1. SEMINARIO DE INVESTIGACIÓN EN EDUCACIÓN, ÉTICA Y POLÍTICA. DIRECTOR: EDGAR ANTONIO LÓPEZ.MAESTRIA EN EDUCACIÓN. 2012
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Formación de ciudadanos globales mediante un acercamiento al arte, la literatura, la historia y el cine:
Un paso hacia la democracia, la interculturalidad, el pensamiento crítico y el diálogo.
Entre las TIC y la enseñanza del inglés como lengua extranjera
Por: Mónica Patricia Osorio Martínez1
Soy ciudadano del mundo -κόσμος πολίτης-
Diógenes Laercio
Todo ser humano desde su concepción y sin importar el lugar en donde habite o la lengua materna
que hable, hace parte del mundo. Un mundo que posee sus propias reglas naturales y las cuales el
hombre algunas veces se siente con el derecho de trasgredir, debido a su inteligencia, a la excusa de
libertad y a los deseos de trascendencia inherentes a su propio ser. Es allí el momento en el cual, formar
y educar, con una dimensión ética, cobra importancia, en tanto se enseña a los que empiezan el camino
de la vida, la responsabilidad que tienen con el mundo que les acoge y con las demás personas en cuyas
existencias, sus acciones tienen incidencia.
Todos y cada uno somos ciudadanos del mundo como decía el estoico Diógenes el cínico refiriéndose a
sí mismo, en el epígrafe con el que se da comienzo al presente ensayo, y justamente, partiendo de allí,
nace la tesis que se desea sustentar seguidamente, en la que se toma la noción de ciudadano del mundo
de la filósofa Martha Nussbaum y sus tres capacidades para cultivar humanidad, junto con la noción de
ética intercultural de Guillermo Hoyos Vásquez, con el fin de mostrar la posibilidad de formar ciudadanos
globales, críticos, respetuosos y conscientes de otras realidades, mediante un acercamiento a las
humanidades; pero no se hará de modo general, sino que se propone que esta idea se puede llevar a
cabo en la enseñanza del inglés como lengua extranjera y más aún con el apoyo de las tecnologías. Así
es, enseñar inglés acercando a los estudiantes al arte, la literatura, el cine y la historia, con el fin de
formarlos como ciudadanos globales, con todo lo que ello implica.
Para lograr lo anterior, se conducirá al lector en una ruta desglosada en la que se abordarán los
siguientes argumentos: 1. Ser un ciudadano global desde diferentes visiones éticas, 2. Pensamiento
crítico, habilidad cosmopolita e imaginación narrativa y 3. Enseñanza de una lengua extranjera,
interculturalidad y tecnología, todo con el fin de converger en una sola idea: es posible formar seres
humanos con conciencia ética y política, desde la enseñanza de una lengua extranjera y con el apoyo de
las tecnologías de la información y la comunicación. Formarlos de este modo, no hará solamente que se
hagan entender gramaticalmente con “otro”, sino que se identifiquen con el “otro”, que le respeten, que
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Licenciada en Español y Lenguas Extranjeras. Magister en Educación Universidad Militar Nueva Granada.

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le reconozcan; entonces, también se identificarán, respetarán y reconocerán a ellos mismos,
convirtiéndose en seres capaces de coexistir y aportar a la sociedad en la que viven.
1.Ser un ciudadano global desde diferentes visiones éticas: « (…) Nos referimos a la capacidad de
desarrollar un pensamiento crítico; la capacidad de trascender las lealtades nacionales y afrontar los
problemas internacionales como «ciudadanos del mundo»; y por último, la capacidad de imaginar con
compasión las dificultades del prójimo. (...)» (NUSSBAUM: 2010: 26)
Una de las claras defensoras, al igual que los filósofos estoicos y cínicos, de educar para la ciudadanía
mundial es la filósofa Martha Nussbaum. Ella en varios de sus libros, además de ilustrar su punto de vista
con la escuela de Tagore, afirma que el cosmopolita es: «el comprometido con toda la comunidad de
seres humanos» (NUSSBAUM, 1999: 14), pensamiento que no está lejos de muchas de las visiones éticas,
que tienen relevancia en la actualidad, aún de la posición aristotélica, que aunque no pueda ser
encasillada dentro de un cosmopolitismo; Aristóteles no creía en que algo mayor que la “polis” pudiera
ser un núcleo de fraternidad y ciudadanía en el sentido fuerte, pero encuentra apego por pequeñas
subdivisiones como: La familia, el hogar, el pueblo, la polis (SANDEL:2007); finalmente establece estas
subdivisiones como los primeros vínculos para amar al país y a la humanidad. Dicha visión, al igual que la
del comunitarista, aunque disímil, no está alejada de la noción de Nussbaum: El comunitarismo defiende
la idea que los derechos deben descansar sobre los valores que predominan en una comunidad y en un
momento dados (SANDEL: 2008)
Pero sería importante también recuperar la perspectiva de Kant, de Rawls, de Habermas y de Sen. Kant
creador de la ética universal, no es más que el defensor de una sociedad cosmopolita de repúblicas
libres. Si Kant tiene la base de una ética universal es porque también sostiene una concepción universal
del hombre, la misma, trasciende a los pueblos y las naciones sin anularlos, teniendo como consecución
una sociedad cosmopolita de repúblicas libres. Por un lado entonces el cosmopolitismo, la universalidad
del hombre, y, por otro lado, la particularidad de las repúblicas. (SANDEL: 2008) Y de esta manera, Kant,
se acerca a Nussbaum, quien recupera el viejo ideal cosmopolita sin eliminar lo particular, porque es
necesario, pero no excluyente; justamente por esto, esta autora amplia el concepto de justicia de Rawls,
más que un contrato social con «velo de ignorancia» entre sujetos racionales, autónomos y libres, se
puede también pensar en quienes todavía no tienen uso de razón, o los que la han perdido, o los
enfermos y aún los animales, (NUSSBAUM: 2006), siendo en este sentido que crea un vínculo con la ética
comunicativa de Habermas y al análisis de las capacidades de Amartya Sen. (NUSSBAUM: 2006)
Es así como se puede vislumbrar, desde diferentes perspectivas éticas, que pese a muchos aspectos
disimiles, las mismas, parecen encontrase en la importancia que le dan al «otro» en la sociedad.
Entonces, el ciudadano «global», «del mundo» o «cosmopolita», que se defiende en el presente escrito,
es, como lo afirma Nussbaum, al comienzo de este apartado, un ser que ha desarrollado pensamiento
crítico para tomar postura frente a problemáticas de orden nacional y mundial, con una capacidad de

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pensar en el «otro», como en él mismo. De tal manera, que hablando de capacidades, es necesario
acudir a otro postulado de Martha Nussbaum: Las tres (3) capacidades para cultivar humanidad.
2.Pensamiento crítico, habilidad cosmopolita e imaginación narrativa: «Three capacities above all, are
essential to the cultivation of humanity in today’s world» (NUSSBAUM: 1997:9)
Martha Nussbaum afirma que existen tres (3) capacidades para cultivar la humanidad y que de tal
forma el ser humano, se convierta en un ciudadano del mundo. Éstas son: En primer lugar, el
pensamiento crítico o examen crítico (noción socrática), que permite comprobar si lo que se lee o dice es
consistente en su razonamiento y preciso en su juicio. Allí tiene mucho que ver la razón, ya que el
individuo tomará postura después de un análisis, en el cual no intervienen las costumbres transmitidas o
hábitos, sino la justificación racional. En segundo lugar, está la habilidad cosmopolita, que se centra en
entender las diferencias entre los grupos, las naciones y los intereses comunes de los seres humanos que
hacen que el entendimiento sea esencial si lo que se quiere es resolver los problemas comunes. Se trata
de establecer un diálogo con diferentes puntos de vista e individuos en el mundo. Y, por último, la
imaginación narrativa, que alude a la habilidad para ponerse en los zapatos de personas diferentes, ser
un lector inteligente de las historias de los demás y poder entender sus emociones y deseos. Justamente,
allí, es el momento en el cual aparece el arte, la literatura, la historia y el cine, ya que cuando un ser
humano, se acerca a un cuadro, a una obra literaria, a una pieza teatral, a una película o a un hecho
histórico, éste está viendo una representación del ser humano, de otro ser humano diferente a él, que
muestra a su vez una cosmovisión de otro ser más. De un acercamiento a ellas, se derivan razonamientos
éticos respecto a la vida de otras personas, se imagina al otro en su contexto personal y global y se
entienden y respetan sus emociones y sus deseos.
Entonces, se da paso al tercer argumento en el cual se sustenta la forma cómo se puede llegar a
desarrollar estas capacidades por medio de una ética intercultural en la enseñanza de una lengua
extranjera y cómo la tecnología resulta ser un aliado en el cumplimiento de este objetivo.
3.Enseñanza de una lengua extranjera, interculturalidad y tecnología: «La ética de la interculturalidad
articulada comunicacionalmente, al partir del hecho del pluralismo, obliga a comprender lo multicultural
de las diversas culturas más como riqueza valorativa y motivacional que como obstáculo para la solución
de la insociable sociabilidad. Esto mismo compromete en el límite de los valores de máximos la
participación de ciudadanas y ciudadanos en procesos democráticos que conduzcan a la constitución de
aquellos mínimos que pudieran orientar las luchas por los derechos humanos: desde sus respectivos
valores morales, religiosos, filosóficos y políticos, y en procura de normas no sólo compatibles con las
diferencias, sino capaces de valorarlas en su dimensión humana»(HOYOS VASQUEZ: 2008: 120)
Partiendo de la ética de la interculturalidad que enuncia el filósofo Guillermo Hoyos Vásquez y la
articulación con la comunicación que él hace, se piensa en que uno de los mejores ejemplos en los que

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esta concepción intercultural-comunicacional tiene cabida, es la enseñanza de una lengua extranjera. Así
es, la comunicación intercultural se refiere a las actitudes y destrezas conscientes que el estudiante y
todos los implicados en la enseñanza de una lengua extranjera, tienen que desarrollar para conocer el
contexto sociocultural y decodificar los mensajes del idioma que se están enseñando-aprendiendo. La
lengua y la cultura son elementos trasversales de la comunicación. No se puede como docente, desligar
los aspectos formales de la lengua, de ese entramado cultural que tienen los individuos inmersos en
dicha lengua. Por ejemplo: ¿Cómo comprender el slang que utilizan los afro-americanos, si no se ha
escuchado y analizado la conmovedora canción “strange fruit” de la cantante de soul, Billie Holiday, si no
se han contemplado los cuadros de Jacob Lawrence, si no se ha visto la película del controversial líder
nacionalista negro: Malcolm X, si no se tiene idea del sufrimiento por el cual pasaron los afro americanos
con la segregación, la discriminación y el lynching en Estados Unidos? Por medio de aquellas
representaciones, los estudiantes comprenden una realidad diferente, una realidad que marca una
lengua y aún logran identificarse con ellos, tan así que llegan a comprender también el racismo en su
realidad y toman posición al respecto.
Ahora, para abordar el último punto a analizar en este apartado, se llega a la tecnología. Es innegable
que las políticas internacionales y la rapidez del mundo actual, permite que en cuestión de segundos se
obtenga información de cualquier tiempo y de cualquier contexto. Más aún, representaciones sociales
tan actuales como “el movimiento de la primera árabe”, surgen de convocatorias hechas por redes
sociales y demás. Entonces, mientras leyes como la S.O.P.A o la LLERAS, lo permitan, es posible que el
docente direccione el buen uso de las tecnologías, mostrando a sus estudiantes, la canción, el tráiler de
la película, la obra de arte, la lectura histórica o narrativa, que pueden ser encontrados en la red. Del
mismo modo, también puede incitar a una investigación seria en la cual, el estudiante por medio de
estas ayudas tecnológicas, se informe, se documente y se sienta mucho más cercano de, en este caso,
una cultura angloparlante, sin necesidad de viajar y vivir en la misma.
El anterior análisis permite pensar y anotar, reivindicando la tesis del presente ensayo, que desde la
enseñanza de una lengua extranjera con apoyo de la tecnología, se puede desarrollar una ética en donde
el “otro” desde su diferencia sea considerado un interlocutor válido. Como docentes, se puede ayudar
en la construcción y formación de seres políticos que tomen postura, como ciudadanos integrales y
cosmopolitas en la diversidad de temas humanos que afectan al mundo; que mejor que hablar otro
idioma, diferente al materno, pero aún es más significante hacerlo, siendo conscientes de otra realidad y
transformando la propia con responsabilidad social. ¿Herramientas para lograr lo anterior?, pues bien las
mismas representaciones que el ser humano ha creado para sentirse más humano, para darse a conocer
a los otros: el arte, la literatura, la historia, el cine, entre otras. Y ¿la forma de hacerlas llegar a los
estudiantes?, evidentemente, la tecnología puede ser un buen aliado. Es sin duda, posible, formar
ciudadanos globales con estas condiciones, sólo hay que intentarlo.

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REFERENCIAS:
HOYOS, G. (2008): La ética de la interculturalidad. En: Memorias. Segundo congreso colombiano de
Filosofía. Universidad de Cartagena. Sociedad Colombiana de Filosofía.
NUSSBAUM, M. (1997) Cultivating Humanity. A Classical Defence of Reform in Liberal Education.
Cambridge MA. Harvard University Press.
NUSSBAUM, M. (1999) Patriotismo y cosmopolitismo, en NUSSBAUM, M. (ed.), Los Límites del
Patriotismo. Identidad, Pertenencia y «Ciudadanía Mundial», pp. 13-29. Barcelona. Paidós.
NUSSBAUM, M. (2006) Las fronteras de la justicia. Consideraciones sobre la exclusión. Barcelona. Paidós.
NUSSBAUM, M. (2010) Sin fines de lucro. ¿Por qué la democracia necesita de las humanidades? Buenos
Aires. Katz.
SANDEL, M. (2007) Justice: A reader. Oxford University Press, Inc.
SANDEL, M. (2008) Filosofía pública: Ensayos sobre moral en política. Barcelona. Marbot Ediciones.