La transición española comenzó con la muerte de Franco y la adopción de una nueva constitución en 1978 que estableció un sistema democrático. Juan Carlos I nombró a Adolfo Suárez como primer presidente del gobierno, quien guió el proceso de reforma política para poner fin al régimen franquista y establecer elecciones democráticas. La constitución de 1978 hizo de España una monarquía parlamentaria y permitió la creación de comunidades autónomas.