anécdotas, puesta en duda por muchos, que se refiere al hecho de “permanecer hincado e inmóvil” por una semana al saber de la muerte de su madre. ¿Qué resulta de extravagante, extraño y singular de este comportamiento? Vemos a un hijo dolido por la muerte de su madre, lo singular no es ese dolor sino la posición de plegaria que asume por mucho tiempo dejado de si mismo. Esta posición en extremo pasiva por la muerte de su madre nos lleva otra serie de acontecimientos, la relación entre estos dos seres: Goyito y su madre. “La memoria colectiva capitalina mantiene en un lugar especial a Gregorio Cárdenas Hernández, recordado como Goyo, Goyito, en el popular barrio de Tacuba de la ciudad de México. Los vecinos veían en él a un excelente hijo, un intelectual que estudiaba entonces en la escuela de Ciencias Químicas de la UNAM en vez de hacerlo en los Estados Unidos como se lo había ofrecido PEMEX, beca que rechazó pues el amor por su madre era más fuerte que cualquier oferta. Goyo tenía un automóvil propio, rentaba un departamento que utilizaba para estudiar, era un empleado y líder sindical en PEMEX, casi una vida perfecta, pero hubo un extraño incidente que echó a perder los planes del futuro escritor, pintor y abogado.” Desde antes de los actos criminales, Goyo se distinguía como ese “excelente hijo” que buscaba permanecer a lado de su madre. Algo que habría de resaltar en los casos criminales si le damos el estatuto de acto, al igual que recibiendo a alguien en análisis, es considerar que eso que lo llevo ahí (al análisis, ante los medios o ante la justicia) no es la “suma de todos los males” sino algo que hace crisis, que llega al momento lógico de intentar efectuar un cambio, de pasar a algo más, de rumbo. Nos llama de sobre manera los casos criminales abordados por películas ya que por lo general nos presentan los antecedentes y el acto mismo como lo muestran las múltiples versiones del crimen de las hermanas Papin. Si pensamos el momento del acto criminal como el intento de hablar de un antes y después la lectura que proponemos es ver primero el después y posteriormente el antes. En el después de las estrangulaciones en Tacuba vemos un Goyo que queda prendado de cómo sería recibido. Como bien lo detecta el formidable doctor Quiroz Cuarón, si Goyo no hubiera 5 Vol. I agosto-diciembre 2008 www.somecrimnl.es.tl
  • 6. mutado tanto en su presentación como enfermo mental con seguridad habría salido en libertad casi 10 años antes. Por lo tanto, Goyo fue victima legal de su propia pose ante la justicia. En el antes, vamos al principio de los actos: “Convendría por principio de cuentas nombrar los hechos por los que socialmente se significó Gregorio Cárdenas Hernández para darse cuenta de que su primer encuentro con la justicia ocurrió en 1939 cuando en el centro nocturno Astoria conoció a una joven con la que sostuvo relaciones de noviazgo y luego sexuales, sorprendiéndose de que fuera virgen. Tal hecho motivó que se le siguiera proceso por estupro; sin embargo, Gregorio se casó con la chica para lograr su libertad.” Este matrimonio tendría la particularidad de que los cónyuges vivían en casas separadas, para, al poco tiempo después, divorciarse. En Goyo Cárdenas encontramos algo que se repite como lugar común en los relatos de otros asesinos célebre, el motivo de la venganza. Como se rumora con Ted Bundy, se comenta que Goyo sufrió por la traición de su primera esposa lo que motivó lo que devino en un odio hacia las mujeres. Más allá de los rumores y las intenciones jamás confirmadas consideramos prudente quedarnos con la información por el mismo confesada. “A pesar de que las respuestas de Cárdenas Hernández eran incoherentes porque afirmaba no recordar nada de cuanto había ocurrido, la policía encontró en el cuarto de estudio del homicida un papel escrito a lápiz que decía textualmente: El 2 de septiembre se consumó la muerte de Gracielita. Yo tengo la culpa de ello, yo la maté, he tenido que echarme la responsabilidad que me corresponde, así como las de otras personas desconocidas para mí. Ocultaba los cadáveres de las víctimas porque en cada caso tenía la conciencia de haber cometido un delito. Ello llevó a la fácil conclusión de que Gregorio, contrario a lo que decía, sí tenía pleno conocimiento de la gravedad de sus acciones.” Otro dato nos revela que después del asesinato de las jóvenes prostitutas acudía a rezar lleno de culpa; y otro más nos dirá que el mismo Goyo llegó a decir “en esos momentos la bestia se apodera de mi”. De esta manera podemos ver en Goyo alguien arrebatado por eso que en el encuentro con la mujer lo hacia reaccionar en la acción de estrangular. Este tinte de arrebato se encuentra presente incluso en el caso de Gracielita con quien, después de una discusión, la golpea para posteriormente llevarla a su departamento sabiendo que sería el principal sospechoso. En ese acto, el estrangulamiento, Goyo hace algo diferente a lo usual. La diferencia estriba en justamente la acción. Goyito hace, ahorca, toma en sus manos; mientras en otros tiempos él parece estar en las de los otros. Esa madre que apasionadamente lo tiene para si, lo hace reaccionar en el momento que la mujer es tomada por él, de ahí que algo de lo sexual se le salió de las manos a Goyito. 6 Vol. I agosto-diciembre 2008 www.somecrimnl.es.tl
  • 7. “Henry Claude, a propósito de los delincuentes pasionales, concretamente en la variedad de los llamados crímenes por amor, describe los asesinatos relacionados con las perversiones sexuales de la manera siguiente: La resistencia del sujeto o la necesidad de hacer desaparecer las pruebas del atentado pueden conducir al criminal al homicidio por diversos medios, de los cuales el más frecuente es la estrangulación. El atentado impulsivo de orden sexual, pues, va implicado accidentalmente de homicidio. El criminal agrava sus actos haciendo desaparecer el cadáver, bien sea despedazándolo, sepultándolo o arrojándolo al agua. Los perversos sexuales constituciones son individuos peligrosos y representan un objeto de terror para quienes los rodean.” El estrangulador de Tacuba estuvo ahogado en sus excentricidades, en su carácter excepcional para la autora de sus días y para aquellos para los que fue excelente. Al momento de usar el lazo para la obturación de la vida de sus víctimas, Goyo fue la bestia, el monstruo, eso que ahorca. No fue eso ahorcado, mucho menos ese que ahorca, fue las manos de la estrangulación, el producto ejemplar de la estrangulación, como mucho tiempo después, el producto ejemplar del tratado del crimen, ya sea en su abordaje carcelario como en su nota roja. La lección de este caso es para los que quieran meter mano a las cosas del crimen, sabiendo que en casos excepcionales como los Goyo, puede convertirse en el ejecutor las buenas y malas intenciones de las que es objeto. 7 Vol. I agosto-diciembre 2008 www.somecrimnl.es.tl