1. VICIOS EN LA LECTURA
Comúnmente se les denomina malos hábitos, o dificultades lectoras. Pero sabemos que hay
algunos estudiantes que los tienen tan incorporados que se han convertido en auténticos vicios
de lectura. En una gran mayoría de casos son los causantes del bajo nivel de velocidad lectora.
Conocerlos e identificarlos es el primer paso para su erradicación. Con una buena base
práctica conseguirá olvidar de recorrer las líneas con el dedo, mover los labios al leer y todos
esos “truquitos” que, en realidad, no son más que trabas al óptimo rendimiento.
Regresiones:
Uno de los principales enemigos de la lectura comprensiva. Volver atrás, una y otra vez, antes
de terminar el párrafo, produce un efecto negativo: interrumpe la visión de conjunto necesaria
para la comprensión. Divide el pensamiento y perderemos de vista la idea general.
• Una solución: Completar siempre la lectura del párrafo. Entonces podremos volver sobre
algún punto oscuro que hayamos identificado.
No se debe volver la vista atrás bajo ningún concepto, aunque pensemos que algo se nos ha
podido escapar. Con la práctica nos habituaremos a poner la máxima atención en la lectura,
evitando de este modo perder información.
Si no se comprende bien el texto es preferible darle una segunda lectura completa que ir
constantemente releyendo. Se puede utilizar un lápiz para señalar por donde va uno leyendo y
evitar de este modo saltos de línea
Vocalización:
¿Quién no ha movido alguna vez los labios al leer? Aunque no emitamos sonido alguno, la
vocalización es una fuente de distracción, ya que nos obliga de estar pendiente de cada
palabra y no de cada idea. Suele estar relacionado con el origen del aprendizaje, ya que de
pequeños pronunciamos cada palabra en voz alta.
• Una solución: Probad a introducir un lápiz o algo similar entre los labios.
Subvocalización:
Consiste en ir pronunciando mentalmente las palabras que leemos. Aunque no hagamos
ningún movimiento con los labios. Es un freno a la agilidad del pensamiento. Es considerado
como uno de los vicios más difíciles de erradicar.
• Una solución: Máxima concentración para que la subvocalización se convierta en actividad
mental que capte directamente las ideas del autor.
Movimientos:
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2. Son los defectos más corrientes. Recorrer las líneas con el dedo, balancearse, seguir el ritmo
con la mano, mover la cabeza o adoptar posturas incómodas se consideran vicios leves. Pero
también entorpecen lo que únicamente debería de ser actividad mental y el invariable
movimiento de los ojos.
• Una solución: La mejor forma de erradicar estos malos hábitos es tomar conciencia de ellos.
Durante la lectura, prueba a cerrar los ojos y “verte” a ti mismo. Te será de gran ayuda. Al igual
un compañero nos vigile durante las primeras sesiones.
Vocabulario pobre:
El diccionario es un gran amigo del lector. Utilizarlo con frecuencia y eficacia es el mejor
antídoto contra la lentitud en la lectura. Cada palabra que no entendemos es un “agujero negro”
en el texto. Y en su comprensión.
• Una solución: Leer, leer y leer. Quien más lea, más ampliará su vocabulario. Y más querrá
seguir leyendo.
Al final de la lectura se buscarán en el diccionario las palabras que no se hayan entendido. En
lugar de ir interrumpiendo la lectura cada vez que aparece una palabra que no se entiende, es
preferible anotarlas en un papel y al final de la lectura buscarlas en un diccionario.
Exceso de fijaciones:
Si leemos palabra por palabra tardaremos más y entenderemos menos. El lector eficaz
aprovecha al máximo toda la capacidad de visión que tienen los ojos. En una sola fijación se
pueden abarcar tres y cuatro palabras. Profundizaremos este punto en las técnicas de
velocidad lectora.
• Una solución: Para ampliar el campo visual prueba a leer columnas de palabras y no líneas.
Dirige la vista hacia el centro de cada renglón.
Seguro que
alguna vez
has oído comentar
a tus padres
o a tus abuelos
que ya no nieva
como antes
y que los inviernos
no son
tan fríos
El tiempo
que tarda
cada planeta
en recorrer
su órbita
alrededor del sol
se llama año,
que en la tierra
dura 365 días
y 6 horas
Prueba también leer las dos o tres palabras a la vez sin mover los ojos del
asterisco.
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3. Hay que tratar de ir ampliando el campo de visión: de una letra pasar a varias letras, luego a
una palabra, y después a varias palabras. Con una fijación de la vista se puede llegar a leer
hasta tres palabras a la vez.
Los ojos deben realizar un movimiento suave, continuo, y no una sucesión de breves paradas.
Es un aprendizaje complicado pero que con la práctica se consigue
Recuerde:
1.- Iluminación: hay que contar con buena iluminación. La luz natural es mejor que la artificial,
pero si no puede ser es preferible combinar una luz central que ilumine toda la habitación y otra
luz (preferentemente bombilla azul), no demasiado intensa, centrada sobre el texto.
2.- Postura: el estudiante debe leer sentado, con una postura cómoda (el cuerpo ligeramente
inclinado hacia delante) y con el libro centrado (que las líneas queden horizontales) apoyado en
la mesa (la altura de la mesa debe ser la adecuada).
3.- Silencio. Una lectura rápida exige una gran concentración, y para ello es necesario evitar
cualquier distracción. Si se quiere oír música que sea tranquila, a ser posible sólo instrumental,
y con el volumen bajo.
Referencia bibliográfica (Cibergrafía)
Vicios lectores. [Sitio en Internet]. Disponible en: http://www.lengua.profes.net/especiales2.asp?
id_contenido=33555 Consulta 9 de julio de 2009
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